En casa de Olga combaten el frío con manta y chaquetas. No hay otra, porque no pueden pagar la calefacción. Esta madre soltera y su hija no reciben ahora mismo ninguna ayuda social porque ella cobra un sueldo que a duras penas llega a los mil euros. Trabaja limpiando habitaciones de hotel, y empezó con 1.200 pero ahora han recortado la nómina a todas las camareras de piso.

Ella es una de las afectadas por el impago del bono social térmico a 160.000 valencianos que reunían las condiciones para cobrarlo en 2020 y no lo hicieron porque la Generalitat no pidió el dinero al Gobierno. Se trata de una ayuda para pagar la calefacción y la energía destinada a usos térmicos (cocina, agua caliente, radiador, etc), y que se da de manera automática a los que tienen concedido el bono social de la luz.

Olga y su hija solo tienen un radiador eléctrico que ponen en muy contadas ocasiones, cuando no aguantan el frío, pero la receta el resto de días es usar la chaqueta dentro de casa. "Me dicen que como cobro mil euros no puedo pedir ninguna ayuda, pero ese sueldo para una madre soltera con una hija no da para hacer nada", explica.

Esta madre es "una ahorradora nata", desde hace 20 años. Porque los ingresos no dan y es el tiempo que lleva encadenando trabajos temporales y precarios, ahora con una niña. Pese a todo, hace malabares para cuadrar las cuentas a final de mes.

Olga, una mujer que sufre de pobreza energética, cocinando en su casa. Miguel Angel Montesinos

Olga quita y pone gastos constantemente, haciendo malabares para encajar las cuentas a las que llega a duras penas. Y eso que ahora sí que tiene trabajo, antes eran empleos esporádicos limpiando casas y también le denegaban las ayudas. Pero la cosa no ha cambiado demasiado con un curro a jornada completa. Por las noches, para no gastar luz, viven a oscuras, con la televisión enchufada y las luces justas y necesarias si se mueven a otro lado de la casa.

También intenta vivir en modo ahorro de energía a la hora de cocinar, así que usa bombonas de butano y gasta lo mínimo. Una ayuda de 20 o 30 euros mensuales ayudando a pagar los gastos del termo o de la cocina es un mundo para ella. "Para mi, 20 euros del bono social térmico habría sido una ayuda muy grande, ese dinero no me sobra", cuenta.

A pesar de todo, esta madre explica que lo último que quiere es pedir ayudas. "Siempre me han denegado las que he pedido pero mi objetivo no es ese. Lo único que quiero es tener un trabajo que me permita pagar mis gastos y vivir de lo que gano, como todo el mundo. A nadie le gusta tener que estar viviendo a base de ayudas", asegura Olga.

Una mujer que sufre de pobreza energética encendiendo un fogón en València Francisco Calabuig

Los 'pobres energéticos' no existen

Como explican entidades de ayuda a las familias como Save The Children, nadie es solo "pobre energético". La pobreza tiene muchas caras y llega a todos los ámbitos de la vida. A Olga se le va gran parte de su sueldo en pagar el alquiler, los gastos de la casa y de su hija, en la comida, en Internet, y entre otras cosas, los suministros. El bono social es una ayuda para capear el temporal, pero como explica la afectada "es un alivio, pero no voy a dejar de ser pobre por esta prestación".

Lola Fernández, presidenta de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN, por sus siglas en inglés) explica que la pobreza energética (y con ella la térmica) "suponer no tener la casa a una temperatura adecuada, o incluso no poder cocinar como toca. Esto es un problema muy serio en invierno, sobre todo para familias con mayores y niños a cargo".

Según un estudio reciente de EAPN, un 25 % de la población de la C.Valenciana está en situación de pobreza energética, lo que supone 1.271.689 personas, y el 33 % de estas familias tiene gastos de vivienda superiores al 40 % de su renta (algo desaconsejado por el Banco de España).

La entidad destaca también que el 27,7 % de las personas pobres gasta en vivienda más de la mitad de lo que gana. En cifras totales, es el 7,8 % de la población valenciana. Además, el 15 % de todos los valencianos no pueden mantener la casa a una temperatura adecuada tanto en verano como en invierno.