Sanidad

Cinco valencianos al día solicitan la eutanasia en los últimos 9 años

La mitad de las personas que han registrado su testamento vital desde que se aprobara la ley en 2021 demandan una muerte digna

Manifestación en València en defensa de la ley de Eutanasia.

Manifestación en València en defensa de la ley de Eutanasia. / Eduardo Ripoll

Mónica Ros

Mónica Ros

Se trata de dejar por escrito que cuidados sanitarios se quieren recibir al final de la vida y se realiza mediante un documento denominado Voluntades Anticipadas o testamento vital. En la actualidad, 35.833 personas han presentado esta documentación en la Comunitat Valenciana, y la mitad (un 50,77%) han dejado registrado que, llegado el momento, solicitan la eutanasia.

Y es que la aprobación de la ley orgánica de regulación de la eutanasia 3/2021 ha supuesto que más de 15.000 valencianos hayan dejado por escrito que se acogen a esta opción por si, cuando llegue el momento, no pueden expresar su voluntad. Y la ley permite que esa voluntad se haga realidad.

Es más, desde la aprobación de la solicitud de eutanasia hasta la fecha, las inscripciones de Voluntades Anticipadas se han incrementado en un 47%. Y es que, según consta en el registro estatal desde 2013 (14.474 peticiones) las solicitudes se incrementaban cada año en 1.000 o 2.000, una cifra muy alejada de las cerca de 6.000 personas (5.909) que se han sumado al sistema el último año.

La ley de Eutanasia se aprobó en junio de 2021.

La ley de Eutanasia se aprobó en junio de 2021. / Levante-EMV

El registro aumenta de forma evidente el número de solicitudes que dejan por escrito las actuaciones médicas y cómo afrontar el final de una vida, y el trabajo que realizan desde la asociación Derecho a Morir Dignamente tiene mucho que ver en estas estadísticas. “Hacemos mucha labor pedagógica para que el ciudadano entienda la importancia de dejar constancia, por escrito, de la voluntad que cada uno quiere tener al final de sus días. Hay un crecimiento progresivo de las solicitudes porque a pesar de ser un derecho del ciudadano, existe mucho desconocimiento. Todo el mundo tiene claro que tiene que hacer el testamento de dinero porque no hacerlo puede acarrear problemas. Pues lo mismo ocurre si dejas por escrito qué quieres hacer cuando enfermes y no te puedas valer por ti mismo. Registrar tus voluntades alivia el sufrimiento de familiares y amigos que tienen que decidir por ti”, explica la presidenta de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) en la Comunitat Valenciana, María José Alemany.

Mejor para todos

Para Alemay, el tabú a hablar de la muerte es una realidad hoy en día que impide planificar una situación “en la que no queremos pensar”. “Si tú dejas dejas algo escrito consta en la historia clínica y en un registro nacional. Aunque, de oficio, el equipo sanitario debería consultar ese documento, si no lo hace siempre queda ese representante legal que tú nombras en las Voluntades Anticipadas. Eso facilita la asistencia de los médicos y da tranquilidad a los hijos y personas queridas porque harán lo que esa personas ha dejado por escrito”, añade Alemany.

"No queremos pensar en la muerte, peor es necesario", indica Alemany

La Comunitat Valenciana, además, está entre las autonomías más avanzadas en la gestión del testamento vital ya que el documento se puede realizar desde casa si dispones de certificado digital, desde que se aprobara en las Corts Valencianes que así pueda ser. Sin embargo, la asociación asegura que falta pedagogía institucional para dar a conocer un trámite necesario que cada año cumplimentan más valencianos.

El destino de los órganos

Desde la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) aseguran que son las mujeres las que, principalmente, se encargan de que las Voluntades Anticipadas sean una realidad. "Las mujeres tiene el rol de cuidadoras en esta sociedad, aunque no debería ser así. Pero esa es una realidad visible y se traslada al documento de Voluntades Anticipadas ya que lo que han vivido ellas no quieren que lo vivan sus seres queridos. Por eso, la mayoría de documentos son de mujeres que tienen muy claro que lo quieren y buscan el alivio de sus seres queridos y quitarles un peso de encima que ellas han tenido", añade la presidenta de la DMD, María José Alemany.

Pero, además, las Voluntades Anticipadas no son sólo el documento por el que una persona mayor de edad o menor emancipada manifiesta las instrucciones sobre las actuaciones médicas que quiere para cuando no pueda expresar su voluntad. A través de este documento, la persona también puede decidir sobre el destino de sus órganos (con finalidad terapéutica, docente o de investigación), así como indicar quién será su representante para que, en caso necesario, actúe como interlocutor ante el médico o el equipo sanitario que debe decidir sobre los tratamientos a realizar al final de la vida del paciente.

La declaración de instrucciones previas es accesible desde la historia clínica después de su inscripción en el registro, de forma que el personal médico puede consultar y cumplir las directrices marcadas, que no pueden en ningún caso ser contrarias al ordenamiento jurídico o a la buena práctica clínica.

Ahora bien, desde la asociación DMD afirman que, como la teoría es una pero la práctica, otra, la clave consiste en esa figura de representación que es de confianza para la persona y se asegurará, sí o sí, de cumplir las últimas voluntades sin que sea la familia quien adopte esa decisión.