Patrimonio con difícil vuelta a casa

El Guerrer de Moixent, la Dama d’Elx o el Mercurio de Sagunt se exponen fuera del lugar donde fueron hallados sin opción a ser devueltos, ni si quiera de forma temporal

El guerrer de Moixent, expuesto.

El guerrer de Moixent, expuesto. / AGUSTI PERALES IBORRA

Exilio. El arte valenciano se encuentra repartido por todos los museos del mundo. El estado de degradación del yacimiento donde se encontró el Baco enAldaia ha vuelto a aflorar una vieja aspiración: que vuelva a casa.Pero no es la única. 

Son viejas aspiraciones que no caducan. ¿A quién pertenece el patrimonio artístico histórico? ¿A su lugar de origen? O, tal vez el tiempo ha perpetuado que sea de su comprador o, en el peor de los casos, a su expoliador. El debate sigue vivo y vuelve a la actualidad con cada nuevo hallazgo, o exposición o restauración de cada una de estas piezas. No hay un registro oficial que se atreva a cifrar cuántas piezas de arte valenciano están repartidas por el mundo, pero los casos más sonados son evidentes: la Dama d’Elx (Museo de Arqueología Nacional de Madrid), el Guerrer de Moixent (Museu de Prehistòria de València), el retablo del Centenar de la Ploma (Victoria & Albert Museum de Londres) y el Baco de Aldaia, la escultura hallada en este municipio de l’Horta custodiada en el Museo de Arqueología Nacional en Madrid que esta semana ha salido a la palestra por el estado de degradación del yacimiento donde se encontró. Ereta dels Moros fue una vez una villa romana; hoy es un vertedero

La promesa del ayuntamiento por recuperar esta pieza ha resonado fuerte. Es un deseo que choca de frente contra el museo estatal, que se niega a devolverla de forma permanente y ni se plantea hacerlo de manera temporal, para disfrute de los aldaieros y aldaieras. Lo descubrió un agricultor en el siglo XIX que la vendió a un erudito valenciano y de ahí a la pinacoteca estatal. El mismo lugar donde descansa también la Dama d’Elx, que sí pudo volver a su origen en 2006, durante un semestre, con motivo de la inauguración del Museo Arqueológico y de Historia de la localidad ilicitana. En este caso la descubrió un joven en 1897 y se vendió al Museo del Louvre de París por 5.200 pesetas, y que volvió años más tarde en un intercambio de patrimonio entre Francia yEspaña promovido por Francisco Franco. Pero ahí se quedó, en Madrid

La Dama d'Elx

La Dama d'Elx / L-EMV

El catedrático de Historia delArte en la Universitat de València, Amadeo Serra, deja clara una premisa: ni todo es blanco ni todo es negro. Cada caso, es distinto, y el punto de partida para valorar estas circunstancias radica en qué habría pasado si algunas de estas piezas se hubieran quedado en casa.«Muchas habrían sido destruidas por el vandalismo, cabe destacar que en la Comunitat Valenciana no se ha apreciado el patrimonio autóctono hasta hace más bien poco, no había conciencia sobre lo que teníamos más allá de círculos y elites intelectuales interesadas en la materia». De ahí que Serra sea cauto en asegurar que estas piezas deban volver a casa. Más bien, opta por la vía intermedia: una cesión temporal.

«El criterio a aplicar siempre debe ser si en su lugar de origen van a tener unas condiciones de conservación y puesta en valor más altas de las que tienen en este momento», explica.El caso más evidente es, por ejemplo, los mármoles del Partenón de Grecia que se exponen enLondres. El enclave heleno disfruta hoy en día de infraestructuras y turismo suficiente como para ser valoradas en el lugar donde se tallaron, y no en Inglaterra. 

Rey a caballo en la batalla del Puig en una escena que evoca al Centenar de la Ploma.

Rey a caballo en la batalla del Puig en una escena que evoca al Centenar de la Ploma. / JOSE ALEIXANDRE

Allí descansa también el famoso retablo delCentenar de la Ploma, de Marçal de Sax pintado en el siglo XV y vendido al museo. Aquí, el catedrático subraya otra realidad: si la venta se ha efectuado en términos legales, hay poco que hacer, pues están en su pleno derecho de poseer y mostrar este arte. Sin embargo, la venta del retable «permitió una conservación buena de la obra, pero eso no quita que no pueda ser cedido a València de forma temporal. Habitualmente los museos suelen ser restrictivos y cerriles con este tipo de traslados», dice Serra.

No siempre es así. El Guerrer de Moixent se custodia y expone en el Museu de Prehistòria de Valencia, propiedad de la diputación. La icónica pieza de origen íbero fue hallada en 1931 en la Bastida de les Alcusses y volvió a casa este pasado verano para exponerse en la Casa de la Cultura de Moixent durante dos semanas 16 años después de su última visita. Los condicionantes de seguridad y conservación obligan a extremar los controles y limitan mucho el hospedaje de la pieza en su localidad natal, donde ni se plantea instalarla de forma permanente, ya que el Museu de Prehistòria cuenta con instalaciones más óptimas para su conservación. 

Mercurio de Sagunt y el Baco de Aldaia

Mercurio de Sagunt y el Baco de Aldaia / L-EMV

Otro de los ejemplos más destacados son los hallazgos del castillo romano de Sagunt. Monedas acuñadas en la época ibérica se encuentran en Museu de Prehistoria de València, en el Museo Arqueológico Nacional, The British Museum o el Museo Nacional de Estocolmo. También se encuentra a miles de kilómetros una estatua de Mercurio, datada entre los siglos I-II d.C., que solo puede verse en el Museo Nacional de Dinamarca en Copenhague.