Sanidad tiene problemas para cubrir 300 de las 6.000 nuevas plazas creadas el año pasado

La falta de profesionales de Medicina de Familia, Pediatría o Enfermería Comunitaria está detrás | La conselleria quería añadir otras 995 plazas nuevas este año

Sanitarios trabajando en la planta covid de un hospital valenciano.

Sanitarios trabajando en la planta covid de un hospital valenciano. / Levante-EMV

La Conselleria de Sanidad cumplió aumentando la plantilla de trabajadores sanitarios de la pública por primera vez en años pero el que se hayan creado 6.007 nuevas plazas estructurales no significa que haya 6.007 sanitarios más trabajando. Y es que, nueve meses después de que se empezara a ejecutar este aumento de plantilla, Sanidad no ha podido cubrir todos los puestos: al menos 300 de los 6.007 originales están todavía vacantes, según han reconocido desde la administración que habla de un porcentaje de cobertura de las plazas del 95 %.

El porqué hay que buscarlo en la falta de ciertos perfiles profesionales: sobre todo facultativos especialistas como pediatras o médicos de Familia pero también personal de Enfermería con alguna especialización como los de Enfermería Familiar y Comunitaria, figura que ahora se está impulsando en la sanidad valenciana, según explican a este diario fuentes sindicales. Las áreas de salud han pedido estos refuerzos y las plazas están creadas pero no se encuentra a personal para ocuparlas.

Sanidad no ha hecho público, sin embargo, el detalle de cuáles son esas 300 plazas sin cubrir y qué expectativas tienen de cubrirlas, sobre todo porque para este año, la conselleria se ha comprometido a crear otras 995 nuevas plazas más.

Aprovechando el personal de refuerzo

Conscientes de que esto iba a suceder, desde la administración ya se tomó la decisión de "partir" el proceso: la gran mayoría 5.040 se crearon e intentaron cubrir a partir de mayo y cerca de un millar se dejaron para el último trimestre de 2022, para cuando hubiera terminado el periodo de sustituciones en verano.

La gran mayoría de contrataciones de mayo fueron fáciles ya que el aumento de plantilla llegaba justo después de que se anularan los contratos de refuerzo que se crearon con motivo de la covid-19 por lo que había personal disponible pero, aún así, hubo cerca de 450 que no se llegaron ni a ofertar y se hizo en septiembre, junto con el resto de las que faltaban por crear.

Por ejemplo, y según constató en su día el sindicato Satse, se dejaron para septiembre algunas vacantes de las creadas en mayo como enfermería de las SAMU (Servicio Atención Médica Urgente) pero también especializadas en atención Familiar y Comunitaria, aprovechando que las residencias iban a terminar a final de año.

Pese a las dificultades, fuentes sindicales consultadas por este diario reconocen que el primer paso que había que dar era crear las plazas y dotarlas presupuestariamente porque "si no están creadas si que no se podrán cubrir nunca".

Saturación en Primaria por la falta de sustitutos

La falta de ciertos perfiles está retrasando el que se cubran todas las nuevas plazas pero también plantea problemas en el día a día de los centros de salud y hospitales ya que no se llegan a cubrir bajas o vacaciones por falta de sustitutos o ciertos puestos "menos atractivos" se quedan sin cubrir como plazas en áreas de salud más apartadas o vinculadas a hospitales comarcales.

Hasta el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, ha reconocido que esta falta de sustitutos en algunas categorías está suponiendo un problema ya que pese a que en los centros de salud hay suficientes médicos en relación al número de habitantes, si no hay profesionales para sustituir a todos, esta relación se desvirtúa. Los que lo sufren son los pacientes que tienen que lidiar con una semana o incluso dos de espera para tener cita con el médico de Familia.

La administración está buscando "fórmulas" para superar el bache como el nuevo decreto de plazas de "difícil cobertura", recién aprobado y que plantea pagar hasta 10.000 euros más anuales a cada médico que opte por ocupar uno de esos puestos que nadie quiere por estar más alejado o ser menos atractivo profesionalmente. El decreto incluye también otra estrategia para solventar la plaza de profesionales: compartirlos entre varios departamentos de salud a cambio de un suplemento. Desde el Gobierno también van a tratar de "atar" en sus puestos a los médicos de Familia y pediatras que ahora están trabajando flexibilizando su jubilación.

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