La agitada vida de Compromís tras Oltra

La coalición vive un año después de la salida de la líder un periodo de inestabilidad con pugnas de poder y de cargos más visibles después de haber pasado a la oposición

La formación tiene el aliciente tras el 23J de llegar al Gobierno de España

Mitin de Compromís dos días antes de la dimisión de Mónica Oltra, en junio de 2022

Mitin de Compromís dos días antes de la dimisión de Mónica Oltra, en junio de 2022 / EDUARDO RIPOLL

Violeta Peraita

Violeta Peraita

Convivir es ceder. Cuando una casa tiene varios habitantes, la convivencia se basa en equilibrar en pro de la armonía y del proyecto común. Compromís habita en una casa con tres habitaciones. La coalición valencianista integra a Més Compromís (el partido mayoritario, el antiguo Bloc Nacionalista Valencià), Iniciativa del Poble Valencià y Verds Equo. Pero desde hace algo más de un año, los equilibrios se han complicado y se manifiestan en desencuentros como el de esta semana por la designación del senador territorial. 

Carles Mulet, de Iniciativa, ocupaba el escaño hasta ahora en la Cámara Alta y el partido ecofeminista consideraba que le tocaba el sitio por estar infrarrepresentado en las Corts y alegaban un acuerdo preelectoral. Sin embargo, Més ha acabado por situar a Enric Morera, expresident de las Corts, histórico de la formación nacionalista y uno de los fundadores de Compromís. Esto ha desatado un malestar en Iniciativa que se hizo patente en la votación esta semana en el hemiciclo valenciano. Con todo, parece que la sangre no llegará al río y que el desencuentro no irá más. No pone en riesgo la continuidad de la coalición si bien debilita la confianza en el proyecto en un momento complicado. 

Los motivos son varios pero tienen un nexo común. La salida abrupta de la líder de la coalición, Mónica Oltra, hace un año fue un punto de inflexión en las aguas calmadas en la superficie de estos ocho años en la coalición. Oltra fue el principal activo electoral de la izquierda alternativa valenciana hasta su dimisión como vicepresidenta y su repliegue de la primera línea política, forzada tras su imputación por la gestión en el caso de los abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada. Esa salida tuvo, según destacados miembro de su partido, consecuencias políticas y de discurso, por la importancia de la figura de Oltra, que arrastraba no solo a votantes de Compromís sino a quienes la votaban a ella, lo que ha traído también consecuencias electorales. 

Paralelamente, esa salida ha reabierto, en parte, pugnas de poder entre los distintos habitantes de esta casa política que antaño estaban contenidas. Los equilibrios se han roto y varios episodios de este año en la coalición lo corroboran. Tras dejar Oltra la primera línea, en Iniciativa se abre un proceso de relevo de liderazgo que recae en Aitana Mas, que asume los cargos institucionales que ella deja pero crea otros choques entre las dos corrientes del partido, la de Oltra y la del histórico Pasqual Mollà, personificada en la entonces consellera Mireia Mollà, que acabaría apartada del Gobierno por la dirección de Iniciativa. 

Liderazgos internos

En un plano más amplio tiene que ver con la gran pregunta: ¿en quién recae el liderazgo en la coalición Compromís? Estos meses se ha visto, más tras perder el gobierno, que Més e Iniciativa quieren imponerse como el partido con más influencia dentro de la coalición. En la ‘era’ Oltra, Iniciativa, pese a no ser la fuerza mayoritaria, tenia garantizada la voz por la presencia de ella. Sin embargo, tras la salida de la líder de los órganos de dirección, ha habido desencuentros internos que, como cuando el viento se levanta, zarandean a la coalición pero no la tumban. El último, la discrepancia entre Iniciativa y Més para elegir al senador que les toca como grupo parlamentario en las Corts. 

Volver a la oposición no ayuda. Supone menos cargos institucionales y más ímpetu por ganar el pulso interno tras ocho años de gobierno y meses de posponer el relevo claro de Oltra. En las elecciones autonómicas los equilibrios estaban sostenidos. Baldoví iba de candidato a la Generalitat (Aitana Mas se abstuvo de competir con él y tuvo el apoyo de la cúpula para salir en las primarias de Alicante). 

Pero al llegar las generales, a las que Compromís se presentó con Sumar, los resultados catapultaron un nuevo conflicto de cuotas en las instituciones, aterrizado en la elección del senador. En Iniciativa llegan a decir que «no respetar los acuerdos rompe los acuerdos». Més resta importancia y augura futuro a la formación, aunque habrá que ver con qué equilibrios.

Expectativas de futuro

Por otra parte, sobrevuela otro tema que en la época de Oltra estaba anestesiado: iniciar el proceso de unificar Compromís como partido. Iniciativa apuesta por otras fórmulas para mantener la pluralidad —ellos son más a la izquierda en la línea ideológica y el antiguo Bloc tiene una vertiente más identitaria— y Més, desde la salida de Oltra, ha ido sembrando la semilla de este camino. Tras la última bronca, esta opción se aleja. Al menos por ahora.

Lo que está sobre la mesa y puede calmar las aguas es la posibilidad de entrar en el Gobierno con Sumar. Àgueda Micó (Més) y Alberto Ibáñez (Iniciativa) ya son diputados. La expectativa de formar parte del Ejecutivo en coalición con Pedro Sánchez podría dar esperanza al gran anhelo de la coalición: jugar la batalla valenciana en Madrid. Y desde la Moncloa.

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