El PP aleja la crisis con Vox pese a las críticas de Barrera

El vicepresidente del Consell acusa a Feijóo de "escupir a la cara" a la formación de ultraderecha y los populares defienden que la tensión en el Congreso no afecta al pacto valenciano

Mazón, Barrachina, Flores y Barrera durante las negociaciones del pacto entre PP y Vox en junio.

Mazón, Barrachina, Flores y Barrera durante las negociaciones del pacto entre PP y Vox en junio. / Germán Caballero

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

"No tiene nada que ver". La respuesta fue directa y tajante por parte de la síndica adjunta del PPCV en las Corts, Laura Chuliá. Era la manera con la que el PP trataba de cerrar la brecha abierta entre los populares y los voxistas por la elección de la Mesa del Congreso y encapsularla a una votación en Madrid. Que lo que había ocurrido en el Congreso, se quedase en el Congreso y, sobre todo, que no afecte al pacto en la Comunitat Valenciana pese a que una de las críticas más duras había llegado horas antes desde uno de los compañeros de viaje en el Consell.

Y no de cualquiera. Un mensaje en redes sociales de Vicente Barrera, vicepresidente primero de la Generalitat, conseller de Cultura y Deporte y máximo representante del partido de extrema derecha en el Ejecutivo autonómico, trasladó a primera hora de ayer la tensión generada en el parlamento estatal el jueves a la Comunitat Valenciana.

"Que vergüenza Feijóo, escupes en la cara de quién es generoso, te tiende la mano y colabora contigo", escribió Barrera citando una noticia que informaba que Vox se quedaba fuera del órgano de gobierno del Congreso porque el PP no les había cedido un puesto. El mensaje suponía un giro respecto a la actitud mostrada por el vicepresidente primero en el mes que lleva en el cargo donde Vox ha mostrado un perfil bajo en todo en lo que concierne a sus socios.

Dos horas después borró la publicación, pero el incendio ya había estallado. De hecho, las críticas del dirigente voxista a sus socios de gobierno no habían sido una cuestión puntual de Barrera. Fueron varios los cargos de Vox de la Comunitat Valenciana que habían exhibido su malestar con el PP por la decisión de no cederles votos en la confección de la Mesa el jueves lo que dejó a Vox, que había propuesto al valenciano Ignacio Gil Lázaro para repetir en una de las cuatro vicepresidencias, sin puesto en esta institución.

"El PP ha descarrilado", criticó la síndica en las Corts, Ana Vega, que añadió que además de dejar "fuera" de la Mesa al "tercer partido más votado", reprochó que Feijóo fuera a "consolar a la que suelta violadores a la calle" adjuntando una fotografía de Feijóo con la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero. "El PP fue capaz de apoyar a Compromís para que tuviera un sitio en la mesa de las Cortes, pero se ha negado a apoyar Vox", señaló por su parte el diputado alicantino, David García. Hasta la presidenta de las Corts, Llanos Massó, se unió a las críticas retuiteando un mensaje en el que señalaba que el objetivo del PP es "destruir a Vox".

"Somos gente de palabra"

Ese nivel de crítica chocaba con lo visto el día anterior, con la votación todavía caliente. Tras esta, fuentes de la Vicepresidencia primera del Consell rechazaron hacer declaraciones porque aseguraron que no les competía y que su preocupación estaba en la labor de gobierno. Sí que habló el diputado en el Congreso y candidato a la Generalitat el 28M, Carlos Flores, quien señaló que pese a que el PP tiene "18 caras: una para cada autonomía y otra en el Congreso", Vox no iba a romper el pacto valenciano. "Somos gente de palabra", indicó.

A esa línea se acogieron ayer los populares tratando de sellar cualquier vía de agua. "Nosotros tenemos que llegar a acuerdos y cada uno tiene que saber en su comunidad autónoma cómo se tiene que regular, cómo se tiene que gestionar y lo que es el día a día”, indicó ayer Chuliá alejándose de la tensión en Madrid. Y frente a las críticas directas de Barrera, la síndica adjunta se puso de perfil y señaló que cada uno "es responsable de sus redes sociales y eso se lo tendríamos que preguntar a él”. Los populares no quieren sufrir las réplicas de terremotos ajenos.