Equinoccio de otoño y noche polar, ¿qué más?

La noche polar comienza cuando el Sol se pone alrededor del equinoccio de otoño, el próximo 23 de septiembre.

La noche polar comienza cuando el Sol se pone alrededor del equinoccio de otoño, el próximo 23 de septiembre. / Flickr

Si la naturaleza tiene caprichos, este es uno de ellos sin duda. Se acerca la noche polar, un período en el que el Sol no saldrá en varios meses, los termómetros marcarán temperaturas gélidas y muchas ciudades quedarán bajo una hermosa escarcha invernal durante muchos días, ¿por qué ocurre y dónde podremos verlo?

En el Polo Norte, la noche polar comienza cuando el Sol se pone alrededor del equinoccio de otoño, que será el próximo 23 de septiembre. Después de ese día, la duración de la noche será de aproximadamente... medio año. Sí, días sin sol hasta la llegada del equinoccio de primavera, cuando comenzará el día polar y jornadas con 24 horas de luz.

¿Han leído esto con atención? Genial, pues ahora imaginen todo al revés en el hemisferio

sur. Allí, las áreas dentro del círculo polar antártico experimentan los días polares justo cuando el Ártico tiene sus noches. La clave es que siempre ocurren durante los «meses de invierno», que son: para el hemisferio norte, desde septiembre a marzo, y en el hemisferio sur, de marzo a septiembre.

Aunque esto sucede en muchos lugares del hemisferio norte como en Alaska, Suecia, Groenlandia o Rusia, es muy típico que se nos venga a la cabeza Noruega, donde ellos mismos se promocionan como la»tierra del sol de medianoche (para el verano)». Svalbard es el lugar por excelencia, un archipiélago situado en el océano Ártico. Justo allí pronto el cielo se volverá tan oscuro que los días parecerán noches desde noviembre a enero.

En Rusia, la ciudad más grande del círculo polar ártico, se queda sin luz solar aproximadamente 40 días. Se llama Nurmansk, uno de los epicentros europeos de exportación del carbón. A diferencia de otras menos activas, esta ciudad se mantiene ajetreada durante el invierno gracias a la corriente marina cálida del Atlántico que impide la congelación de sus aguas.

Lejos de significar una temporada inmóvil, algunas ciudades como Tromsø, en Noruega, inauguran su temporada de turismo. Miles de viajeros de todo el mundo se desplazan para practicar deportes invernales, avistar ballenas jorobadas o cazar auroras, sobre todoen los meses de enero y de febrero.

Durante las noches polares, el frío se intensifica y no cesa. La temperatura puede no subir de -20 ºC y las mínimas pueden bajar de los -50 ºC. La mayoría de los pueblos y ciudades

continúan su rutina diaria, aunque acumulan más tiempo dentro de las casas y aprovechan para juntarse con amigos y familia a tomar bebidas calientes. Curioso, ¿verdad?