El posible dragado del lago llega a la comisión científica de l’Albufera

La comisión científica de la Junta Rectora del Parc Natural de l’Albufera abordará en su próxima reunión la viabilidad de dragar el lago. Una actuación que periódicamente suscita debates enfrentados por la enorme complejidad y posible riesgo ambiental que encierra, tras décadas de vertidos incontrolados que provocaron el colapso del enclave en los años setenta.La llegada del Partido Popular al gobierno municipal ha reactivado esa posibilidad, como pudo comprobarse en el último «sorteig dels redolins».

En ambos programas electorales, el de María José Català,y el de Carlos Mazón, se contemplaba la extracción de fangos del fondo como clave para la preservación de la laguna, «recuperando la base arenosa y el nivel original del agua». La alcaldesa de València y el concejal Juan Carlos Caballero anunciaron en su etapa en la oposición el impulso a distintas iniciativas en las Corts y en el consistorio para lograr fondos europeos con los que poder desarrollar un proyecto piloto de dragado, consensuado con expertos de las distintas administraciones y sectores implicados en el humedal.

Los expertos consultados por Levante-EMV coinciden al reclamar la necesidad de una batimetría general para conocer el estado actual del vaso, ya que la última se llevó a cabo en 2004 por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Esos estudios de hace veinte años situaban en 4 milímetros el nivel de aterramiento anual, estimación que podría haber variado, aunque hay quienes opinan que podría incluso hacerlo a un ritmo menor de lo previsto.

Una estimación con el Botánic

En la primera legislatura del Botànic, con Elena Cebrián como consellera, se encargó ya a la Universitat Politècnica de València un estudio para evaluar el patrón de acumulación de lodos y poder diseñar futuras estrategias. El departamento de Ingeniería Cartográfica Geodesia y Fotogrametría de la UPV, con el profesor Luis Blanch al frente, fue quien llevó a cabo la actuación pero solo en algunos puntos. De ahí que ahora quienes conocen bien el enclave protegido por una medición global de todo el lecho.

Blanch es de los que siempre ha defendido que hoy en día existe tecnología muy avanzada para retirar las acumulaciones de forma segura. Aunque los datos de hace veinte años hablan de una profundidad media de un metro, en zonas próximas al barranco del Poyo es mucho menor. Voces autorizadas como la del catedrático emérito de botánica de la UPV Herminio Boira insisten desde hace años, y así lo recalcaba en unas jornadas sobre l’Albufera celebradas hace un par de años, «que no hay solución a la colmatación del lago que no sea dragar».

La limpieza de los fondos de la laguna, una opción periódicamente sobre la mesa y siempre polémica, choca con los más de 300 millones que podría suponer la intervención. A la reunión de la comisión científica de la Junta Rectora está previsto que acudan también técnicos del Ayuntamiento de València, del parque natural y de la Confederación Hidrográfica del Júcar.