Problemas técnicos retrasan los depósitos de tormentas que deben proteger l’Albufera

Acuamed afirma que la obra está avanzada aunque con dificultades en la ejecución

Los depósitos de tormentas que recogerán el agua con alta carga contaminante se hallan en Silla, Beniparrell, Albal, Catarroja, Alfafar y Sedaví. Son capaces de retener 100.000 metros cúbicos para bombear después a la depuradora de Pinedo. | M.A.MONTESINOS

Los depósitos de tormentas que recogerán el agua con alta carga contaminante se hallan en Silla, Beniparrell, Albal, Catarroja, Alfafar y Sedaví. Son capaces de retener 100.000 metros cúbicos para bombear después a la depuradora de Pinedo. | M.A.MONTESINOS / minerva mínguez. valència

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

Los seis depósitos de tormenta repartidos en paralelo a la pista de Silla y que frenarán la llegada de vertidos al lago de l’Albufera no estarán concluidos hasta mayo de 2024. Un nuevo retraso, esta vez de año y medio, sobre la fecha prevista inicialmente. Las obras se encuentran en un estado avanzado, pero «dificultades» surgidas en su ejecución impiden el cumplimiento de los plazos según ha podido confirmar Levante-EMV. Fuentes de Acuamed achacan esta nueva demora a cuestiones muy técnicas que, sin embargo, no precisan. Eso sí, subrayan que el volumen estimado de retención de pluviales se mantiene.

Problemas técnicos retrasan los depósitos de tormentas que deben proteger l’Albufera

Problemas técnicos retrasan los depósitos de tormentas que deben proteger l’Albufera / minerva mínguez. valència

La infraestructura, fundamental para l’Albufera como coinciden los expertos, está concebida como un escudo anticontaminación al retener las aguas sucias de once municipios de la fachada oeste del parque natural. Se trata de casi 8,8 kilómetros de un complejo entramado de nuevos ramales de la acequia de Favara y 9,6 km de tuberías diversas. Los diques soterrados estaban diseñados con una capacidad de 100.000 metros cúbicos. En caso de lluvias explosivas, como las de las últimas semanas, almacenarán el agua para ser bombeada después a la depuradora de Pinedo para su posterior tratamiento.

Por control remoto

Los tanques, iniciados en 2010 pero paralizados dos años después, suman un escollo tras otro. El sistema, automatizado por control remoto, supone una salvaguarda para l’Albufera en caso de temporales. Una situación cada vez más recurrente. Su puesta en marcha ha sido una reivindicación periódica de la Junta Rectora del Parc Natural y los grupos ambientalistas . La Generalitat y los trece ayuntamientos afectados, desde València a los que forman parte de l’Horta y la Ribera, no han cesado tampoco en los últimos años en sus exigencias al Gobierno para que reactivara su finalización.

Las obras tendrían que haber acabado en 2015 de no haber se interrumpido pero no se reanudaron de nuevo hasta septiembre de 2021, con una visita previa en el mes de julio ampliamente publicitada. En el tanque de Sedaví , donde se anunció acudieron responsables de la Confederación Hidrográfica del Júcar, la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana y del Ayuntamiento de Valencia, así como representantes de las empresas públicas Acuamed y Tragsa.

No en vano esta actuación, de carácter medioambiental, está catalogada como de interés general del Estado y fue declarada como prioritaria y urgente por medio de la Ley 11/2015, de modificación del Plan Hidrológico Nacional, sin recuperación de costes.

Desde el organismo de cuenca se pusieron plazos para la activación del sistema empezara a interceptar del orden de la mitad de la contaminación que actualmente está recibiendo l’Albufera durante las lluvias copiosas. Un año y medio como tarde.

En los primeros trabajos entre 2010 y la paralización de 2012 se invirtieron un total de 27,42 millones de euros, lo cual representaba el equivalente al 70 % de lo presupuestado. En septiembre 2021 de la reanudación se hizo cargo Tragsa, con un presupuesto de 9,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 15 meses. La puesta en servicio se situaba a finales de 2022 o principios de 2023. Ahora será mayo de 2024.

Cómo atajar la llegada de aguas negras al lago ha sido una constante de las distintas Administraciones. Una de las primeras medidas para la descontaminación de l’Albufera, dentro del denominado Plan de infraestructura sanitaria de la zona costera de la Provincia de Valencia, fue aprobado en enero de 1974 por el entonces Ministerio de Obras Públicas con la zona oeste como prioritaria.