Vivienda

"Dos hombres del fondo buitre reventaron la puerta de mi casa con mi hijo dentro"

La PAH denuncia las prácticas abusivas de los fondos buitre contra "decenas de familias", que incluyen amenazas telefónicas, denuncias falsas y ataques a las familias con empresas de cobro

"Me paso las noches en la orilla de la cama poniéndome diazepam debajo de la lengua. Sin la psicóloga habría hecho alguna locura", cuenta una afectada

Familias valencianas afectadas por el acoso inmobiliario de los fondos buitre.

Familias valencianas afectadas por el acoso inmobiliario de los fondos buitre. / F. Bustamante

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

"Era de noche cuando dos hombres del fondo buitre reventaron la puerta cuando mi hijo estaba solo en casa". Esa fue la primera vez que derribaron la puerta del piso de Adrián, después vendrían más ataques por parte de empresas de cobro.

"Me forzaron la puerta varias veces. Vinieron en muchas ocasiones a amenazarme con que me iban a pasar cosas muy malas. Ahora me siguen llamando sin parar diciendo que a ellos no les importa la ley. Es un infierno", relata Adrián Moasa, un afectado por el acoso inmobiliario que los fondos buitre aplican a sus inquilinos para echarlos y subir el alquiler.

Lo habitual son llamadas amenazantes, que alguien se presente en casa, e incluso ofrecimiento de miles de euros para dejar la vivienda. Da igual que el alquiler esté vigente o la persona esté acogida a una moratoria como en el caso de Adrián. Todo vale para subir la renta y ganar más dinero.

Familias afectadas por el acoso inmobiliario de los fondos buitre en València, jutno al portavoz de la PAH.

Familias afectadas por el acoso inmobiliario de los fondos buitre en València, jutno al portavoz de la PAH. / F. Bustamante

Adrián tenía una hipoteca que pagaba religiosamente, pero le diagnosticaron un cáncer y pasó 4 años con diálisis. Dejó de pagar y perdió la casa, pero un juez atestiguó su situación de vulnerabilidad y sentenció que Adrián podía acogerse a la moratoria hipotecaria vigente hasta mayo de 2024. Es decir, la casa no es suya, pero un juez dictó que debía seguir viviendo allí.

Pero al fondo buitre le importó poco. Al poco tiempo puso su piso en venta en portales inmobiliarios sin mencionar que él estaba viviendo allí. "Cuando dice que es un piso de banco y pone que no viven personas es como si te pusieran una diana en la cabeza", cuenta. "Me forzaron la puerta y llegaron a entrar cuando estaba mi hijo, suerte que tenemos al perro. Hace poco incluso se equivocaron y reventaron la puerta del al lado. Todos los días amenazas telefónicas y todas las semanas se presenta gente en el portal", lamenta.

El de Adrián es uno de los cinco casos de familias que ha presentado este martes la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH en Valencia) como ejemplos de acoso inmobiliario de los fondos buitre. La plataforma se reunirá el próximo día 8 de noviembre con la consellera de Igualdad para reclamarle que tome medidas.

La paranoia ha llegado a tal punto que Adrián y su mujer nunca dejan la casa sola. "Siempre tiene que haber alguien dentro porque tenemos miedo de que alguien del fondo se nos meta si dejamos el piso solo", explica. Todo esto, con una sentencia judicial que dice que Adrián debe permanecer en la vivienda.

Un diazepam y un quinto sin ascensor

Mari Carmen Soto tiene 61 años y vive en un quinto sin ascensor. Tiene tanto miedo que solo baja a la calle una vez al mes. "Voy a cobrar la Renta Valenciana de Inclusión, hago la compra, y vuelvo a quedarme dentro del piso. Solo salgo un día", cuenta. Está aterrorizada igual que Adrián, de que un día alguien del fondo buitre le reviente la puerta y ella se quede en la calle.

Valencia. VLC. Un fondo buitre va a dejar sin casa a una familia con ingresos pero no suficientes para un alquiler o una compra y qu además se encuentran desatendidos por servicios sociales por no estar en la miseria

Valencia. VLC. Un fondo buitre va a dejar sin casa a una familia con ingresos pero no suficientes para un alquiler o una compra y qu además se encuentran desatendidos por servicios sociales por no estar en la miseria / F.Bustamante

Ha vivido 10 años de alquiler con el banco Sabadell, pero la entidad vendió su piso a Promontoria Coliseum, una filial del fondo buitre Cerberus en España. Ahí empezaron los problemas. "Me paso las noches en la orilla de la cama poniéndome diazepam debajo de la lengua. Soy hipertensa y tengo diabetes, y cada día le pido por favor al fondo buitre que dejen de llamar para amenazarme. Que hagan lo que tengan que hacer, pero por favor que no me llamen", explica. Duerme con dos cerraduras puestas y una escalera apoyada en la puerta, para que si entra alguien en mitad de la noche el sonido la alerte.

Con esta vida y sin salir de casa confiesa que "se me ha pasado por la cabeza hacer alguna locura, menos mal que tengo la ayuda de la psicóloga", cuenta mirando a la profesional de psicólogas sin fronteras, entidad que ayuda a la PAH desde hace 10 años.

"Estas prácticas son propias de bestias. Son ilegales y no se pueden consentir. Son un mecanismo de especulación, no solo para ganar dinero, sino para amargarte la vida completamente, y si te tienes que tirar por el balcón de tu casa que te tires", denuncia José Luis González, portavoz de PAH Valencia.

Otros de los grandes damnificados son los niños. Los de Adrián Moasa a penas pegaban ojo y se han tenido que volver a Rumanía, su país natal. "Empezaron a ir muy mal en el colegio y no paraban de preguntarnos si iban a volver esos hombres otra vez por la noche. Eran deportistas de élite, pero lo tuvieron que dejar en esta situación, y les hemos alejado de sus amigos de Valencia por culpa de esto porque consideramos que no podían seguir viviendo en el piso", cuenta.

Aumentar la inspección

Todas las familias han presentado denuncias tanto a la policía como a Conselleria de Vivienda, pero ninguna ha prosperado. Las reivindicaciones de la PAH son que Igualdad (que asume las competencias de vivienda) se tome en serio el problema y que aumente la labor de inspección y persiga más este tipo de comportamientos de los fondos de inversión extranjeros que echan "a la gente humilde de sus casas para subir el alquiler y expulsar a los valencianos de su ciudad".

Valencia VLC Un fondo buitre sube el alquiler a una familia sin recursos de 162 a 700 euros. Calle Torrent.

Valencia VLC Un fondo buitre sube el alquiler a una familia sin recursos de 162 a 700 euros. Calle Torrent. / Daniel Tortajada

Para González el principal problema no se trata de la okupación sino de la carencia de vivienda. "Si no hay casi vivienda a la venta y la que está en alquiler está a precios prohibitivos ¿Dónde pretenden que se metan estas familias? Por favor que alguien nos lo explique", reivindica González.

La PAH ha pedido a los partidos políticos que se alejen de estrategias electoralistas. "No queremos promesas, queremos acciones porque nos jugamos la convivencia democrática. Queremos que hagan algo para garantizar el derecho a la vivienda de la gente", reivindica.