La cultura 'otaku' toma València en un gran espacio donde reina la inclusión

La feria Japan Weekend se consolida como el referente de esta corriente internacional con miles de personas y un centenar de stands para comprar cómics, figuras y videojuegos

El salón se llena de personas caracterizadas de sus personajes favoritos del manga y el anime en un entorno "donde todo el mundo, se sienta como se sienta, es bienvenido"

Amparo Soria

Amparo Soria

Si en su entorno hay alguna persona joven de menos de 20 años, seguro que ha escuchado la palabra 'otaku'. El significado original es el del aficionado a la cultura anime y manga japonesa, los tradicionales dibujos que se emitían en los 90 y los 2000 en las televisiones públicas y privadas y que ahora tienen un espacio consolidado gracias a las redes sociales y las plataformas de contenido. Por eso no es de extrañar que esta cultura japonesa haya crecido en el mundo occidental de forma imparable, y que el Japan Weekend que se celebra en València sea una de las convocatorias que más gente arrastra: esta mañana llegaban centenares de personas a Feria València a disfrutar durante un día y medio de videojuegos, caracterizaciones, peluches, merchandasing y todo tipo de objetos de coleccionista de los que disfruta esta tribu urbana. Un colectivo de personas donde, contra la tónica actual, acogen a todas las personas sin distinción. "Aquí puedes ser quien tú quieras, acogemos a todas las personas sin importarnos su género o ideología, sino tus acciones", dice Minerva, una de las aficionadas que esta mañana disfrutaba de esta feria.

Ella iba disfrazada de Makima, de la serie Chainsaw Man. Junto a ella, Selena llevaba una bandera por los derechos trans. "No es solo diversión, aquí hay debate, siempre desde el respeto y sobre todo desde la inclusión, acogemos a cualquiera: cuando la homosexualidad no estaba bien vista, aquí había un refugio, y sigue siéndolo para las personas con disforia de género o las que no se sienten integradas en la sociedad", dice Minerva, quien reconoce tener 30 años y sentirse segura en un entorno que no juzga, "donde estoy bien".

Para alguien que está fuera de este 'hobbie', visitar la feria es hacer un máster a contrarreloj. Hay más gente disfrazada que vestida de calle, y todo son referencias a series o libros japoneses y no necesariamente nuevos. Es el caso Ángel, disfrazado de Charmander, de Pokémon, junto a Begoña, de Mike Wazowski, de Monstruos S.A.. "Venir disfrazados es una tradición, y antes era casi una exigencia, todo el mundo venía caracterizado y nos relacionábamos entre nosotros. Ahora se ha hecho más grande, los precios han subido y muchos han dejado de venir, al tiempo que se ha abierto más y viene gente no tan aficionada", explica el joven. "Antes todo esto, los dibujos de anime, parecía que eran para niños, pero si los ves de adulto tienen mucha profundidad, y no por ser dibujos animados es infantil", apunta Begoña.

Como ellos, Paula, de 14 años, caracterizada de Misa Amane, de la serie Death Note, o Miguel y Miriam, vestidos de Mandalorianos, de la saga Star Wars. En concreto, ellos visitan esta feria desde 2011, cuando apenas eran unos críos. Forman parte de un grupo de 'cosplay', gente que se caracteriza de forma casi profesional, y se compraron y diseñaron estos trajes de los habitantes del planeta Mandalore.

Al tiempo que unos se relacionan con otros o compran objetos de sagas y películas, en la programación del Japan Weekend también hay lugar para actividades paralelas. En concreto, esta mañana un grupo de K-Pop, estilo musical coreano, actuaba en el mismo recinto ante la atenta mirada de un centenar de personas. Allí, Paula y su padre, Paco, han explicado a este diario que vienen a pasar el día. Él, como padre, participa de la afición de su hija: "Me gusta, no hay ningún extremismo, hay buen rollo, se pueden desinhibir y es en general una cultura", dice. Su hija, Carla, disfruta de todo esto desde que tenía 10 años, y ahora con 15 participa habitualmente en este tipo de encuentros.

Aficionados al manga al anime en Feria Valencia en el Japan Weekend.

Aficionados al manga al anime en Feria Valencia en el Japan Weekend. / L-EMV

Un consumo a la baja tras la crisis

Parte fundamental de esta feria son las tiendas que participan con stands donde comercializan todo tipo de productos. Blue Star, de Málaga, está compuesta por Pablo y Laura y venden su género online y en estas ferias que se celebran por toda España. Lo hacen desde 2017, y la crisis tras la pandemia se ha notado primero por el parón en los eventos y después por la lenta recuperación. "Aún no hemos llegado a los niveles de 2018 y 2019, en 2022 se remontó bastante pero el consumo ha vuelto a bajar un 50 % ahora", dice Pablo. Una de las marcas que más triunfan es Dragon Ball, y los muñecos cabezones de Funko Pop son una de las cosas que más se colecciona.

Pablo y Laura, de la tienda manga y anime Blue Star.

Pablo y Laura, de la tienda manga y anime Blue Star. / L_EMV

Un peluche puede costar entre 35 y 40 euros, y uno de esos muñecos a partir de 15. No es una mercancía barata, sobre todo porque siempre hay marcas detrás, pese a que las falsificaciones son también una realidad. Sebastián, de la tienda Taroa de Granada, también está este fin de semana en València dando salida a sus productos que entremezcla con objetos punk y rock. Las líneas entre una y otra cultura a veces se diluyen: "en verano trabajamos en festivales, y en invierno en ferias, aunque el consumo en general ha bajado bastante", dice el empresario.

Planeta Friki, de Cádiz, es otro de los comercios participantes. Jesús, uno de sus promotores, asegura que en València la cultura 'otaku' es bastante fuerte, tras Madrid y Barcelona, por lo que el éxito este fin de semana está asegurado.