Así será la nueva FP del curso que viene

Un solo sistema de FP para estudiantes y trabajadores, con cinco niveles y la flexibilidad para elegir si estudiar 30 o 2.000 horas. Son algunas de las novedades que Conselleria de Educación impulsará el curso que viene en la Formación Profesional.

Muchas de ellas vienen obligadas por la nueva ley de FP, pero otras corresponden a la remodelación del conseller José Antonio Rovira (PP). Para empezar, todos los institutos ofrecerán la opción de formación de la mano de las empresas (FP Dual). Este es uno de los puntos de la ley estatal, que se inspira en el modelo de Alemania.

La FP dual permite al estudiante alternar el centro educativo y la empresa, donde puede aplicar lo que ha aprendido. La diferencia con la FP tradicional es que, en lugar de realizar las prácticas al final del ciclo cuando ya tiene todos los conocimientos, el estudiante aprende lo práctico con la empresa mientras estudia la teoría en el centro educativo.

El alumnado de FP superior que estudie después la carrera podrá convalidarse hasta 30 créditos

En el actual curso académico hay 117.448 alumnos matriculados en FP en la Comunitat Valenciana, la mayoría de ellos en Grado Superior (48.585), seguido de Grado Medio (46.544). En FP Básica, utilizada para jóvenes que no han conseguido sacarse la ESO, hay 11.891, mientras que los cursos de especialización solo tienen 575 alumnos.

La otra gran novedad es que la FP se unifica. Actualmente hay dos sistemas de Formación Profesional: la FP Reglada (ciclos y cursos de especialización impartidos en los centros escolares) y la FP no reglada (certificados y cursos que dependían del Labora). El año que viene con la nueva ley, todo estará integrado en un único sistema de FP.

Para organizarlo, Conselleria dividirá todo el sistema en 5 niveles, marcados por el número de horas y la flexibilidad de los cursos. Los niveles serán el A, B, C, D y E. . Esta reforma parte de la idea de que, con las innovaciones tecnológicas cada vez más rápidas, va a ser ya muy difícil que un trabajador cubra su vida laboral con la formación recibida en su etapa de estudiante.

Estudios a la carta

Pese a esto, el modelo de formación tradicional diseñado para jóvenes que pueden estudiar a tiempo completo, no se adapta a la realidad de los trabajadores que quieren reciclarse y que tienen responsabilidades familiares y laborales. Por eso el nuevo decreto aprueba formaciones prácticamente a la carta que se dividen en cuatro grados.

El Grado D son 2.000 horas repartidas en dos cursos, es decir, un ciclo de FP tradicional. A partir de ahí se va dividiendo hasta llegar al grado A, formado por la parte de una sola asignatura y que solo requerirá de 30 horas de estudio. Este último grado servirá para especializaciones muy concretas, además será acumulable para cabar consiguiendo certificaciones más grandes. Sólo hay una condición para estas formaciones; ser "coherentes con el mercado laboral" y servir para que alguien encuentre trabajo o tenga más posibilidades, según reza la ley.

El Ministerio de Educación es quien elige las asignaturas de cada título para agruparles en una formación de grado C (que tendrá entre 600 y 1.000 horas). Quienes la completen tendran un "certificado profesional". El Grado B durará unas 100 o 200 horas y también irá certificado.

Estas formaciones van destinadas a, por ejemplo, un trabajador de una empresa eléctrica con años de experiencia que quiera especializarse. Este trabajador podrá matricularse sólo en las asignaturas que le interesen y no volver a cursar contenidos que ya sabe. El objetivo, según explica Conselleria, es que cada persona "pueda diseñar su itinerario profesional en función de las necesidades del mercado de trabajo o de su sector de actividad y compatibilizarlo con su momento vital".

Además de todos estos grados también habrá un "Grado E", conocidos ya coloquialmente como los másteres de la FP. Son cursos de especialización para graduados o trabajadores que tienen una duración de 300 a 900 horas. Según el ministerio, el primer año serán solo una veintena, pero el objetivo es ampliarlos.

Potenciar la orientación

Para llegar a estos objetivos, es clave que Educación potencie la orientación profesional, tanto a los estudiantes como a los trabajadores, para asegurarse de que la formación que buscan se adapte al mercado laboral. De hecho, Conselleria ya anunció que haría cambios en la oferta de plazas de algunos ciclos para adaptarlos a las necesidades del mercado laboral, y evitar generar masas de estudiantes que al acabar su formación no tengan oportunidades de trabajo.

La orientación profesional deberá tener en cuenta "la elecciónde una profesión, el cambio de profesión, la evolución del mercado laboral, las oportunidades de emprendimiento y el desarrollo de habilidades para la gestión de la carrera profesional". En este proceso, consideran clave el apoyo de las empresas.

Convalidar créditos

Los estudiantes de Formación Profesional que decidan continuar sus estudios en una de las universidades públicas podrán convalidarse hasta 30 créditos. Esto supone unas cinco asignaturas y la mitad de un año académico (60 créditos). Así lo ha confirmado conselleria de Educación tras una reunión con los responsables universitarios.

Así, por ejemplo, un estudiante de la FP de Química que acabe el ciclo y decida apuntarse a la carrera podrá convalidarse cinco asignaturas de las 40 que suele tener un grado universitario. Todavía es necesario aterrizar la decisión para aplicarla, y por el momento se han reunido la Secretaría Autonómica de Universidades junto con la de Educación. Esta decisión afectará a los ciclos formativos de grado superior de Formación Profesional, los estudios del Instituto Superior de Enseñanzas Artísticas y los grados Universitarios.

Es la primera vez que dicho reconocimiento de créditos será recíproco, permitiendo que puedan beneficiarse del mismo los estudiantes universitarios que accedan a ciclos superiores de FP.