Premios Jaume I

El plan de Mar y sus amigas para conseguir que Felipe VI les diera la mano

Un grupo de peluqueras de Quart de Poblet han esperado en un punto estratégico para conseguir un saludo del jefe de Estado al salir de la Lonja

Durante horas, han preparado el encuentro comprando labial y crema hidratante para las manos

Felipe VI saluda a los ciudadanos a su salida de los premios Rei Jaume I

G. Sánchez / F. Bustamante / A. Iranzo

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Mar García y sus amigas habían quedado para comer en València, pero la alfombra roja y el despliegue policial en la Lonja les llamó la atención. Por eso pararon a un Policía Nacional, que le explicó que se trataba de los premios Jaume I, que se estaban celebrando en ese momento en la Lonja con la presencia, ni más ni menos, que de su majestad Felipe VI. En ese momento el plan de estas peluqueras de Quart de Poblet cambió radicalmente. Iban a conseguir que Felipe VI les diera la mano y, con suerte, dos besos.

No se podía dejar nada al azar, así que lo primero era encontrar la ubicación exacta, el punto de la valla con más posibilidades de llamar la atención del monarca. Según un empleado de protocolo al que consiguieron atraer, Felipe VI suele saludar a los ciudadanos en este tipo de actos. Había posibilidades.

Pero ¿Dónde colocarse? El lugar elegido, tras contrastar con protocolo y varios policías nacionales, fue la valla frente a la salida de la Lonja, ligeramente a la derecha. Y allí se plantaron Mar y sus amigas horas antes, asegurándose un puesto en primera fila.

Las escaleras del Mercat Central se convirtieron en gradas improvisadas.

Las escaleras del Mercat Central se convirtieron en gradas improvisadas. / Gonzalo Sánchez

El siguiente paso fue preparar el encuentro. Tirando de sus bolsos consiguieron recopilar labial y crema hidratante para manos. Si iban a saludar al rey, no podía ser con las manos secas. Armadas con el móvil de Mar y un palo selfi para documentar el encuentro, ya estaban preparadas para intentarlo.

La figura de Felipe VI es la que más expectación genera cada año en los premios Jaume I, y este no podía ser una excepción. Aunque el jefe del estado acudió sin la presencia de la reina Letizia, fue vitoreado a la salida del coche oficial con gritos de "¡Viva el Rey!", por los asistentes que llenaban la plaza y las escaleras del mercado central, convertidas en grada improvisada para ganar altura y poder ver mejor a las autoridades que llegaban.

Las mejores vistas

Cajas de fruta, taburetes, bancos, o contenedores; cualquier elemento del mobiliario urbano valía para tener una mejor visión de la llegada de las autoridades. El personal encargado de la restauración de la catedral de Valencia también fue un espectador privilegiado de la llegada de las autoridades, empresarios, políticos y figuras de la sociedad civil a los premios.

La plaza se llenó de gente para ver la salida de las autoridades

La plaza se llenó de gente para ver la salida de las autoridades / Gonzalo Sánchez

La alcaldesa de València, María José Catalá, fue la figura política más aplaudida. Más incluso que el president de la Generalitat Carlos Mazón junto al resto de consellers. Otros beneficiados inesperados fueron los puestos del Mercat Central, y en especial los más cercanos a la lonja, como la frutería o la churrería.

Entre el público de todas las edades destacaba una mayoría de turistas extranjeros, que decidieron quedarse al evento o al menos a ver pasar a los invitados. La entrada y salida del rey fue el pistoletazo de salida para que la plaza se vaciara de curiosos.

La gala de premios comenzó a las 12 de la mañana y no acabaría hasta las 14:15 de la tarde, más de dos horas en las que Mar y sus amigas estuvieron esperando, y perfeccionando el qué iban a decir y cuándo para atraer la mirada del monarca.

Momento en el que Mar y sus amigas consiguen el saludo de Felipe VI.

Momento en el que Mar y sus amigas consiguen el saludo de Felipe VI. / M.A.Montesinos

Tras más de dos horas de espera, las puertas de la Lonja se abrieron de par en par y dejaron entrever la silueta estirada de Felipe VI, que efectivamente se acercó al punto exacto de la plaza donde estaban Mar y sus amigas, con manos y labios hidratados para ese momento. La mano de Mar fue la primera que estrechó el monarca mientras las peluqueras filmaban todo con su teléfono móvil sujetado por el palo selfi para un mejor encuadre. Tras varios minutos de saludos, Felipe VI se subió al coche oficial mientras mar y sus amigas repasaban en sus teléfonos el momento. El plan fue todo un éxito.