Paréntesis de calma tensa en el PSPV
Las posibles candidaturas se adentran en un impás en el que no se producen avances en las negociaciones y las lanzas siguen en alto
"La voluntad de cambiar el partido es firme", sostienen los equipos de Bielsa y Soler sin descartar alianzas
Un día más en el PSPV sin movimientos trascendentes en la disputa por la renovación del liderazgo. El partido se ha instalado en una calma tensa, un paréntesis entre la crisis del último viernes, con el amago del líder en Alicante, Alejandro Soler, de anunciar su candidatura, que provocó la intervención de Ferraz parando la jugada, y la convención del próximo fin de semana de todo el socialismo en A Coruña, encuentro que debe ser previo a la ejecutiva del PSPV (esta vez sí) que lance el proceso congresual.
En este impás, las lanzas continúan levantadas, nadie baja la suya, pero se ha impuesto el perfil bajo y la prudencia en las acciones. Se mantienen los contactos discretos, se producen reuniones, pero sin grandilocuencia. Todas las opciones se mantienen abiertas, tanto las de ir a la batalla interna de las primarias como las de posibles acuerdos de integración. «Todo es posible» es la respuesta que ofrecen los entornos de los tres aspirantes, Diana Morant, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa, a día de hoy.
Si una candidatura se ha mostrado algo más activa en los últimos días, tras el golpe de mano del último aplazamiento de la ejecutiva, es la de la ministra de Ciencia, que ayer tomó distancia y la agenda la llevó a Canarias. Quizá la actividad es un efecto óptico porque era también la que se había mantenido más tranquila en las semanas anteriores, después del comité nacional del adiós de Ximo Puig. Morant (los suyos) se ha movido en las últimas horas para hacer llegar el mensaje a la militancia y a los posibles rivales de que va a optar a liderar el PSPV, con seguridad, aunque no lo haya verbalizado cuando se le ha preguntado en actos públicos.
Voluntad de cambio
Mientras, sin dejar las conversaciones internas (con propios y ajenos) y los encuentros (unos más discretos que otros), Soler y Bielsa se mantienen en el sitio en el que están las últimas semanas. «La voluntad de cambiar el partido es firme», insisten los equipos, tanto del secretario provincial en Alicante como del de Valencia.
En tiempos de paradojas, estas también alcanzan al proceso interno de los socialistas valencianos: mientras el argumento oficial para retrasar la ejecutiva del pistoletazo de salida es favorecer acuerdos y consensos al ganar tiempo, las posibles alternativas sostienen que no habrá avances mientras no se active el proceso congresual.
La fecha del congreso es otro enigma. La dirección actual insiste aún hoy en que habría margen reglamentario, a pesar de los requisitos que hay que cumplir (presentación de candidaturas, avales, convocatoria de primarias…) para celebrar el congreso el último fin de semana de febrero, justo después de las elecciones gallegas.
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