La niebla dificulta el control del vertido frente a la costa pero empieza a desintegrarse

La climatología está complicando durante este lunes los trabajos de control del vertido frente al Golfo de Valencia, a unos16 kilómetros, aunque éste empieza a diluirse en el mar. Así lo explicaba Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana. "Durante el día de hoy, por cuestiones de la climatología, por la niebla, los trabajos de seguimiento están siendo un poco más dificultosos, pero la mancha se está disipando y no hay visos tampoco de llegar de forma directa a la costa", señalaba Bernabé. "La desintegración es prácticamente generalizada", remarcaba.

A ocho millas de Cullera

La mancha, detectada el pasado jueves por el radar del sistema satelital, se localizaba a unas ocho millas al este de Cullera como ya avanzaba Levante-EMV entonces. Las primeras muestras recogidas el viernes por la Salvamar Pollux ya daban a entender que se trataba de una sustancia "oleosa y biodegradable". Idea en la que insistía Bernabé en la toma de posesión de la nueva subdelegada del Gobierno en Castellón, Antonia García Valls. Desde el primer momento se estuvo monitorizando la zona.

Fue Capitanía Marítima quien activó el plan nacional por contaminación marina en situación 1 y después fue el Consell quien hizo lo propio con el Plan Territorial de Emergencias en fase de preemergencia. En un principio se apuntaba a un sentinazo, procedente de la posible limpieza de tanques de un buque. Las simulaciones sobre su posible deriva ya descartaban que fuera a acercarse a la orila. Desde el primer momento la coordinación fue máxima entre el Gobierno y la Generalitat, como se aprestaba a señalar Bernabé.

Un helicóptero y dos embarcaciones

Durante todo el fin de semana un helicóptero y dos embarcaciones de Salvamento Marítimo han estado siguiendo la evolución del vertido detectado el pasado viernes por la tarde. La previsión es que fuera reduciéndose a medida que pasaban las horas hasta diluirse totalmente en el agua. La niebla originada por el anticiclón, sin embargo, ha dificultado los trabajos, como incidía Bernabé en Castellón.