Fase de agobio de la sequía

La fase de agobio de la sequía ha comenzado en Cataluña.

La fase de agobio de la sequía ha comenzado en Cataluña. / Efe

Jorge Olcina

En Cataluña ha comenzado la fase de agobio de la sequía actual. En Andalucía comenzará dentro de unas semanas. Y en la cuenca del Segura, a lo largo de la primavera próxima. 

La fase que llamo coloquialmente de agobio es en la que se depende exclusivamente de que llueva. De que el régimen de lluvias de los últimos meses en estas regiones cambie radicalmente. Que comience a llover de forma extraordinaria durante varias semanas en lo que queda de invierno y en primavera. Porque de no ser así, las medidas de restricción en el gasto de agua, agrario y urbano, van a ir cayendo en cascada…

Y vendrá el verano, estación fundamental para nuestra economía (agricultura y turismo), y si sigue el régimen de lluvias como hasta ahora, los daños económicos serán elevados y la pérdida de imagen en los destinos turísticos que tengan que cortar el agua puede ser fatal para su futuro. 

A mí esta fase de agobio me preocupa por los efectos que vamos a ir padeciendo los usuarios. Pero me da también rabia porque manifiesta la dejadez de la política en la solución de los problemas importantes de una sociedad. 

Y esa inacción en las medidas que se deberían haber desarrollado en estos años la pagamos todos. Y luego les votamos como buenos ciudadanos. Pero no se lo merecen. 

Dejar sin agua a una sociedad es la peor herencia que puede dejar la política en un territorio. Podemos acostumbrarnos a otras dejadeces, pero no podemos quedarnos sin agua. Y eso es lo que va a pasar, lamentablemente, en los próximos meses. 

Los modelos de predicción a medio plazo (NOAA, ECMWF, AEMET) no son nada optimistas sobre las lluvias en el área mediterránea de nuestro país hasta el otoño. En este caso, rogaremos que se equivoquen. Pero cada vez son más certeros estos pronósticos estacionales. Ahora nos daremos cuenta de lo que supone dejar a un país sin un esquema nacional del agua que planifique este recurso al menos hasta mediados del presente siglo, teniendo en cuenta los cambios que el cambio climático está imprimiendo en las precipitaciones.