Fiscalía pide tres años de cárcel a tres vigilantes de seguridad por la agresión a un joven al grito de "moro de mierda"

La acusación solicita que se aplique el agravante de racismo

El juicio está previsto para el 1 de marzo

Imagen de archivo de otro joven migrante que fue agredido en València en 2019.

Imagen de archivo de otro joven migrante que fue agredido en València en 2019. / Levante-EMV

Mónica Ros

Mónica Ros

Tres años de cárcel. Eso es lo que pide la Fiscalía Provincial de València para los tres vigilantes de seguridad de una discoteca de València acusados de haber agredido supuestamente a un joven de origen marroquí al grito de "moro de mierda". Los hechos ocurrieron el pasado 6 de marzo de 2022 pero el juicio se celebrá el próximo 1 de marzo. El joven denuncia que esa noche después de que algunos empleados de la discoteca le obligaran a salir del local por no tener entrada para estar en la zona VIP, los tres acusados "se dirigieron a él y le propinaron diversos golpes, causándole lesiones consistentes en fractura de huesos propios de la nariz y erosiones en el cuello y muñeca". El joven tuvo que ser atendido por el servicio de urgencias.

La Fiscalía provincial de Valencia considera que los hechos denunciados son constitutivos de un delito de lesiones con la agravante de abuso de superioridad y pide tres años de prisión y una indemnización conjunta de 2240 euros para los tres vigilantes de seguridad.

Por su parte, la acusación del joven considera que los hechos revisten caracteres y elementos suficientes para ser considerados un delito de lesiones y un delito contra la integridad moral con la agravante de discriminación racista y de abuso de superioridad. Y es que J.E. denuncia que durante toda la comisión de los hechos los vigilantes se dirigían a él como "moro de mierda" y "moro de mierda, te mato". El abogado responsable de la acusación, Juan Molpeceres, sostiene que debe considerarse un delito de odio porque "desde el principio van a por él y no a por otro, todos los comentarios son dirigidos a su condición y le agreden a la vez que le insultan, dejándole tirado".

Atendido y acompañado por València Acull

J.E., denunció ante la Policía y posteriormente fue atendido por el equipo de igualdad de trato y no discriminación de la entidad València Acull. Desde la entidad, por un lado, destacan la "importancia de la acción de denuncia de J.E. para evitar que se produzcan situaciones similares con impunidad". Por otro lado, coincidimos con la acusación en que los hechos "pueden ser constitutivos de un delito de odio, puesto que existen indicios suficientes para señalar que los acusados cometieron los hechos movidos por una motivación racista".

"Cabe recordar que la discoteca afectada está integrada en la Ciutat de les Arts i les Ciencies, teniendo una concesión del espacio por medio de la Generalitat Valenciana. En un primer momento, la empresa que gestiona la discoteca negó ante los medios de comunicación la implicación de su personal e incluso trato de desacreditar la versión del joven. Sin embargo, al visionar las imágenes de las grabaciones de esa noche, los mismos trabajadores investigados involucraron a otros empleados entre los agresores del denunciante. Aunque la misma empresa haya tratado de desvincularse del ataque racista llegando a asegurar que su plantilla es 'plurinacional', en internet se pueden encontrar numerosos comentarios de clientes y clientas de la discoteca denunciando actitudes racistas y machistas de los vigilantes", explican desde la entidad social.