Ximo Puig apuesta por un 'New Deal' para reforzar el PSPV y pide reivindicar el legado contra la derecha

El secretario general se despide fijando el populismo, el nihilismo y la uniformidad como los desafíos que "condicionarán la suerte de los valencianos"

Ximo Puig, en el congreso del PSPV en Benicàssim.

Ximo Puig, en el congreso del PSPV en Benicàssim. / Toni Losas

Iván Checa

Era el último discurso de Ximo Puig como secretario general del PSPV antes de ceder definitivamente el testigo a Diana Morant y tocaba echar la vista atrás a los últimos 12 años al frente del partido, pero también a los retos de futuro para el partido con la vista puesta en el objetivo final de recuperar la Generalitat en el 2027.

El expresident propuso para ello un New Deal, que ya en su día sirvió para modelar los estados de bienestar, basado en tres miradas: audacia política, rotura de dogmas y un nuevo pacto con la sociedad valenciana. "Celebramos el congreso con cierto aroma a New Deal, a un nuevo acuerdo para el partido, pero sobre todo para el país", dijo Puig.

Liberar instituciones

"Audacia política para renovar equipos y elegir un liderazgo moderno e imparable, el de Diana Morant", desarrolló, aludiendo también a la "ruptura de dogmas, porque la diversidad es positiva, sin barreras entre unos y otros". Y por último, "un nuevo pacto con la sociedad valenciana, que libere instituciones del sectarismo, la parálisis y la ausencia de proyecto para la Comunitat Valenciana".

Un camino que, eso sí, quiso dejar claro que "ya no me corresponde a mí perfilar", pasando a ser "un militante más". No obstante, el expresident advirtió del "peligro de que la derecha manipule el pasado y reescriba la historia de la última década, imponiendo un relato falso para diluir realidad".

"Tenemos la obligación de fijar bien lo que ha pasado, no por nostalgia estéril y menos por autosatisfacción, sino para mirar adelante", añadió el todavía secretario general del PSPV, quien incidió en que "es el momento de afrontar esas ideas que están intentando hacer", planteando para ello la necesidad de "destacar el legado compartido del conjunto de la sociedad valenciana, el itinerario de reparar, recuperar y renacer".

Dignidad de víctimas de metro o los dependientes

"Se concreta con la dignidad con las víctimas de metro, con los enfermos de Hepatitis C, con miles de dependientes, con la manipulación de Canal 9, con los barracones de la vergüenza y las víctimas del machismo", enumeró Puig, poniendo sobre la mesa también indicadores socioeconómicos como los 450.000 puestos de trabajo creados en la Comunitat o el escenario "positivo" creado para la inversión.

Ahora bien, también puso sobre la mesa desafíos. El primero dijo que es el populismo, para lo que indicó que "hay que ir a las causas del malestar, pues el futuro depende de que le demos respuesta". "Ustedes, a las cosas", pronunció parafraseando a Ortega y Gasset. El segundo de los retos para Puig, el nihilismo, hacer pensar que no se puede cambiar nada. "Tenemos que dar combate de ideas, a la democracia se le ha dado tantas veces por muerta como al teatro o la radio", apuntó.

Y, en tercer lugar, la uniformidad. "Solo puede gobernar bien el que comprende las diferencias de sus gentes, con amplitud de miras", señaló, criticando que el ejecutivo autonómico "está ocupado por unos que rechazan el estado de las autonomías y otros que renuncian al autogobierno".

"Sentimiento de gratitud"

Más allá, como en cualquier despedida, hubo espacio para los agradecimientos. "Por encima de todo hay un profundo sentimiento de gratitud", compartió, refiriéndose a los compañeros de sus ejecutivas, a personas que ya no están, a sus predecesores o incluso a los militantes.

"Estoy seguro de que más pronto que tarde se abrirán nuevas alamedas con Diana", declaró, defendiendo que "nuestro proyecto se sustenta en el hombre olvidado. Nunca olvidemos al hombre olvidado", recalcó. "Gracias por estos 12 años, por hacerme un poco mejor y por vuestro cariño compartido. Os dejo en buenas manos", añadió. "Os dejo en buenas manos. Ni la distancia será la ausencia ni el silencio el olvido. Siempre a vuestro servicio", cerró emocionado entre un sonoro aplauso antes de la proclamación definitiva de Diana Morant como secretaria general del PSPV.