UGT pide incorporar educadores sociales en los institutos para frenar las agresiones a profesores

Educadores sociales en los institutos para frenar las agresiones a profesores que "van al alza". Es lo que reclama el sindicato UGT, que se concentró este lunes en Conselleria de Educación, tras los recientes casos de palizas de estudiantes a sus docentes o de estudiantes entre sí vistos en la Comunitat Valencia.

Para el sindicato se trata de una realidad preocupante y no hay medidas para atajarla. "Hay un agujero muy grande en estas situaciones. Si expulsas a un chico por alteración grave de la convivencia puede ser incluso peor para él, pero si no lo haces das la sensación de impunidad", explica Killian Cuerda, docente de historia.

Por eso reivindican la implantación de una medida que ya funciona en muchas autonomías de España, entre ellas Andalucía o Cataluña: la incorporación de educadores sociales como un trabajador más de los institutos públicos. En la C.Valenciana hay escasas experiencias, y en todo caso es un trabajador que sufraga el ayuntamiento, pero los casos de Mislata o Masamagrell, donde está implantado, han mostrado una mejoría sustancial en los problemas en el aula.

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Además del cuerpo de educadores, que piden que sea gestionado por Educación, el sindicato ha reclamado la aprobación de un protocolo contra las agresiones al profesorado, y que este tipo de situaciones se cuantifiquen para poder medir el problema. No hay estadísticas oficiales y lo que más se acerca son los datos del "defensor del docente" del sindicato FSIE o el Previ de Consellria. En el curso 2021-22 el sistema educativo valenciano registró 437 agresiones a profesores. "El hecho de registrar las agresiones sirve para evaluar la gravedad de la situación y que el profesorado tenga la protección que necesita", explica Javier González Zurita, de UGT.

Falta de profesionales

Actualmente ya hay educadores sociales en el sistema educativo valenciano, aunque solo 22 para todo el territorio. Trabajan en las 24 Unidades Especializadas de Orientación (UEO) que hay en la Comunitat, y según explica Norma Gosálvez, gerente del colegio de educadores sociales "son insuficientes para tratar todos los casos".

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Por otro lado, "los docentes tampoco están capacitados para gestionar estas situaciones con alumnado tan conflictivo, ni trabajar en la prevención", cuenta Gosálvez. Lo ideal, según explica, es que no se expulse a estos chavales del sistema educativo, ya que es una medida que los lanza directamente a la marginalidad, además de que "tienen derecho a la educación como todo el mundo".

Las agresiones físicas son solo la punta del iceberg, ya que lo más común son las amenazas o insultos de alumno a profesor, o agresiones entre propios alumnos. Más que las heridas físicas, las principales consecuencias son emocionales para los docentes "lo cual afecta gravemente a su bienestar y a su capacidad para desempeñar bien la labor educativa", critica el sindicato.

Además, UGT exige la implementación del Plan de Salud Mental de la Generalitat Valenciana, tal y como prometió el gobierno autonómico. "Es urgente la contratación de especialistas en psicología clínica y general para promover el bienestar emocional o psicológico de toda la comunidad educativa y mejorar la convivencia escolar en coordinación con los departamentos de orientación y personal educador social".

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