Día Mundial del Cáncer de Colon

"Si Kate Middleton dijera qué cáncer tiene, ayudaría a visibilizar más la enfermedad"

Miriam Maestro ha superado la enfermedad y destaca la importancia de la prevención que, en su caso, impidió que la enfermedad se extendiese

El cáncer colorrectal es el segundo más mortal, pero nueve de cada diez casos se podrían curar si se detectasen a tiempo

Miriam Maestro cuenta su experiencia con el cáncer de colon en las instalaciones de la AECC en València.

Miriam Maestro cuenta su experiencia con el cáncer de colon en las instalaciones de la AECC en València. / Daniel Tortajada

Lluís Pérez

Lluís Pérez

"Es importante hablar de cáncer en todos sus aspectos. Si no lo hacemos, la enfermedad se agranda". Así de contundente se expresa Miriam Maestro, una valenciana de 50 años y madre de dos hijos adolescentes, cuyo últimos dos años han estado marcados por el cáncer de colon; no por una "grave enfermedad", un término que aboga por borrar del vocabulario social y sustituirlo por el término concreto: cáncer. Con motivo del Día Mundial contra el cáncer de colon, que se celebra este domingo, Levante-EMV se reúne con ella en las instalaciones de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en València, para contar su experiencia y resaltar dos aspectos fundamentales en su vivencia: el trabajo psicológico y la prevención.

El primero de ellos ha sido fundamental en su caso, le ha salvado la vida porque el personal médico detectó su cáncer en un estado inicial, con altas tasas de supervivencia, a pesar de que el cáncer de colon es el segundo más mortal en la Comunitat Valenciana, por detrás del cáncer de pulmón. "En enero de 2023, comencé con mucho estreñimiento y un olor diferente en las heces y, por la noche, tenía molestias en la zona abdominal". Acudió rápidamente a su médico de Atención Primaria y, aunque en el primer análisis solo tenía una proteína con niveles por encima del nivel habitual, insistió porque "sentía que algo no iba bien" y porque tenía el antecedente de su padre, quien falleció por un cáncer de hígado. Su perfil no es el más habitual en esta tipología de cáncer -predomina en las personas mayores de 75 años-, aunque la vida de Miriam estaba marcada por el sedentarismo, uno de los principales factores de riesgo.

En la tercera prueba, al ver que esta proteína solo hacía que aumentar sus niveles, le realizaron una prueba del cribado oculto en heces, con resultado positivo y la derivaron al hospital. Una colonoscopia determinó que era enferma de cáncer de colon. En septiembre, nueve meses después de las primeras molestias, se sometió a una cirugía para extirpar el tumor por completo y no ha necesitado de quimioterapia, radio o inmunoterapia tras la operación. Sabe que no es lo habitual y, por eso, cuando la oncóloga le contó que no era necesario un tratamiento adicional, dudaba hasta que le dijo: "Es una buena noticia".

Por eso, tiene clara su recomendación: "si algo no va bien, hay que mirarlo, ir al médico y pedir un diagnóstico". Es consciente de que "todos tenemos miedo", pero en caso de tener una enfermedad grave, es conveniente tener la información cuanto antes. En su caso no tiene dudas: "si no llego a ir, mi cáncer se hubiera extendido".

Miriam Maestro relata su experiencia con el cáncer de colon.

Miriam Maestro relata su experiencia con el cáncer de colon. / Daniel Tortajada

La importancia de cuidarse

Su relación con la AECC comenzó cuando su padre padeció la enfermedad y, al conocer que ahora la enferma era ella, volvió sin pensárselo. "Me han ayudado a convivir con la enfermedad -, asegura-; sobre todo, a nivel psicológico porque tienes que pasar el duelo y adaptarte a tu nueva vida"; también a asumir que no debía anticiparse y plantearse escenarios a los que aún no había llegado -reconoce que es "inevitable"- y admitir que no somos súper madres y que "es importante pensar en una misma". Ella, físicamente ha estado aparentemente bien porque no ha sufrido el deterioro físico provocado por el cáncer que tienen otros enfermos; pero ha tenido que aprender a priorizarse por encima del resto y a cuidarse.

Para ello, realizó el postoperatorio en casa de su madre y, cuando estuvo recuperada, volvió a casa. "Mi marido y mis hijos entendieron que tenía que recuperarme y han tenido mucha paciencia también", relata. Ella misma ha tenido que ser consciente, también, de que ellos también tenían que pasar su propio duelo. "Ahora soy consciente de que han padecido -, explica-. Antes no lo entendía y solo pensaba en que era yo la afectada". Sin embargo, ninguno de ellos tres ha acudido a terapia psicológica y no se han acercado a la asociación para conseguir herramientas con las que convivir con la enfermedad de su madre y esposa.

Referentes de visibilización

A lo largo de la conversación, surge irremediablemente la figura de Kate Middleton; está de plena actualidad. "¿Por qué no dice qué tipo de cáncer tiene? -, se pregunta-. Si lo dijera ayudaría a mucha gente y visibilizaría la enfermedad". En definitiva, la princesa es un caso más de "que hay cierto temor a hablar del cáncer -, reafirma Miriam-. Yo no he pasado una grave enfermedad, he tenido cáncer de colon".