Los trabajos de excavación y exhumación practicados en el cementerio de Enguera bajo la tumba de José María Albiñana han finalizado con un resultado bastante desalentador. De los nueve fusilados republicanos que se esperaba encontrar en la intervención, únicamente ha podido recuperarse el cuerpo de uno de ellos.
Según informa la Asociación Progresista Socialista de Enguera, las tareas en la fosa se han tenido que dar por zanjadas ante la obligación de ajustarse al proyecto aprobado y a la financiación obtenida con las subvenciones de la Conselleria de Participación y Calidad Democrática y de la Diputación de Valencia, después de que a finales de febrero se ampliaran unos días más en el tiempo y en el perímetro respecto a los plazos y las superficies inicialmente marcadas.
La imposibilidad de localizar por ahora a las demás víctimas ha radicado en las dificultades que se ha encontrado en la zona el equipo de arqueólogos de ArqueoAntro por las construcciones funerarias y los enterramientos comunes practicados en las décadas posteriores al año 1939. De hecho, los especialistas rescataron doce esqueletos durante las excavaciones que correspondían a sepulturas más recientes.
En cualquier caso, desde la Asociación Progresista Socialista de Enguera no arrojan la toalla e inciden en que cabe la posibilidad de desplegar una segunda fase de excavaciones en la zona aledaña a la tumba de Albiñana para intentar localizar la continuación de la fosa inicialmente identificada, para «descartar toda la zona posible señalada en los testimonios recabados».
Después de tres semanas de excavaciones, el equipo de ArqueoAntro recuperó el 18 de febrero el cuerpo del entonces teniente encargado de la orden pública local, Pedro Herrero Barceló, que fue asesinado de un tiro cuando tenía 41 años.
Las tareas sobre el terreno en el cementerio de Enguera comenzaron a finales de enero después de varios años de trámites y han sido especialmente complicadas, puesto que la fosa está situada debajo del mausoleo franquista del doctor Albiñana, que tuvo que desmontarse para buscar los cuerpos de nueve represaliados en 1939, entre ellos los de dos alcaldes de los años de la Segunda República, tres regidores, un oficial de prisiones y dos miembros del comité popular de Enguera.
