El colegio en obras de Bocairent acumula más retrasos al rescindirse el contrato

El ayuntamiento liquida el acuerdo por "retrasos continuos" y el nuevo centro no estará para el próximo curso. Tres años después de la firma solo se ha ejecutado una de las dos fases del proyecto

El alcalde lamenta la situación, pide paciencia y confía que el nuevo proceso administrativo para licitar los trabajos pendientes “sea en el mínimo tiempo”

Instalaciones del colegio Lluís Vives de Bocairent.

Instalaciones del colegio Lluís Vives de Bocairent. / Levante-EMV

R.Tomàs.

El Ayuntamiento de Bocairent ha rescindido el contrato con la empresa encargada de las obras de ampliación y rehabilitación del CEIP Lluís Vives -el acuerdo de resolución se aprobó por unanimidad en el pleno del pasado 6 de julio- y el nuevo colegio no estará listo para el próximo curso escolar. El gobierno de Xavier Molina ha decidido liquidar el contrato con la UTE formada por Assistacasa SL y Edificacions i Reparacions Tarraco SL, firmado el 30 de septiembre de 2020 por 3.963.338 euros, tras los “retrasos continuos” en la ejecución de las obras y “problemas constantes por parte de la empresa adjudicataria”, afirman desde el consistorio, que señalan que la situación era “completamente insostenible”.

El proyecto para la reforma y ampliación integral del colegio público Lluís Vives, dentro del Pla Edificant de la Conselleria d’Educació de la Generalitat Valenciana, contemplaba dos fases: una para el nuevo edificio de infantil y nuevo comedor; y la segunda fase para la rehabilitación integral del edificio de primaria, construcción de un gimnasio y la renovación integral de las pistas deportivas y el patio. Tres años después de firmar el contrato, solo se ha ejecutado la primera fase, y el pasado curso ya estuvo en funcionamiento el nuevo aulario de infantil y el comedor; mientras que la segunda, que afecta al de primaria, sigue pendiente y habrá que licitar estos trabajos de nuevo, con un nuevo procedimiento administrativo.

Las obras en el colegio comenzaron en diciembre de 2020 y, según ha explicado el alcalde, Xavier Molina, hubo varios retrasos “justificados” al inicio de la ejecución, “retrasos por problemas en los cimientos, por la pandemia, por asuntos con Iberdrola o por la licitación de las aulas prefabricadas para acoger a los alumnos mientras duren las obras”. Retrasos justificados por los que el ayuntamiento fue concediendo prórrogas a la empresa, la última de ellas en diciembre de 2022, cuando el ayuntamiento se plantó ante la mercantil después de que esta paralizara las obras “unilateralmente” en septiembre de 2022, señala Molina. Entre ese septiembre y el 26 de diciembre de 2022, cuando finalizaba la última prórroga que se les concedió, la actuación estuvo parada. El alcalde explica que “intentamos reconducir la situación para evitar la resolución del contrato. Tuvimos varias conversaciones con la empresa y la conselleria, pero fue imposible reconducir la situación”, afirma Molina. La empresa tampoco quiso acogerse a la revisión del proyecto ante la subida de precios de materiales, “una opción que le propusimos a la empresa, ya que la conselleria habilitó mecanismos para ello, pero no quisieron tramitarlo”, indica el primer edil.

La concejala de Educació, Vanesa Doménech, también incide en estas gestiones del consistorio, remarcando que “el ayuntamiento ha hecho todos los esfuerzos posibles para revertir esta situación, pero dada la imposibilidad, en enero, la junta de gobierno local acordó iniciar el proceso de rescisión del contrato”.

En enero de este 2023 el ayuntamiento inició los trámites para rescindir el contrato con la firma adjudicataria, una rescisión que ha sido aprobada en el pasado pleno municipal. Xavier Molina explica que ahora están pendientes de licitar las obras que restan por ejecutar, pero antes la conselleria tiene que aprobar la liquidación del contrato inicial, se tienen que volver a redelegar las competencias de la obra en el ayuntamiento y una vez esté esto liquidado se podrá lanzar el contrato para la nueva adjudicación. “Eso requiere un tiempo administrativo que esperamos que sea el mínimo y que cuanto antes se pueda licitar el nuevo contrato”, afirma Molina, que apunta que desde el ayuntamiento “ya estamos modificando el proyecto, porque hay que revisar precios y hacer algunos ajustes, para agilizar también el proceso”.

La edil Vanesa Doménech explica que en los últimos meses han trabajado con la conselleria “para poder completar el proyecto con una nueva empresa, que tendrá que asumir el 48% de la obra no ejecutada”. La regidora expone que “ya tenemos lista la solicitud para que la Generalitat redelegue las competencias de nuevo en el ayuntamiento y podamos llevara a cabo un proceso de licitación que seleccione una empresa diferente”. Doménech confía también que la tramitación administrativa “no se alargue mucho”.

El alcalde de Bocairent lamenta que “tres años después de adjudicarse las obras solo se ha podido concluir una fase del proyecto”, y reconoce que el inicio del próximo curso “se plantea en las mismas circunstancias que el pasado”, con las clases en las aulas prefabricadas, pero confía que “sea el mínimo tiempo posible”. Xavier Molina remarca que la comunidad educativa “sufre desde hace demasiado tiempo una situación de provisionalidad y de precariedad que no merece, y está haciendo un gran esfuerzo”. Pide paciencia, destacando que “si ese sacrificio se ve acompañado por las obras en marcha no es lo mismo que el curso pasado, cuando los trabajos estaban parados”, en alusión a que la actuación va a retomarse para que esté lista cuanto antes.