Ontinyent necesita más valquirias

La paridad sigue siendo una asignatura pendiente de los Moros i Cristians: menos de un tercio de los 30 cargos y «primers trons»  de este año son mujeres y ninguna figura en los puestos de más visibilidad 34 años después de la primera escuadra femenina 

El pregronero Toni Morales abre el debate: "¿Para cuándo una presidenta de Festers?"

Una carroza de mujeres en la Entrada cristiana de 2022.

Una carroza de mujeres en la Entrada cristiana de 2022. / PERALES IBORRA

Sergio Gómez

Sergio Gómez

En 1989, una escuadra de mujeres de la comparsa Fontanos desafió las normas establecidas e irrumpió por primera vez en la Entrada de Moros i Cristians de Ontinyent después de más un siglo de veto a la presencia femenina en el desfile.

34 años más tarde, el número de festeras se ha expandido considerablemente en la ciudad y su participación en los actos de la tradición morocristiana se ha normalizado, pero la paridad está lejos de visualizarse en la estructura de los puestos de más responsabilidad y los avances tampoco terminan de verse reflejados en determinados aspectos de la programación de la Semana Grande.

Menos de un tercio de los 30 cargos de la edición de los festejos de 2023 son mujeres. Este año, tantos los dos capitanes morocristianos, como los dos abanderados y los dos embajadores son hombres. De los 24 "primeros trons" de cada comparasa, solo 8 tienen rostro femenino: cuatro por el bando de la media luna y cuatro por el de la cruz. El desequilibrio, que parece haber ido en aumento, preocupa en algunos sectores de la fiesta que advierten de la necesidad de articular cambios para que la composición de la fiesta se mire más en el espejo de la sociedad.

Esa presencia de cargos altamente masculinizada se evidenció a la hora de decidir y entregar los premios del concurso de cabos de escuadra infantil, tras la deliberación de un jurado formado por los "primeros trons". En la foto todo eran hombres salvo la regidora de Fiestas. Los dos ganadores del concurso (tanto el moro como el cristiano) fueron niños.

En la modalidad adulta del concurso, en la que se premia a los mejores jefes de filas de la Entrada, rara ha sido la vez en la que el máximo galardón ha recaído en una mujer. Los criterios empleados por quienes deliberan habitualmente siguen valorando más el desempeño de los hombres en los desfiles.

Salvoel paréntesis de 2022, en el que Reis Alborch comandó las tropas cristianas al frente de la comparsa Llauradors, en las cuatro ediciones anteriores (de 2016 a 2019) los dos capitanes designados han sido hombres. En 2015, en cambio, los dos bandos estuvieron dirigidos por mujeres por primera vez en la historia.

Solo en seis ediciones de la fiesta ha habido capitanas morocristianas mujeres

La primera capitana de los Moros i Cristians fue Patricia Conejero, en el año 2000. También hubo mujeres ostentado el cargo de mayor visibilidad en la Entrada en 2002, 2012, 2013 y 2014, pero el resto de años han sido ellos los que lo han ocupado.

La inquietud por fomentar una representación más igualada se ha colado este año en el debate público en plenas fiestas. Durante su discurso de apertura del pasado domingo, el pregonero de este año, el expresidente de la Societat de Festers Toni Morales, puso el foco en que ha llegado el momento de que una mujer asuma (por primera vez y por fin) las riendas de la entidad organizadora de las fiestas en la próxima convocatoria de renovación de cargos. La capitana de 2022 e integrante de les Valquíries Reis Alborch se pronunció ayer en la misma línea

A principios de este año, el Ayuntamiento de Ontinyent presentó un documental que narra la gesta de la escuadra femenina de les Valquíries, un hecho histórico que abrió las puertas a miles de mujeres a poder participar activamente en las fiestas. "Había que dejar constancia gráfica y divulgarlo para hacer visible la lucha de las mujeres para ir incorporándose a los distintos ámbitos de la sociedad”, resumió en su momento el proyecto la regidora de Igualdad, Natàlia Enguix. Más de tres décadas después, el ejemplo de las Valquírias sigue más vigente que nunca.