Los investigadores auguran más hallazgos en el santuario paleolítico de Millares

Virginia Barciela (UA) y Aitor Ruiz-Redondo (UZ) han sido dos de los expertos que han estudiado de forma preliminar la «Cova de les Dones»

 Tres investigadores de las universidades de Zaragoza (UZ) y Alicante (UA) han descubierto el mayor yacimiento de arte rupestre paleolítico del este de la península Ibérica, con más de 100 pinturas y grabados de cerca de 24.000 años en la ‘Cova de les Dones’ de Millares. El hallazgo se ha hecho público esta semana, aunque tuvo lugar hace dos años. Y los responsables no dudan sobre la presencia de más «tesoros» en las cavidades. Auguran más hallazgos en el santuario de Millares. 

Así lo explicó ayer a Levante-EMV Virginia Barciela (UA):«Solo hemos hecho una pequeña parte del trabajo. Tenemos que continuar con la prospección intensiva de las paredes y la revisión de aquellas zonas en las que sabemos que hay representaciones —especialmente pintadas— mal conservadas y que requieren muchas horas de observación para poder saber ante qué tipo de figuras estamos. Estos estudios son muy minuciosos y menos románticos de lo que parece».

En los mismos términos se movió el investigador Aitor Ruiz-Redondo (UZ):«Hemos revisado todas las paredes, aunque quedan unas galerías laterales a las que se tiene que acceder con equipo de escalada. Está casi todo mirado. Habrá más descubrimientos, seguro. No nos hemos puesto a leer todas las zonas, a concretar si hay 57 o 150 lineas que se superponen. Tendremos que volver, hacer registros para documentación, fotografías multiespectrales, ver cosas que no salen con el ojo desnudo. Llevamos muchos años en esto y somos gente muy sensata. Hemos sido precavidos».

Los investigadores visitaron la zona para estudiar unas posibles afecciones. Solamente Barciela conocía la cavidad, ya que la recorrió hace 20 años: «Entonces, me quedé francamente impresionada. Después, he recuperado las anotaciones de aquel día sobre la topografía donde indicábamos en algunas zonas la existencia de marcas de garras de oso, grafitis históricos y algunos grabados, aunque en su momento era muy inexperta en la materia y no supe muy bien de qué se trataba. En 2021 visitamos la cavidad porque estábamos haciendo una valoración del impacto de actividades lúdicas y deportivas en entornos de yacimientos arqueológicos emblemáticos. Al entrar, descubrimos unas pinturas y algunos grabados claramente paleolíticos. Creo que nadie está preparado para ver lo que vimos en ese momento. Entre las pinturas se encontraba la ya famosa cabeza de uro, un tipo de toro extinto. La ley establece que hay que informar a la Dirección General inmediatamente y así lo hicimos».

Todos los trabajos realizados se han llevado a cabo con financiación propia, pero dada la dimensión del descubrimiento los investigadores apostarán por contar con el respaldo de las administraciones públicas en la próxima campaña en Millares.

Queda mucho por hacer. De momento, se han realizado las labores de topografía, confeccionando un plano preciso de la cavidad. Los investigadores han marcado con detalle las zonas revisadas y los hallazgos realizados: «Nuestro trabajo hasta ahora ha sido prácticamente ese y la realización de fotografías de todo. También hemos realizado alguna documentación 3D. Estamos en un momento muy preliminar».