Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Emilio de Justo: "Voy a entregarme en València para dar lo mejor de mí"

Comparte cartel con Román en una tarde en la que el valenciano reaparece de su gravísima cornada

Emilio de Justo: "Voy a entregarme en València para dar lo mejor de mí"

¿Qué significa debutar como matador de toros en la plaza de València?

Una gran ilusión porque no pude torear en Fallas. Voy a entregarme para dar lo mejor de mí con el objetivo de expresar el toreo que llevo dentro. València es una tierra muy torera y muy aficionada y se merece que vea mi mejor versión. Espero que también sea un día bonito para mi compañero Román para que podamos dar al público una gran tarde de toros.

Román reaparece de la gravísima cornada de Las Ventas.

Sí, se merece lo mejor esta tarde por la dureza del percance que ha pasado. No nos conocíamos personalmente hasta que fui al hospital a visitarlo en Madrid y, a partir de ahí, nos unió un bonita amistad. A Román le admiro como torero y persona porque es un ser especial, honesto y sincero. Trasmite mucha felicidad y seguridad en lo que hace y yo, que soy más introvertido y serio, cuando estoy con él me traslada alegría.

¿Habéis preparado juntos el mano a mano?

Estuve con él y con su cuadrilla una mañana en València en la que entrenamos en un pinar de la Cañada. Nos hicimos un toro de salón en el que cada uno nos fijamos en las formas de torear del otro. Es decir, como si nos alimentáramos el uno del otro a través de nuestro conceptos del toreo y nuestras experiencias. Recuerdo que a mí me embistió Raúl Martí y a él, César Fernández. Fue una mañana bonita y tranquila en la que, en el ambiente, flotó el mano a mano porque hablamos mucho de la ganadería que vamos a lidiar. Después de entrenar, también fuimos a ver a Rafael Cañada, el banderillero ingresado en la Salud con el que tengo amistad. Creo que cada uno va a salir con sus armas y tratará de ser uno mismo en la plaza.

Montalvo vuelve a València, ¿qué destacaría de esta ganadería salmantina?

Creo que está en un momento muy bueno y así lo ha demostrado en plazas como Madrid o Salamanca. Me ilusiona mucho la corrida porque es una ganadería brava y encastada pero con toros con clase y que pueden permitir hacer el toreo que siento y entregarme.

¿Qué significa entregarse?

Tener un compromiso con mi profesión en el sentido de que muchas veces no sale el toro que uno sueña y hay que tener esa fortaleza mental para estar por encima de las complicaciones de los animales. Después, hay que expresar lo que uno lleve dentro como torero.

¿Cómo se logra esa fortaleza mental?

Trato de trabajar la mente del mismo modo que se trabaja el entrenamiento físico. Igual que un torero se pone a punto después de torear de salón y tentar vacas en el campo, la mente se desarrolla cuando se piensa mucho en el compromiso y se es consciente de su importancia. Esto es muy difícil porque hay veces que uno se mete mucha presión y eso no es bueno para afrontar la tarde pero no hay que dejar de ser responsable.

¿Cómo es su toreo?

Depende de los toros y de las circunstancias de la tarde. Hace tiempo que dejé de pensar en la faena preconcebida porque cuando salía el toro lo descomponía todo. Entonces, afronto la tarde con la mente abierta para ser capaz de asimilar la condición del toro y estar a la altura de lo que me pida. Siempre parto de mi concepto clásico y de la entrega, dos puntos claves que me han llevado a triunfar. Quiero que no se pierdan las raíces del toreo de toda la vida que también pusieron en práctica toreros como Manzanares padre, Joselito o Finito de Córdoba. Es decir, me gusta echar la muleta adelante y llevar los toros hasta detrás de la cadera a través de un muletazo profundo, expresado con gusto y sentimiento.

¿Cómo se ha preparado?

Siempre trato de entrenar sin dejar de torear de salón, pero cuando toreo tan seguido en un temporada es complicado mantener el ritmo del entrenamiento porque me gusta descansar el día después de torear. A ese entrenamiento mental y físico le sumo la asimilación de las cosas que se hacen en las plazas para poder encontrarme conmigo mismo.

¿Descansa el día de después de torear?

Sí, la preparación que llevamos los toreros es muy dura tanto física como mentalmente y eso desgasta muchísimo. Cuando pasa una corrida de toros en la que uno lo ha dado todo, es bueno darle a la mente descanso para que desconecte aunque, en el fondo, no puedo dejar de pensar en la siguiente corrida. Para lograrlo, me pongo flamenco porque es un estilo de música que me apasiona y me llena. Suelo escuchar «Plaza Real», una canción de Duquende, porque me ha traído suerte.

Compartir el artículo

stats