València rinde cuentas con su arquitecto maldito

"Gaudí fue para Barcelona lo que Cortina fue para València, la diferencia es que Cortina no contó con nadie que perpetuara su legado"

Carla Melchor

Carla Melchor

La Casa de los Dragones, la Casa Peris o la Casa Morris. Todos estos edificios llevan el sello de José María Manuel Cortina Pérez, un arquitecto maldito valenciano que forjó una alianza con la fábrica Nolla, en Meliana, pues gran parte de sus edificios contaban con esta cerámica única e irrompible, que hoy es considerada parte del patrimonio valenciano. "Ha sido desprestigiado, olvidado, dado de lado incluso por sus compañeros", ha explicado Jorge Girbés Pérez, comisario de la exposición 'El arquitecto José María Manuel Cortina Pérez y la cerámica Nolla', la nueva muestra del Museo Nacional de Cerámica y Artes Santuarias González Martí.

"Gaudí fue para Barcelona lo que Cortina fue para València, la diferencia es que Cortina no contó con nadie que perpetuara su legado", ha apuntado. ¿La razón? La política, aunque no solo eso. Miembro de Lo Rat Penat y dirigió el Centro de Cultura Valenciana. Muchos de sus encargos eran de la alta burguesía valenciana. De hecho, edificó la residencia en Rocafort de José Benlliure, también pintor.

La política también eclipsó la actividad creativa de los Nolla, quienes implantaron ideas rompedoras y máquinas con tecnología nunca vista en la València de la época. Sus propietarios eran, en realidad, antepasados de la que fue alcaldesa de València, Rita Barberá Nolla, fallecida en 2016.

Una personalidad particular

Pero no solo estaba señalado políticamente, también tenía una personalidad bastante particular. De hecho, según narra el comisario de la muestra, Cortina tardó tres años más en sacarse la carrera de Arquitectura por firmar "incorrectamente" su nombre. Es decir, acostumbra a a firmar José María M. Cortina Pérez, J. M. M. Cortina o José María Manuel C. Pérez. "No sabemos por qué lo hacía", señala Girbés. Fue arquitecto municipal en 1900 y dejó huella en sus compañeros. "Iban todos de cabeza con él porque era muy exigente", describe el comisario, que lleva años estudiando la vida y obra de Cortina.

José María Manuel Cortina Pérez.

José María Manuel Cortina Pérez.

A pesar de todo, el arquitecto valenciano se hizo un lugar prominente en la arquitectura por su imaginación. Aunque muchos de sus edificios desaparecieron "por la especulación urbanística que reinó en València a partir de la década de los 70". El edificio que destaca el comisario es la Casa Oroval, situada en la esquina entre Colón y Sorní. Fue uno de los edificios más emblemáticos del Eixample.

"El objetivo de esta exposición es poner en valor su trabajo, porque es único. Construyó muchos chalés, pero también intervino sobre el patrimonio", explica el comisario en relación al Colegio Corpus Christi, el patio de La Lonja y los palacios de los Centelles y Baylía.

Un catálogo de Nolla

Al parecer, la labor de los Nolla también se está intentando recuperar en València. Según el comisario, el consistorio ha iniciado el proceso de creación de un catálogo de viviendas y edificios que cuentan con pavimento de Nolla. Ya han registrado unas 40. 

Pavimento de Nolla en la exposición del Museo Nacional de Cerámica.

Pavimento de Nolla en la exposición del Museo Nacional de Cerámica. / Fernando Bustamante

"Medievalismo fantástico"

Cortina fue el exponente del "medievalismo fantástico" o "modernismo fantástico". Ejerció su profesión en València, Bétera, Paterna, Torrent, Rocafort, Algemesí, Gandia, Vila-real, pero también en Teruel, Ceuta y Marruecos.

La Ermita de Nuestra Señora de la Misericordia en Meliana; la Villa Morris, Villa de la Barraca o Villa Iborra en Bétera; y la Villa del Molino, Villa Benlliure o Villa Guillem en Rocafort son tres de los edificios situados en el área metropolitana de Valencia diseñados por Cortina y que se explican a través de paneles informativos en la exposición.

Junto a ellos se exhiben varios pavimentos de cerámica Nolla cedidos por Mosaico Patrimonial ‘Salvador Escrivá’, así como cuatro acuarelas del propio Cortina, procedentes de los fondos del Museo Nacional de Cerámica, que representan bocetos de distintos edificios proyectados por el arquitecto valenciano.

La muestra está organizada en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos de Valencia y el Departamento de Expresión Gráfica Arquitectónica de la Universitat Politècnica de València, así como con el patrocinio del Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia, Mapei España, Mosaico Patrimonial ‘Salvador Escrivá’, Humiterm, Avantobres y Restaurante Casa Molino de Rocafort.