Los Directores de Arte Contemporáneo denuncian una "campaña orquestada" contra Enguita

La Asociación de Directores y Directoras de Arte Contemporáneo de España (Adace) ha hecho público un comunicado en el que muestra su "inquietud" ante "la campaña orquestada por los medios y los representantes del Gobierno de la Generalitat contra la directora del IVAM, Nuria Enguita, profesional con una amplia trayectoria marcada por la excelencia y el rigor".

La asociación, de cuya directiva forma parte la propia Enguita, ha pedido "respeto hacia la labor que ha llevado a cabo" a la hasta ahora directora del IVAM, "y, sobre todo, clarificar que el jurado que la nombró fue íntegro, transparente y justo". Cabe recordar que Enguita presentó su dimisión el miércoles después de que la Generalitat anunciase que iba a poner en manos de la Fiscalía la donación de unos terrenos que la responsable del IVAM hizo a una fundación presidida por uno de los integrantes del jurado que la eligió para el puesto.

"Como es sabido -señala a este respecto la Adace-, dentro del sector del arte contemporáneo, a mayor trayectoria y prestigio, más posibilidades hay de conocer a miembros en los jurados. De hecho, esta coincidencia solo acentúa la profesionalidad del candidato y, también, del jurado, pues denota actividad profesional".

"Por otro lado, se sobreentiende que todos los miembros del jurado desde el momento que aceptan ser parte del mismo, parten de un compromiso de honor, apostando por la objetividad e integridad -indica la asociación de directores-. Por todo ello, condenamos todo lo que está aconteciendo en los últimos días, al no tener ni justificación ni sentido. Exigimos no solo respeto sino una disculpa pública tanto a la directora como al jurado damnificado".

Adace, que ya criticó en su día la destitución de José Luis Pérez Pont al frente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, también denuncia en su nota "la terrible deriva que está teniendo lugar en algunas comunidades autónomas, mediante campañas públicas de difamación, fundamentadas en el desconocimiento de los procesos, cuando no en ficciones, y sobre todo, lo que se esconde tras ellas: destituir a profesionales para colocar a dedo a otros perfiles profesionales que ni tan siquiera pasan un concurso, o devolver las instituciones a oscurantismos anteriores, destrozando su labor cultural y ciudadana".

"Desde -concluyen- hacemos también un llamamiento a la sociedad civil y a los medios de comunicación que no se rigen por discursos de odio a trabajar para la protección de las instituciones".

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