Un cómic reivindica al "Ciudadano Kane" valenciano

El dibujante Juanfer Briones y el escritor Fernando Larrauri publican «Carceller, la sátira contra la intolerancia», un repaso en viñetas a la vida y muerte del editor de «La traca» y de otras cien revistas de humor popular

"Carceller, el éxito frente a la intolerancia"

"Carceller, el éxito frente a la intolerancia" / L-EMV

Voro Contreras

Voro Contreras

Vicente Miguel Carceller fue una especie de William Randolph Hearts -el histórico editor de prensa que inspiró al Ciudadano Kane de Orson Welles-, pero en versión valenciana, gamberra y con conciencia de clase. Y con una vida que tuvo un final bastante más trágico que el del magnate de la prensa norteamerciano, tal como lo dibujan y lo escriben Juanfer Briones y Fernando Larrauri en Carceller, la sátira contra la intolerancia. 

A partir del 24 de abril

El cómic, que el próximo 24 de abril publicará la editorial valenciana Desfiladero, no solo solo es un «biopic» en viñetas sobre el creador de aquella revista llamada La traca que vendía hasta 500.000 ejemplares semanales a base de atizar a curas, militares y políticos de derechas. También es el recuerdo de una València en la que lo popular y lo oficial chocaban muchas veces de forma violenta, tal como la propia vida y muerte de Carceller demuestran. 

De orígenes más bien humildes y con apenas los estudios primarios hechos, entre 1909 y 1938 Carceller impulsó más de cien cabeceras distintas, en valenciano y en castellano, incluyendo revistas eróticas, de tauromaquia, de teatro y todo tipo de publicaciones. 

En la más famosa de ellas, La traca, el genial Bluff dibujó en plena Guerra Civil a un Franco coqueto y afeminado con el culo en pompa y con un racimo de plátanos sobre la cabeza. Bluff y Carceller fueron fusilados juntos al terminar la contienda. «Descansad en paz», les dijo el editor a sus compañeros de celda cuando iba a ser trasladado al Paredón de España.

Una de las viñetas de "Carceller".

Una de las viñetas de "Carceller". / L-EMV

Una figura clave

Hoy, tal como señalan los autores del cómic, Carceller es un personaje apenas recordado pese a ser una «figura clave en un momento histórico relevante en València y en España» y representar un humor valiente y beligerante que hoy en difícil de encontrar. «El humor es transgresión, no puede tener límites y así lo concebía Carceller -asegura Briones-. Es algo a lo que, por desgracia, la sociedad actual ha renunciado».  

El propio dibujante reconoce que no ha sido hasta ahora, tras recibir de la editorial el encargo de trabajar junto a Larrauri en este cómic, cuando ha sabido de su existencia. Larrauri, que se ha encargado del guion, sí que conocía la existencia de Carceller. De hecho, es uno de los personajes que pululan por Los jardines de Babilonia, la novela con la que gano el premio Ciutat de València de Narrativa en 2017. 

En ella, a través de la historia de un empresario de cabaret, el autor revive la València de la II República y la Guerra Civil en la que el editor de La traca fue, como también Larrauri subraya, un «personaje fundamental». 

Vicente Carceller

Vicente Carceller / L-EMV

El más vendido hasta "Interviu"

«Hasta que llegó Interviu nadie había logrado vender medio millón de ejemplares de una misma revista -destaca-. Carceller era un hombre de la calle que con solo 19 años y 60 pesetas que tenía ahorradas logró crear un imperio editorial que, por volumen e inventiva, solo podemos comparar con William Hearst». 

Larrauri también compara a Carceller por su talento precoz para el negocio editorial con Vicente Blasco Ibáñez (otro de los personajes del cómic), de quien el editor era ferviente seguidor político y querido amigo. Sus revistas triunfaron porque «fueron una válvula de escape para el pueblo», explica Larrauri. «Le multaban, le secuestraban los números, le cerraban las cabeceras, pero enseguida abría otra cabecera o hacía una cuestación popular con la que pagaba la multa de sobra», añade.  

Una de las portadas de "La traca"

Una de las portadas de "La traca" / L-EMV

Muerte por popularidad

Y esa popularidad -en el sentido más amplio de la palabra- fue seguramente también la que acabó con Carceller y la que le ha sumido en el olvido durante décadas. Antes de embarcarse en sus inicios al frente de La Traca, el cómic empieza en abril 1939 con el editor quemando los ejemplares de la revista mientras las tropas franquistas desfilan por València. 

Y no solo él destruyó aquellas revistas que impulsó y en las que se metía con el bando vencedor. Muchos de aquellos 500.000 seguidores que acudían cada semana a los kioscos para reírse de lo lindo con sus chistes sobre curas despendolados, monarcas decadentes y burgueses ridículos, decidieron al acabar la guerra destruir cualquier pista sobre su antigua afición lectora. «El franquismo no solo fusiló a Carceller, sino que consiguió enterrar del todo su recuerdo».  

Paterna . Cementerio de Paterna . Tumbas de Vicente Miguel Carceller director de la revista La traca y del magistrado Luis Cisneros .

Paterna . Cementerio de Paterna . Tumbas de Vicente Miguel Carceller director de la revista La traca y del magistrado Luis Cisneros . / L-EMV

Con prólogo del subdirector de Levante-EMV Joan-Carles Martí, Carceller, la sátira contra la intolerancia nace para intentar dar algo más de luz sobre el personaje, una labor que antes emprendió Rafael Solaz con la recuperación de los almanaques de La traca, Ricardo Macián con el documental Carceller, el hombre que murió dos veces o Antonio Laguna con el libro Carceller, el éxito trágico del editor de La traca. También Bluff, la muerte de un dibujante, el ensayo con el que René Parra recupera la trágica historia del dibujante estrella de La traca donde Carceller es también uno de los personajes principales. Títulos todos ellos en los que la muerte y la tragedia del hombre que hizo reír a miles de españoles ocupa más espacio que la vida y el humor.  

Carceller, nuestro trágico Ciudadano Kane

Carceller, nuestro trágico Ciudadano Kane / L-EMV

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