Pinazo abarrota la Sala de la Muralla del IVAM

Los individuos, multitudes y ausencias de Ignacio Pinazo repueblan la Sala de la Muralla del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) tras algo más de dos años de cierre. «Pinazo: Identidades» exhibe hasta febrero del año que viene cerca de 300 obras -cuatro de ellas inéditas-, entre pinturas y dibujos, del artista valenciano, como ya avanzó Levante-EMV.  

Sonia Martínez, directora adjunta y directora en fuciones del IVAM -hasta la elección de nuevo máximo responsable tras la dimisión de Nuria Enguita- presentó este miércoles esta muestra, que calificó de «una nueva investigación en la historia de la pintura española, revisión y difusión de los trabajos de un artista singular, arriesgado y heterodoxo». Pinazo fue, añadió, «un creador que anticipó buena parte de las cuestiones que iban a definir la pintura española del siglo XX». Martínez estuvo acompañada de la directora general de Patrimonio, Pilar Tébar, y el comisario de la exposición, Vicente Pla Vivas. 

Martínez recordó que Pinazo, «no siempre encajó en los gustos del mercado del arte ni sintió la comprensión de la crítica de su tiempo; sí fue para quienes compartía con él su profesión un maestro fascinante, a la vez un artista arriesgado y avanzado. Hoy es sin duda valorado como uno de los artistas más representativos de la ilusión de la modernidad. Algunas de las aportaciones más novedosas de Pinazo fueron debidas en buena parte a esa obsesión personal por plasmar inmediatamente la identidad de las personas, interrogar y tratar de entender las identidades en un momento de cambio: las propias y las ajenas, las individuales y las colectivas, pero también las manifiestas y las ausentes», dijo la directora adjunta del IVAM. «Pinazo -continuó- colocó un interés casi etnológico hacia las dinámicas de las relaciones humanas en los entornos que él conoció y vivió». Martínez explicó que la muestra se articula en tres ejes: ‘Reconocimientos’, ‘Anonimatos’ y ‘Ausencias’ «e incorpora notas y pensamientos» del artista. También forman parte de esta exposición algunas fotografías personales de la época y fragmentos de películas. 

Pinazo en el arte de hoy

Por su parte, el comisario aseguró que esta exposición busca «actualizar» a Pinazo, un artista «muy estudiado». Sin embargo, Pla Vivas explicó que «había que estudiar la importancia de Pinazo dentro de lo que serían las estructuras de interpretación de los conceptos de la crítica de la teoría del arte actuales. No se trata solamente de recordar lo que hizo Pinazo, sino de ponerlo en relación con los criterios de las últimas décadas», sostuvo el comisario. «Nos hemos centrado más en la cuestión identitaria, uno de los asuntos clave en el gran debate cultural de nuestra época», añadió.

«Pinazo -señaló el comisario- planteaba hace más de cien años formas de aproximación terriblemente complejas, estructuradas y entrelazadas de manera muy inconsciente sobre la cuestión identitaria». Sobre el retrato de Pinazo (en el eje ‘Reconocimientos’), Pla Vivas sostuvo que «es aparentemente una especie de situación de un presente absoluto. Pero también están las expectativas de personas que quieren verificar su imagen, que quieren transmitir su imagen en una proyección del futuro». En este sentido, Pla Vivas destacó cómo en algunas de estas figuras, las de menor tamaño, Pinazo llegaba a «desfigurar» los rostros en un camino de la «individualización» a la «tipologización».

El recorrido de la muestra, pasa por los ‘Anonimatos’, esas pinturas en las que Pinazo se recrea en los grupos o multitudes. Pinazo reflexiona sobre «cómo se constituyen las identidades colectivas, a partir de un estado de suspensión, de un estado de delegación de las identidades individuales, que queda entregada al espacio de la colectividad, que por supuesto tiene importantísimas connotaciones políticas, y que muchas veces Pinazo aborda desde una visión matizada y problemática, incluso muchas veces contradictoria. No podemos leer que en Pinazo hay una celebración de la democracia. Él no vive en ningún tipo de sistema democrático a lo largo de su vida. Lo que detecta es que hay una euforia colectiva en determinados momentos que a él le entusiasma y en lo cual sí se quiere sentir sumergido, pero al mismo tiempo mantiene su visión distante y crítica», reflexionó el comisario. 

En el siguiente paso de la exposición, ‘Ausencias’, las obras expuestas reúnen estampas de lugares comunes que una vez fueron habitados. Imágenes que muestran espacios antes bulliciosos que se vacían de multitudes. El recuerdo de los los días del confinamento de 2020 son inevitables ante estas obras. Es «una aproximación a la identidad diferida, a ese concepto de identidad patrimonial, de permanencia que aparece y desaparece, que viene configurado por los lugares. Son lugares que normalmente están ocupados por la gente en el día a día y que cuando están vacíos verifican su fuerza».

Aunque la mayoría de obras proceden de los fondos del IVAM, Pla Vivas destacó que cuatro de las obras que se presentan nunca antes habían sido expuestas, procedentes de dos colecciones particulares. Estas piezas inéditas muestran imágenes de un músico, un estudio académico del mito del Pigmalión, una figura casi fotográfica de una mujer y una acuarela realizada cuando Pinazo estaba en Roma.

El IVAM, referente en Pinazo

El IVAM es uno de los centros que conserva un mayor número de obras de Ignacio Pinazo, «que constituye uno de los pilares de su colección permanente», tras la donación de casi 100 pinturas y 400 dibujos que hizo la familia en 1986, recordó Martínez. «Es por eso un centro de referencia en el estudio, exhibición y puesta en valor de su obra». Esta exposición releva a ‘Pinazo en el espacio público’, en la Sala de la Muralla, espacio también conocido como Sala Pinazo.

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