"Siempre seremos del Valencia CF, pase lo que pase"

Las nuevas generaciones de valencianistas, nacidos en el siglo XXI, constatan su pertenencia al club de Mestalla en la peor coyuntura de su historia

María llora tras el gol de Javi Guerra desde su asiento en el sector 6 de Mestalla.

María llora tras el gol de Javi Guerra desde su asiento en el sector 6 de Mestalla. / J.M.B.

J.M. Bort

J.M. Bort

Les hemos dicho mil veces que nacimos para ganar, no para ser uno más. Que somos inconformistas hasta el extremo. Insatisfechos por naturaleza. Antes de que empezasen a hablar, nosotros y nuestros padres (sus abuelos) ya les dábamos la tabarra con Kempes, la Recopa, las ligas, las copas, las remontadas, las dos finales de Champions y por qué descendimos en el 86. Con el equipo 'bronco y copero' y con nuestra capacidad para levantarnos más fuertes de las caídas. De nuestra eterna voluntad de querer llegar. Que Mestalla es nuestro hogar. Les hemos repetido que no tenemos techo, pero que tampoco tenemos suelo. Que no sabemos bien qué lugar exacto ocupamos en comparación al resto. Que esos 'peros' forman parte de nuestra identidad, de nuestro relato. Y ellos han entendido que hay una explicación poderosa para ser del Valencia CF y de nadie más.

Joan, con su padre (Voro) en el Juventus Stadium.

Joan, con su padre (Voro) en el Juventus Stadium. / Levante-EMV

Hemos hablado con valencianistas de la Generación Z, aquellos nacidos en el siglo XXI al albor de la borrachera de éxitos del Valencia CF que hoy estamos (están) pagando. ‘Los dignos herederos’ (como titulaba Vicent Chilet el pasado 2 de marzo) que confirman que, pase lo que pase, el valencianismo tiene perpetuidad. Saben muy bien quienes fuimos y quienes somos, pero no tienen la certeza de hacia dónde vamos. Han vivido el Valencia CF con todos esos 'peros': los partidos de Champions, el gol de Mbia, la semifinal con el Arsenal, el 'tocó en Hugo Duro', la Copa del Centenario y, ahora, el precipicio.

“Del Valencia CF soy por mi padre. Eso que se dice de “pares a fills” en mi caso es así. Desde bien pequeño me transmitió el sentimiento valencianista y nunca se me pasó por la cabeza ser de otro mi equipo. Mi padre ha sido (y es) la figura más importante. En lugar de leerme cuentos para dormir me contaba historias del Valencia, la época de Kempes, los títulos que vivió, las finales de Champions, los goles del Piojo contra el Barça y muchas más historias que jamás olvidaré. Gracias a él he viajado por Europa a ver al Valencia jugar contra los mejores. Estaré eternamente agradecido a él por inculcarme el valencianismo”, explica Joan, un chaval universitario (estudia Economía) de 19 años que confía en que algún día vuelvan los buenos tiempos. A su edad, ya tiene recorrido. A los 7 años, su padre lo llevó a Old Trafford. Estuvo en Amsterdan, en Turín y, por supuesto, en la final de Sevilla de 2019.

Joan: "La situación que estamos viviendo hoy no es más que una consecución de 12 años de una gestión nefasta. Meriton es el “perro del hortelano”

"La situación que estamos viviendo hoy no es más que una consecución de 12 años de una gestión nefasta. Meriton es el “perro del hortelano”. Regalar a tu capitán, tirar a Mateu y a Marcelino, fichar a jugadores de Mendes por precios desorbitados para saldar cuentas de otros clubes o para embolsarse comisiones , mandar callar a la afición en Mestalla… el valencianismo debe unirse y echarlos de aquí”, sentencia.

Lucas, con la camiseta del Centenario, en Saint Francis (Minnesota).

Lucas, con la camiseta del Centenario, en Saint Francis (Minnesota). / Levante-EMV

Un 'xoto' en Minnesota

Lucas (18 años) vive los partidos del Valencia CF desde Minnesota, tierra de hockey hielo, basket y fútbol americano, donde apura los días para volver a casa -y a Mestalla- una vez termine 2º de Bachiller. Pese a la diferencia horaria (7 horas menos), sintoniza cada partido en el móvil, vestido orgulloso para la ocasión con su camiseta blanca del Centenario. No está físicamente en Mestalla, pero su espíritu está presente en su asiento de 'numerada descubierta'. “Yo soy valencianista porque mi padre me educó con muy buenos principios (sonríe). Desde pequeño me llevaba a Mestalla y me contaba historias sobre lo que significa ser del Valencia CF. Conocer su historia es muy importante y sé que lo fundaron unos chavales en 1919 con la ambición de ser un equipo ‘grande’, explica. “Me hubiese encantado ver jugar a Kempes en Mestalla, porque teníamos al mejor jugador del mundo, que era impresionante verle jugar y que todo el estadio gritaba ‘Keeeempes, Keeeeempes”, añade Lucas, que, curiosamente, es sobrino-tataranieto del alcalde que gobernaba en València el día que se fundó la entidad de Mestalla.

Lucas, abonado del Valencia CF, sigue todos los partidos desde Minnesota, donde estudia 2º de Bachiller: "Yo viví la final de Copa en Sevilla. Cuando estamos unidos, somos los mejores"

“Uno se hace más de su equipo por acontecimientos que te dejan marcado. Yo viví la final de Copa en Sevilla. Lo viví con una intensidad, con una emoción, con un amor al Valencia, que es difícil de explicar. Esa unión de la afición me dejó marcado. Somos los mejores cuando estamos unidos. El año del Centenario fue especial”, añade al otro lado de la pantalla de whatsapp. “¿Dejar de ser del Valencia CF si bajamos? ¿Tú estás loco? Como si bajamos a Segunda Regional”, apostilla. “Tenemos que tirar a Lim y aceptar nuestra situación económica. Yo quiero ganar títulos, por supuesto, pero por encima de todo está nuestra supervivencia. No sólo es que Lim se vaya. Los valencianos tenemos que buscar soluciones".

Fuerza desde Oxford

Desde la distancia hacen fuerza por el Valencia CF, también, Borja, Eugeni y Salvador. Estudian este curso en Oxford. También están bien documentados. También saben quienes somos. “Nuestras familias siempre nos han sabido inculcar desde pequeños el sentimiento valencianista, la ilusión que significa ir a Mestalla, el arraigo a la tierra y la relación del club con la ciudad y las comarcas. Evidentemente, siendo del año 2000, crecimos con los últimos coletazos de un Valencia campeón. Hemos disfrutado de los Villa, Silva, Mata… y de las últimas etapas de leyendas como Baraja, Albelda, Cañizares o Marchena”, afirman.

Eugeni, Salvador y Borja, desde Oxford.

Eugeni, Salvador y Borja, desde Oxford. / Levante-EMV

“Bajar a Segunda no haría mas que reforzar nuestro sentimiento. Ante todo, somos valencianos y valencianistas y es algo intrínseco a nosotros, no depende de la categoría en la que juguemos. Si bajamos, tocará remar todos juntos, ir a los estadios visitantes a animar y forjar las bases de un futuro gran Valencia en la vuelta a primera. El sentimiento nunca se ha de poner en duda, se es valencianista hasta la muerte”, afirman los tres estudiantes de un Master de Motosport en búsqueda del sueño de llegar a trabajar en la Fórmula 1.

Desde Oxford: "Si bajamos a Segunda, tocará remar todos juntos, ir a los estadios visitantes a animar y forjar las bases de un futuro gran Valencia en la vuelta a Primera"

“Estar fuera nos hace vivir más aún los partidos. Vemos partidos desde donde sea: la residencia, la universidad, el bus, en un pub inglés convenciendo al camarero de que lo ponga y quite la Premier… Lo vivimos tan intensamente que incluso compañeros nuestros de todo el mundo se interesan por la situación del club y los resultados. La verdad que en la residencia tenemos montada una especie de minipeña valencianista y no nos perdemos ni un partido”, explican. Por ponerlos en situación, Borja tiene 23 años y es abonado desde los 5 años.

Las lágrimas de María

Las emociones se viven fuera y, por supuesto, en Mestalla. María (16 años) rompió a llorar con el gol de Javi Guerra ante el Valladolid desde la fila 11 del sector 6, el segundo hogar de su familia. De repente, un instante de felicidad en medio del vértigo. La voluntad de querer llegar en versión juvenil. “Soy del Valencia porque además de ser valenciana siempre ha sido el equipo al que llevo siguiendo con mi abuelo, mis padres y mi hermano desde que era bien pequeña y no he sentido por ningún otro equipo lo que siento por este. Ser del Valencia no es nada fácil. Esta situación es bastante dura para los que vivimos el Valencia de la misma manera que lo puedo llegar a vivir yo … Seguiría siendo del Valencia pase lo que pase una y mil veces”.