Un sector inmobiliario comprometido con la sostenibilidad y la eficiencia energética, al día con las nuevas necesidades de digitalización, consciente de sus retos y abierto a la colaboración con una administración pública que reconoce su trascendencia para la economía valenciana y para cumplir con el derecho a una vivienda digna.

Estas son algunas de las conclusiones que ha dejado la jornada Inmoforum Comunitat Valenciana, bajo el título «El sector inmobiliario ante una nueva etapa. Tendencias y retos en primera y segunda residencia», un encuentro en el que se han reunido en el Club Diario Levante importantes representantes del área para tratar su situación.

Un escenario que Eloy Bohúa, director general de Planner Exhibitions, ha descrito en su discurso inaugural como un «optimismo, pero con cautela». «Sabemos que tenemos retos por delante que son ineludibles y una mayor conciencia de que el sector debe ser motor para darles respuesta», ha afirmado Bohúa. El director de Planner Exhibitions los ha resumido en tres: el reto urbano, el de garantizar una vivienda asequible y el climático.

En este sentido, el vicepresidente segundo de la Generalitat y conseller de Vivienda, Héctor Illueca, ha subrayado la importancia estratégica del sector para la economía valenciana y su papel en la lucha contra el cambio climático y las desigualdades sociales. El conseller también se ha mostrado firme en la necesidad de asegurar una vivienda digna. «Articularemos formas de colaboraciones público-privadas capaces de impulsar proyectos que faciliten el acceso a este derecho», ha declarado Illueca. En concreto, desde la conselleria de Vivienda se ha promovido el Plan 2400, que supone la construcción de más de 2.400 viviendas públicas.

A la cita organizada por Levante-EMV, Información, Prensa Ibérica y SIMAPRO con el patrocinio de Tinsa, Grupo Lobe, Aliseda Inmobiliaria, TM Grupo Inmobiliario y Alibuilding, y la colaboración de Metrovacesa, Provia y Aprova, también han acudido referentes del sector inmobiliario que han compartido sus impresiones a través de dos mesas de debate: una, sobre la primera vivienda y otra, sobre las segundas residencias, ambas moderadas por Silvia Tomás, directora de Levante TV.

La mesa sobre primera vivienda la han formado Pedro Soria, director comercial de TINSA; Santiago Domingo Lliso, gerente de promociones en Levante de Metrovacesa; Alicia Mancheño, arquitecta delegada de València de Grupo Lobe; Elena Azcárraga Monzonís, directora general de Vivienda y Regeneración Urbana de la Generalitat Valenciana; y Antonio Olmedo, presidente de APROVA.

En la mesa sobre las segundas residencias han participado Daniel Sánchez-Ferragut Andreu, responsable comercial internacional de TM Grupo Inmobiliario; José Antonio Izquierdo, director general de Alibuilding; y Fernando López, director comercial REO Granular de Aliseda Inmobiliaria.

Daniel Sánchez-Ferragut, José Antonio Izquierdo y Fernando López en la segunda mesa. Germán Caballero

Una colaboración necesaria

En ellas, ha habido una coincidencia general en afirmar que el sector inmobiliario se ha mostrado fuerte tras la pandemia. Pero con muchos retos que superar. Concretamente, en la primera mesa, la falta de oferta de alquiler de primera vivienda ha generado mayor debate. «El alquiler es fundamental y tiene un montón de problemas», ha señalado Pedro Soria, de TINSA. Para afrontarlo, ha planteado dos vías: «la que pueda impulsar la administración con la colaboración público-privada, no la imposición de lo público sobre lo privado, y dar seguridad jurídica al inversor».

También preocupa cómo afecta esta coyuntura a los precios. «Si no construimos edificios para alquiler, los pocos que haya, con la demanda que hay, subirán de precio. Tenemos que facilitar la garantía jurídica e incentivar los nuevos procesos de promoción», ha propuesto Santiago Domingo Lliso, de Metrovacesa. Además, Domingo ha planteado a la Administración la posibilidad de ofrecer ayudas a los demandantes de primera vivienda para «ese 20 % de ahorro que se necesita para acceder a una hipoteca».

Por su parte, Antonio Olmedo, de APROVA, ha puesto en valor la generación de empleo por parte del sector y ha llamado la atención sobre la fiscalidad. «Aproximadamente, un 35 % del precio de venta son impuestos. Hay que pasar a hacer vivienda, pero tenemos dificultades», ha explicado Olmedo.

Con todo, el Presidente de APROVA ha destacado las grandes infraestructuras de la Comunitat Valenciana, aspecto «muy atractivo para los clientes». «Tenemos una comunidad muy potente y muy competitiva», ha declarado Olmedo. De hecho, en los datos del INE sobre la compraventa de viviendas en septiembre la Comunitat Valenciana se sitúa a la cabeza de España con 190 compraventas por cada 100.000 habitantes.

Asimismo, Alicia Mancheño, del Grupo Lobe, ha hecho tres peticiones a la Administración: un ejercicio de realismo, más agilidad en los procesos y una actualización de los módulos de construcción de vivienda protegida. «Estamos con ganas, queremos colaborar, pero tenéis que ser un poco realistas con los costes, la fiscalidad y los plazos», ha afirmado Mancheño.

Sobre esto, Elena Azcárraga Monzonís, directora general de Vivienda, ha puesto énfasis en el objetivo común de configurar un parque público de viviendas que cubra las necesidades. «En la Comunitat Valenciana hay 18.000 viviendas públicas. No es ni el 1 % del parque residencial edificado», ha explicado Azcárraga, quien ha añadido que hay en la Comunitat suelos ociosos de los que podrían construir hasta 45.000 viviendas protegidas.

Ya se ha abierto un espacio de diálogo para actualizar esta normativa y se inyectarán fondos europeos para impulsar estos modelos en las que la administración pone a disposición de promotoras privadas suelos públicos de vivienda social. «La Comunitat Valenciana recibirá para este tipo de fórmulas 100 millones de euros en dos años, 50 en 2022 y 50 en el 2023», ha afirmado la directora de Vivienda.

Por último, los profesionales han debatido sobre las nuevas tendencias. Entre ellas, la demanda de viviendas más acogedoras, con amplios espacios y grandes terrazas. Asimismo, la eficiencia energética y la sostenibilidad son ya imprescindibles para los clientes.

Adaptarse a las tendencias

En relación al mercado de las segundas residencias, en la segunda mesa han expuesto cuáles son las nuevas necesidades a las que se enfrentan. «El mercado extranjero es mucho más exigente, quiere mucha más calidad en los acabados de la vivienda, más prestaciones de domótica y miran la eficiencia económica y el ahorro energético», ha reconocido José Antonio Izquierdo, de Ali Building.

Además, los profesionales han destacado el impacto que ha tenido el teletrabajo en las nuevas demandas de los clientes. «Creo que las zonas comunes deberíamos de replantearlas, porque cada vez más el comprador de segunda residencia no tiene hijos pequeños. No enfocarlas tanto al ocio y al juego, sino también al teletrabajo o al coworking», ha planteado Fernando López, de Aliseda Inmobiliaria.

Igualmente, han compartido un cierto optimismo en cómo se ha recuperado el sector tras la pandemia. «Para nosotros, este año ha sido excelente. Esto lógicamente está influido por una demanda que había embalsada, pero con los datos que tenemos la perspectiva es que continúe. No es puntual», ha afirmado Daniel Sánchez-Ferragut Andreu, de TM Grupo Inmobiliario.

Sobre esta demanda embalsada, Fernando López ha expuesto el crecimiento que vivió su empresa en la última mitad de 2020. «Fueron en nuestro caso seis meses de crecimiento brutal. Pero ahora mismo creo que las ventas no son fruto de esta demanda embalsada, sino quizás de una nueva necesidad. Hay una amenaza muy clara: la inflación que tenemos», ha explicado López.

En cuanto al mercado, Daniel Sánchez-Ferragut ha destacado la fluidez en el mercado sueco, alemán, belga y polaco, además del peso que sigue teniendo el británico. «Aquí tenemos unas infraestructuras excelentes, sistemas educativos privados en sus idiomas, el estilo de vida, el clima y todo eso hace que una familia tome la decisión de venir y establecerse antes de lo que tenía previsto», ha expuesto Sánchez-Ferragut.

Para afrontar estos desafíos, los profesionales han coincidido en la necesidad de renovar las formas de comunicarse con sus clientes. Ejemplo de ello son las estrategias de digitalización e innovación tecnológica que desarrollaron para operar durante la pandemia. «Hemos demostrado que como sector hemos madurado, hemos hecho las cosas cada vez mejor, estamos comprometidos con la sostenibilidad y estamos dando muestras de que somos un sector profesional», ha concluido José Antonio Izquierdo.