Ford ha escogido finalmente abril de 2023 como el momento en el que dos de los cuatro vehículos que todavía hoy se fabrican en la planta de Almussafes dejarán las líneas de producción. En un contexto europeo en el que la multinacional ya tiene sus sentidos puestos en la electrificación, prescindir de los monovolúmenes S-Max y Galaxy -que únicamente representan 80 vehículos diarios en la producción de la planta- era un camino anunciado.
Sin embargo, su adiós ha sido un año más pronto de lo previsto (marzo de 2024), dando con ello una demostración clara de la realidad que afrontan estos modelos para la marca: una eliminación temprana dado que el interés en ellos de los clientes es, simplemente, mucho menor.
Es cierto que en los últimos dos años la venta en la automoción en España sufrió una fuerte caída. No obstante, a diferencia de otros modelos de la marca, antes de esos años su evolución de negocio ya era negativa. Hace solo cinco años -según las estadísticas recogidas por la Dirección General de Tráfico (DGT)- se matricularon 1.425 coches del modelo S-Max en España. Al año siguiente, la cifra bajó hasta los 837 vehículos, tendencia que continuó en 2019 (562 coches), 2020 (310) y 2021 (221). En total, en este último año completo se produjo una caída en ventas del 85 % respecto a los registros de 2017.
Más dramática todavía ha sido la situación del Galaxy, que hace un lustro ya contaba con unas matriculaciones en el país mínimas que ascendían a 351. Un año después, estas casi se habían reducido a la mitad (204) y en el ejercicio previo a la pandemia ya únicamente se vendieron 58 coches. En 2020 y 2021, a pesar de venir de cifras extremadamente bajas, estas se redujeron a la mitad, con 25 y 27 matriculaciones, respectivamente.
Un cambio de paradigma
Porque lo que se está dando es un cambio en el tipo de modelos que tienen éxito. Según los registros de la compañía Jato Dynamics correspondientes a las ventas de vehículos de Ford en los últimos dos años en la UE y Reino Unido, las matriculaciones totales en 2021 del S-Max ascendieron hasta las 7.474, un 44 % menos que en el año anterior. En el caso del Galaxy, la caída fue del 42 % respecto a 2020, quedándose en los 4.744 coches vendidos. Caída interanual similar se daba en el Mondeo (-40 %), que se dejó de fabricar en marzo en Almussafes, y que en 2021 acumuló 12.668 matriculaciones en la zona europea.
En el lado contrario se sitúan los SUV, vehículos que mezclan elementos de todoterreno con turismos, cuyo impulso va al alza como muestran casos como el Kuga (106.435 matriculaciones, un 35 % más que en 2020) o el Puma (132.887 ventas, un 12 % más) y el primer SUV deportivo eléctrico de la firma, el Mustang Mach-e, que en su primer año en el Viejo Continente (2021) cosechó ya 22.953. "El cambio de ciclo está ahí", remarcaba sobre ello el presidente del Comité de Empresa de Ford Almussafes, Carlos Faubel.
En declaraciones a este diario, preguntado sobre el impacto que la no producción del S-Max y el Galaxy pueden tener en la planta, Faubel remarcó que la de abril resultará "una fecha de referencia" para saber cuándo se puede dar el Ere -especulado para el próximo año- en Almussafes, ya que, dependiendo "de cómo avancen los volúmenes de producción sin el S-Max y el Galaxy, tendremos que sentarnos a negociar o no".
