València recupera la sede social de Ford España

La decisión, que se dará el 1 de enero de 2024, supone un nuevo compromiso de la multinacional con la autonomía tras el anuncio de electrificación de la factoría de Almussafes

Salida de trabajadores de Ford Almussafes.

Salida de trabajadores de Ford Almussafes. / German Caballero

València recupera la sede social de Ford en España. La multinacional trasladará a partir del 1 de enero de 2024 su corazón empresarial en el país desde Alcobendas (Madrid) a la capital del Turia, una decisión histórica con la que se venía especulando desde que el pasado junio la firma del óvalo decidiera que llevaría a cabo la electrificación de su planta de Almussafes -y no la de Saarlouis, en Alemania- durante los próximos años para poder producir coches eléctricos. En concreto, está previsto que en 2026 esté ya en funcionamiento la plataforma GE2 -la primera con tecnología propia que la firma del óvalo ponga en marcha en el Viejo Continente- con la que se realizarían los primeros vehículos eléctricos puros 100 % de Almussafes.

En un comunicado, la multinacional destaca que esta decisión supone restablecer la sede "donde fue originalmente constituida en septiembre de 1973", pero que se acabó trasladando hace más de 30 años, en 1992, a la capital aludiendo a razones administrativas. Eso sí, en su comunicado, la marca aclara que "este cambio de domicilio no implicará ningún movimiento de personal o instalaciones, ni tendrá impacto fiscal en la compañía, dado que el domicilio fiscal ha estado siempre ubicado en Valencia", aunque sí repercutirá en la Hacienda valenciana en cantidades mínimas.

Al respecto, y tras conocerse la noticia, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, destacó a través de un comunicado que este cambio es "una gran noticia" que supone "un importante aval a lo que significa la estabilidad y la confianza que despierta la Comunitat Valenciana". "Es una nueva apuesta de Ford por Almussafes y por la Comunitat Valenciana", añadió. En el lado contrario hay que recordar que, desde el Ejecutivo autonómico, se han aportado más de 50 millones de euros en ayudas a la compañía desde 2019.

¿Qué implica el cambio?

Sin embargo, ¿qué supone en la práctica este cambio a nivel económico? Pues que la mitad de lo recaudado en un impuesto como el IRPF -el otro 50 % lo recibe el Estado- en las cotizaciones de los altos cargos de Ford pasará de ser para Madrid a ser para la Hacienda valenciana. A este impacto económico se añadirían las ganancias derivadas de otros tributos como el de Transmisiones Patrimoniales o el de Actos Jurídicos Documentados. O lo que es lo mismo, que con cualquier transacción societaria de compraventa de activos, por ejemplo, que realice la empresa tendrá que pagar sus impuestos correspondientes a la Generalitat y no a la Comunidad de Madrid.

El óvalo de Ford en la planta de Almussafes.

El óvalo de Ford en la planta de Almussafes. / PERALES IBORRA

No obstante, hay que recordar que el impuesto de Sociedades, que es el que graba los beneficios de una multinacional -que actualmente se encuentra inmersa en la negociación de un ERE en su planta productiva de Almussafes que afecta a más de 1.100 personas-, lo seguirá recaudando el Estado vía Hacienda al no estar trasferida esta tasa, como sí sucede con las otros dos, a las autonomías.

Tras PowerCo

Esta medida, además se produce pocos días después de otra situación similar también ligada a la industria. No en vano, el grupo Volkswagen anunció este lunes que trasladaba también de Madrid a València la sede social de PowerCo, su filial de baterías que tendrá actividad con la gigafactoría de Sagunt, garantizando con ello -en palabras de Puig- "su firme voluntad de convertirse en una empresa activa en el tejido económico valenciano". Dos gestos de peso en el futuro hacia la electrificación de la automoción en la Comunitat Valenciana.