El aeropuerto de Valencia refuerza sus instalaciones ante un verano de récord

El final de la pandemia ha provocado un boom sin freno en las ganas de viajar, ya sea por España o al extranjero. A pesar de haberse vivido un golpe inflacionario de enorme impacto para el consumo en los últimos meses, la realidad turística no ha aflojado el ritmo. Más bien al contrario, perfilando con ello ya un verano de récord –entre salidas y llegadas– que está provocando que infraestructuras como el aeropuerto de Valencia tengan que prepararse aún con mayor ahínco para poder satisfacer las necesidades de unos usuarios al alza.

Como explican fuentes del aeródromo valenciano gestionado por Aena, de cara a esta temporada estival se ha venido consolidando –como en otros enclaves de la red– un «Plan Verano» en el que se han detectado a través de reuniones con los distintos actores de las instalaciones –desde las aerolíneas a la seguridad, pasando por la limpieza o los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado– «los principales puntos que requieren atención y refuerzos». Sin embargo, más allá de estos encuentros, el aeropuerto valenciano también ha experimentado tanto remodelaciones como actualizaciones en sus instalaciones de cara a afrontar con garantías este periodo de mayor tránsito de pasajeros.

La más importante dio comienzo el pasado invierno con la mejora de unos «controles de seguridad» que mayoritariamente ya está en uso y que cuentan con un aumento también de personal. En concreto, se han añadido «nuevas puertas automatizadas para el acceso a la zona de embarque» las cuales, en un momento en el que se vivirá la mayor afluencia de visitantes en el aeródromo debido al periodo vacacional, «proporcionarán una mayor agilidad y fluidez en el tránsito».

De momento, de esta obra se han llevado a cabo ya dos terceras partes y la que queda –apuntan desde Aena– «se realizará una vez finalizada la temporada de verano para no interferir en el confort de los pasajeros». Otra adaptación efectuada ya en las instalaciones de Valencia ha tenido como foco mejorar las condiciones de las personas con movilidad reducida, ampliando la zona de atención de estos pasajeros para ganar «en espacio y accesibilidad».

En paralelo, desde el operador aeroportuario se especifica que se han reorganizado también la zona de embarque de la Terminal 1 para favorecer la entrada en los vuelos de los usuarios.

Servicios complementarios

No obstante, más allá de mejoras destinadas a la circulación de los viajeros por el aeropuerto, se han producido otros avances en servicios complementarios o necesarios para la actividad del aeródromo. Dentro del mismo, por ejemplo, se prevé que a finales de este mes de junio se abran «dos núcleos de aseos que actualmente se están renovando» que permitirán que todas estas áreas presentes en el complejo aeroportuario estén operativas. A ello, además, se sumará un refuerzo en la plantilla de limpieza de todo el recinto «para dar un servicio adecuado al incremento de viajeros en verano».

Y no solo eso, porque dentro de esta operativa de mejora de espacios también se va a instalar un foodtruck en la zona de embarque para aumentar la oferta de restauración y, además, se ha realizado una readaptación en otro servicio como el aparcamiento. Sin ir más lejos, desde Aena se asegura que se «han «reajustado las plazas de aparcamiento para Larga Estancia y se han aumentado las plazas de rotación para dar cabida a un mayor número de usuarios», un camino que se ha seguido también en la movilidad sostenible con «un servicio de aparcamiento de bicicletas y monopatines puesto en marcha la pasada semana». Todo para poner a punto un aeropuerto de Valencia listo para seguir en la cresta de la ola turística.

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