El comité de Ford considera que el reglamento Euro7 beneficia a Almussafes y a las fábricas europeas

Bruselas acepta prorrogar entre 30 y 42 meses el recorte de las emisiones contaminantes de los coches para proteger su industria del motor

Trabajadores en Ford Almussafes

Trabajadores en Ford Almussafes / Levante-EMV

La decisión de los ministros de Industria de la Unión Europea (UE) de proponer a la Comisión Europea (CE) que retrase el recorte de emisiones contaminantes de los coches y proteger su industria del motor ha provocado satisfacción o indiferencia, según los casos, en la industria del automóvil valenciana. El plan inicial de la CE abogaba por que el nuevo reglamento entrara en vigor el 1 de julio de 2025 para los coches y dos años después, en 2027 para los vehículos pesados, una fecha extremadamente "ambiciosa" y "poco realista" para la mayoría de los Estados miembros que han decidido aplazarla.

El compromiso de la presidencia, que todavía tendrá que ser negociado y acordado con la Eurocámara, propone que entre en vigor 30 meses después de la adopción para vehículos y turismos particulares y 42 meses para vehículos pesados lo que significa que retrasar más allá de mediados de 2026 la entrada en vigor de los nuevos estándares. El retraso, en suma, da más tiempo a los fabricantes de coches de combustión para adaptarse a los cambios, con el objetivo de que los coches eléctricos sean los únicos que se fabriquen en el continente en 2035.

Reacción

Desde el comité de empresa de Ford Almussafes se considera una “medida acertada” para los trabajadores de la planta valenciana, con una plantilla de algo más de 5.000 empleados, que está inmersa en el proceso de electrificación de su producción, si bien la multinacional estadounidense sigue sin asignar los nuevos modelos que ha garantizado más allá del Kuga, cuya versión híbrida comenzará a fabricarse a partir de 2024.

El presidente del comité de empresa y dirigente de la sección sindical de UGT-Ford, Carlos Faubel, sostiene que la decisión de los ministros europeos respecto al reglamento Euro 7 es una medida que “beneficiará al conjunto de fábricas del automóvil instaladas en Europa, incluidas las de España y, por supuesto, la de Almussafes”. En su opinión, los objetivos planteados por el Ejecutivo de Bruselas eran "demasiado ambiciosos e incluso irreales".

Planta de Ford en Almussafes

Planta de Ford en Almussafes / Levante-EMV

El dirigente sindical también considera que el cambio de criterio de la UE sobre el futuro de la industria del automóvil “beneficiará a los fabricantes europeos en su competencia con los asiáticos, sobre todo de China”, más avanzados que los del viejo continente en la imparable carrera hacia la electromovilidad.

Pese al retraso en los plazos que ahora quiere la UE aplicar a la industria en su transición hacia el coche 'limpio' en 2035, Faubel advierte de que la actitud de Ford es “preocupante”. En medio de las paradas de producción -estas dos próximas semanas dejará de fabricar 2.000 unidades, sobre todo de la furgoneta Transit y, en menor medida, del monovolumen Kuga, por la ralentización de su principal mercado: Europa- el presidente del comité de Ford lamenta que más de un año después de anunciar que sus nuevos coches se montarían en las instalaciones valencianas siguen sin negociar acuerdos sobre el futuro de la planta.

Recientemente, Faubel trasladó al vicepresidente de Ford Europa, Kieran Cahi, que “el tiempo apremia y ya no será posible ningún otro tipo de acuerdo mientras no se resuelva: qué modelos se van a fabricar, cuándo se van a llevar a cabo las inversiones necesarias para fabricarlos y cómo se va a afrontar esa transición hasta llegar al día del lanzamiento del primer vehículo eléctrico”.  

Gigafactoría

PowerCo, la filial de Volkswagen que ya levanta en Sagunt una gigafactoría de baterías para el coche eléctrico que suministrará a sus plantas de Navarra y Barcelona, no quiso pronunciarse al respecto. No obstante, fuentes del sector consultadas por este diario afirmaron ayer que esta firma no es fabricante de coches y que, en principio, dado que no estará en funcionamiento hasta 2026 y que el retraso acordado por Bruselas es hasta 2027, no tiene porqué afectarle la medida. Es decir, no modifica su capacidad de producción.

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