Entrevista | Presidenta de Aceites Albert

Charo Albert: "Habrán de pasar dos años para que baje el precio del aceite de oliva"

«Cómo puede ser que paguemos 30 euros por un litro de café, que no tiene nada de saludable, y nos pongamos las manos en la cabeza si el aceite de oliva ha llegado a estar en 10 euros», asegura.

Charo Albert, en las 
instalaciones del diario, 
antes de la entrevista
.  fernando bustamante

Charo Albert, en las instalaciones del diario, antes de la entrevista . fernando bustamante / jordi cuenca. valència

Jordi Cuenca

Jordi Cuenca

Es inevitable empezar por el precio del aceite. ¿Tiene buenas noticias para los consumidores?

Los medios de comunicación nos habéis puesto en la diana y, desde el punto de vista de los consumidores, parece que sea el único producto que tiene la culpa de que haya subido la cesta de la compra. Y no es así. No podemos olvidar que es un producto saludable, básico en la dieta mediterránea. El precio es importante, obviamente, pero no es lo más importante y creo que no tiene que ser lo determinante para consumirlo. Siempre comento que cómo puede ser que paguemos 30 euros por un litro de café, que no tiene nada de saludable, o al menos nada comparado con el aceite, y nos pongamos las manos en la cabeza si el aceite de oliva ha llegado a estar en 10 euros. Es verdad que es un precio muy caro para lo que estamos acostumbrados, pero no es desorbitado. Y el problema no viene de la especulación ni nada. Viene de que hay un jugador nuevo en la partida, que es el cambio climático, que está provocando una sequía horrible.

¿Bajará el precio?

Este año la cosecha acaba de empezar. Va a ser un poquito mejor que la del año pasado y el precio va a bajar un poco. La siguiente cosecha, la 24/25, va a ser muy buena, porque el árbol va a estar muy descansado después de dos años dando poco fruto y creo que ahí sí que será buena.

O sea, dos años.

Yo creo que sí.

La sequía es un factor clave en el encarecimiento del aceite. ¿Hay más culpables? ¿Cual está siendo el comportamiento al respecto de la distribución?

Yo creo que el principal factor es la sequía. La cosecha 22/23 fue un 52% menor que la anterior y eso es atribuible simplemente a la sequía. Pero sí que es verdad que hay otras cosas, hay otros productos que se han encarecido y que también han influido en lo que es el aceite cuando llega al consumidor, porque las botellas se han encarecido tanto las de cristal como las de plástico. Y las etiquetas y las cajas de cartón y la electricidad y la gasolina que necesitamos para repartir el producto. En la cadena de distribución hemos intentado mantenernos con los márgenes ajustados a los que estamos acostumbrados. Tratamos de repercutirlo lo más tarde posible y en la menor medida al consumidor. Pero es que son muchos factores los que han contribuido al alza del precio.

Los precios altos están provocando que muchas familias con problemas de ingresos utilicen otras grasas para cocinar. ¿Es un peligro de cara al futuro para los productores, en el sentido de que esos clientes ya no vuelvan?

Sí, es peligroso porque puede que se acostumbren a usar otro producto. Hay ciertos bolsillos que no se lo van a poder permitir, lo tengo clarísimo. Me da mucho miedo que luego no vayan a volver o que vuelvan, pero que cueste muchísimo que lo hagan. Yo creo que va a costar de recuperar. De hecho, por ejemplo, en el extranjero ha caído muy rápido porque ellos no tienen tan interiorizado el consumo del aceite de oliva. Para ellos es de moda o de alto standing.

¿Ha bajado mucho el consumo en el exterior?

Sí, muchísimo más que en España.

¿Está bien posicionado el aceite valenciano en los mercados?

Bueno, pues la verdad es que no es de los mejor posicionados. Y eso que tenemos un jardín varietal en la Comunidad Valenciana que nadie lo puede imaginar. Tenemos muchísimas variedades, algunas muy buenas y además tenemos producciones más importantes de lo que la gente cree. Claro, no se puede comparar con Andalucía, pero sí que hay producciones que son muy importantes y siempre estamos ahí. Hay años que es Cataluña, años que somos nosotros, los que estamos después de Andalucía, Extremadura y demás. Tenemos unos aceites que son diferentes, por el clima que tenemos, al no ser un clima tan seco. Tenemos unas variedades con un sabor menos picante. No somos de Jaén, que que nosotros a veces decimos que es un aceite muy ‘jaenero’.

¿Qué relación tiene Aceites Albert con los productores?

No solo comercializamos aceite de oliva, sino que también todo tipo de aceites vegetales: de girasol, de soja, de aguacate, todos los que se te puedan ocurrir, menos el de palma, que nunca lo hemos comercializado por política de empresa.Dentro del aceite de oliva, tenemos una pequeña producción propia para los aceites más premium. El volumen de aceite que nosotros vendemos no tenemos bastante con todo el que hay en la Comunitat Valenciana, con lo cual trabajamos con muchas cooperativas.

¿Son los grandes damnificados los agricultores?

Todos los que estamos dentro de la cadena del aceite de oliva estamos sufriendo las consecuencias. De igual modo, ellos están sufriendo, porque es verdad que están vendiendo el aceite a unos precios mucho más elevados, pero tienen unas cantidades mucho más bajas, con lo cual están viendo mermados sus ingresos a pesar de subir el precio. Nosotros estamos pagando ese aceite más elevado. También estamos pagando el material auxiliar, o sea, lo que es para nosotros botellas, cajas y demás, a otro precio aún más elevado y estamos llevándolo como podemos al consumidor final. El aceite, en todos los supermercados, ha sido siempre el producto reclamo, con lo cual muchas veces se ha vendido por debajo de coste.

Además de derecho ha estudiado Dirección de Empresas Alimentarias. ¿Qué diferencia a estas mercantiles del resto de compañías?

Todas las empresas del sector agroalimentario somos ‘commodities’, y, por tanto, tenemos unos márgenes muy ajustados. Entonces, hay que aprender a trabajar de una manera muy austera, porque, si no, no da. Nosotros estamos acostumbrados siempre a ir con un margen muy estrecho. Hablamos también de la trazabilidad del producto. Es un producto que todos nos metemos en el cuerpo y hay que tratarlo con mucho cuidado y dando la seguridad al consumidor.

Aceites Albert es una empresa familiar con dirección general profesionalizada y externa a la familia. ¿Por qué?

La empresa nació en el año 59, cuando mi padre empezó a repartir aceite en bicicleta. Fue creciendo bastante y llega un momento en que mi padre, en un alarde de generosidad, considera que a lo mejor él ya no puede crecer tanto como la empresa necesita a nivel profesional y que ha llegado el momento de dar paso y de dejar que la empresa siga creciendo. En ese momento, se valoran varias opciones y decidimos darle esa profesionalidad, que era lo único que nos faltaba para seguir apostando por la perdurabilidad de la empresa. Al final, para alguien que crea una empresa, esta es como un hijo y lo que quiere es que traspase generaciones.

Además del mercado internacional, Aceites Albert tiene otros dos nichos de negocio básicos.

El más pequeño, que supone más o menos el 8% del volumen de facturación, es el dirigido al canal Horeca: hostelería, restauración y catering. Ahí tenemos nuestras propias furgonetas y vamos repartiendo por restaurantes u hornos. Por otro lado, tenemos el canal mayorista nacional, donde incluimos a distribuidores que venden a Horeca, bien con nuestra marca o con su marca que nosotros les envasamos porque ellos no tienen capacidad para envasar. Tenemos también la industria. Les llevamos el aceite incluso en cisternas de 16 a 25 toneladas, como necesiten. Y ahí también tenemos el retail al que servimos. Dentro del retail estamos sobre todo a nivel Comunitat Valenciana. Fuera no estamos. Estamos en Carrefour, en Alcampo...

El canal Horeca está viviendo un auge impulsado por el turismo en Valencia. ¿Lo notan en Aceites Albert?

Sí, claro. Después de vivir el momento más complicado con la covid, no solo hemos recuperado toda la demanda que teníamos, sino que incluso se ve acrecentada porque están funcionando muy bien los restaurantes.

El mundo de la empresa, al menos en la cúspide, sigue dominado por los hombres. ¿Es cuestión de tiempo que la situación se revierta?. ¿Qué deben hacer las mujeres y los hombres para que haya igualdad en el empresariado?

A ver, yo sí creo que va a ser cuestión de tiempo que la cosa se revierta, porque creo que las mujeres tenemos mucho potencial.

¿Cambiando un poco de tercio, qué opina de la amnistía a los políticos catalanes?

Es un tema muy espinoso y complicado. Creo que España se encuentra en un momento muy difícil porque es verdad que necesitamos un gobierno y lo necesitamos ya, pero creo que hay concesiones que no sé... No creo que todo el mundo esté preparado para aceptar.

¿Y usted?

Tengo aún mis dudas. Creo que deberían trabajar más. ¿Cómo convencer a toda la población de que eso nos va a beneficiar realmente, que es lo que necesitamos?

¿Qué espera del nuevo gobierno?

Pues yo espero que trabaje y muy duro por España y que tenga muy en cuenta también a las empresas, porque al final las empresas somos las que estamos generando mucho empleo y necesitamos apoyo de las instituciones. Sin un gobierno que vea que nosotros somos un importante motor para la economía, pues no vamos a poder seguir creciendo y, si no vamos a crecer nosotros, pues no van a poder crecer tampoco ni la economía, ni el empleo, ni el país en general.