Presidenta de Libertas 7.

Agnès Noguera: "La empresa familiar mira más a largo plazo y gestiona mejor el talento"

Miembro de una conocida saga empresarial valenciana con intereses en sectores como el inmobiliario y la gestión de inversión financiera, es licenciada en Derecho, Historia del Arte y Gemología y analista financiero. También es vicepresidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el lobi que agrupa a los principales miembros de este colectivo.

Agnès Noguera

Agnès Noguera

Jordi Cuenca

Jordi Cuenca

¿Cómo ve la economía valenciana a largo plazo? ¿Tiene mimbres sólidos para los nuevos tiempos de innovación, tecnología y sostenibilidad?

Confío mucho en las posibilidades de nuestra comunidad, en los empresarios con los que cuenta y en una ciudadanía cada día más activa. Pero una economía no solo funciona por la parte de la actividad privada, sino que necesita de políticas públicas que permitan el desarrollo, incentiven la inversión y atraigan talento. De primeras le diría que con la deuda y déficit públicos que tenemos, con una infrafinanciación reconocida por todos los partidos y los últimos gobiernos, es muy difícil llevar a cabo políticas públicas que no se centren única y exclusivamente en atender nuestras obligaciones financieras. Dicho esto, el dinamismo de nuestros empresarios –de todos los tamaños y sectores–, nuestro posicionamiento estratégico, el enorme potencial de nuestros jóvenes y los constantes anuncios de empresas que se están estableciendo en la Comunidad Valenciana me llevan a ser optimista.

El capital riesgo está entrando en un número importante de empresas valencianas, la mayoría de ellas familiares, en sectores como la cerámica y la agroalimentación. ¿Teme que pueda causar una descapitalización?

La inversión en empresas es la base del crecimiento de las mismas. Ganar volumen es básico para expandirse, innovar, ofrecer mejores trabajos, etcétera. Capitalizar las empresas ya sea con capitales valencianos o de fuera genera beneficios para todos. Lo ideal es que nuestras empresas sean más fuertes y grandes pero permanezcan domiciliadas en nuestro territorio. La cuestión sería, quizá, ¿por qué no tenemos gestoras de capital privado grandes e importantes en la Comunidad Valenciana? El no contar con un sistema financiero propio nos ha debilitado mucho.

El tamaño es uno de los grandes déficits de las empresas valencianas. ¿Cómo se puede solventar?

El tamaño es un reto. Creo que es importante contar con más empresas de mayor tamaño que sean tractoras del magnífico y rico universo de empresas pequeñas y medianas con las que cuenta la Comunidad Valenciana. Tenemos un espíritu emprendedor que destaca en el conjunto de España, pero nos cuesta algo más crear campeones nacionales e internacionales, aunque los que tenemos destacan mucho. Para aumentar el tamaño de nuestras empresas, lo primero que deberíamos abordar es la mentalidad para querer hacerlo. Para crecer, la primera barrera con la que nos encontramos es la ambición de los propios empresarios. Muchas veces nos sentimos muy cómodos con un tamaño pequeño, manejable y con mercados cercanos y conocidos. Y dar el salto para crecer exige esfuerzos, sacrificios y riesgos que muchas veces nos cuesta asumir. El segundo es contar con el talento adecuado para acometer los procesos de crecimiento. Talento hay muchísimo, pero los empresarios debemos formarnos y formar a nuestros equipos para que puedan asumir este reto.

¿Es el componente familiar un impedimento para ganar tamaño?

No creo que tenga nada que ver el tamaño con el hecho de ser familiar. Hay muchas empresas familiares de gran tamaño y muchas compañías cotizando en bolsa en las que la mayoría del capital es familiar. Las empresas familiares, sean del tamaño que sean, miran más a largo plazo y gestionan mejor la sostenibilidad y el talento porque tienen una visión y unos objetivos claros que perduran en el tiempo. La mentalidad de la familia empresaria es clave para ganar tamaño y ello se consigue por visión de los que lideran el proyecto y por formación de las siguientes generaciones.

Libertas 7, la empresa de su familia, tiene una división importante en el sector inmobiliario. ¿Sigue siendo esta actividad, tan denostada en la anterior crisis, un nicho de negocio atractivo?

La promoción inmobiliaria tal y como la entendemos en Ficsa, perteneciente al grupo Libertas 7, es una actividad que provee de viviendas nuevas a clientes valencianos o foráneos adaptadas a sus necesidades, más sostenibles y más eficientes energéticamente. Pese a las dificultades a la hora de encontrar suelo y los retrasos administrativos, obtenemos un beneficio razonable y sostenible. Nuestra actividad se desarrolla sobre solares finalistas y se dirige a una demanda de nivel medio. Con esta gestión prudente hemos logrado mantenernos en el mercado inmobiliario desde 1946.

Usted colabora con la Fundación Étnor para la ética en los negocios. ¿Penetra la ética en el mundo de la empresa lo suficiente?

Las empresas que perduran son aquellas que, además de conseguir productos y servicios que cubran las necesidades de los clientes, son buenas empresas. Ello implica estar muy pendiente de todos sus grupos de interés y tratarlos adecuadamente pero, además, tener una cultura empresarial y unos valores conocidos, reconocidos y aplicados por el conjunto de la organización. Actuar con ética no es una opción. El que no es ético no perdura.

¿Aplaude usted las medidas del nuevo Consell valenciano que van a bajar la fiscalidad?

Lo que aplaudo es un modelo tributario que incentive la actividad empresarial, promueva la inversión y crea en los contribuyentes, ya sean empresas o ciudadanos. Estábamos a la cabeza de las autonomías con más presión fiscal de España y, con las medidas recientes, puede que esto cambie. Las comunidades que han apostado por esa vía han visto incrementada su actividad económica, aumentado su empleo y, por la vía de los impuestos indirectos, incluso elevado la recaudación.

«La primera barrera para crecer es la ambición de los empresarios»

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