AGRICULTURA

Cultivos más nutritivos, resistentes a plagas y adaptados a la sequía

Biovegen, el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de la UPV y Cajamar impulsan el trabajo de empresas e investigadores sobre las nuevas herramientas tecnológicas que pretenden mejorar la rentabilidad de las explotaciones agrarias

Nuevas técnicas genómicas

Nuevas técnicas genómicas / L-EMV

José Luis Zaragozá

José Luis Zaragozá

El mundo de la ciencia quiere «innovar en colores» con el sistema de edición genética. La cita es del economista Xavier Ferràs, profesor de Innovación de Esade, pero la hizo suya el jueves Laura Zacarés, responsable de Transferencia de Tecnología del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP-CSIC) de la Universidad Politécnica de Valencia. Zacarés, ante un público de algo más de 300 empresarios e investigadores, se refería así a cómo este centro pretende transitar del concepto de ‘innovación blanca’ -de difícil retorno de la inversión, con una actividad más vinculada a la ciencia de base- a la ‘innovación azul’ en la que el éxito de la transferencia de tecnología a la empresa y la mayor participación de capital privado generan altos retornos.

«La agrobiotecnología tiene un potencial incuestionable para dar respuestas a los retos prioritarios del presente. Pero serán las Nuevas Técnicas Genómicas (NGT) las que nos llevarán a ‘innovar en colores’ para construir el futuro», confesó al poco de inaugurarse la jornada ‘Ciencia y Tecnología al Servicio de la Agricultura» . El encuentro se celebró en Valencia pocos días después de una fecha especialmente señalada para el impulso en la UE del también llamado sistema de ‘edición genética’ (CRISPR).

Efectivamente, en mitad de las protestas de los agricultores en medio continente, el 7 de febrero el Parlamento Europeo votó y respaldó la propuesta de la Comisión Europea relativa a la regulación de las referidas NTG. Los principales promotores del primer encuentro tras esa trascendental decisión –Pablo Vera, director del citado IBMCP-CSIC; José Pellicer, presidente de la Plataforma biotecnológica Biovegen y Carlos Baixauli, director del Centro Experiencias de Cajamar- coincidieron los tres con el diagnóstico de Zacarés: «Las NGT deben de ser una de las grandes palancas de cambio de la agricultura europea para poder competir con las producciones foráneas, más baratas y menos exigentes y hacerlo sin renunciar a los objetivos medioambientales».

No son transgénicos

Los sindicatos agrarios europeos también celebraron días antes esta resolución, que es solo el primer paso del proceso legislativo conocido como ‘trílogos’ entre el Consejo Europeo, la CE y el PE. Una tramitación que ya ha cubierto sus dos primeras etapas pero que aún tardará bastantes meses en superar la última y más decisiva para adquirir rango de norma comunitaria. Una de las intervenciones lógicamente más esperadas por tal motivo era la de Ana Judith Martín, la responsable del Ministerio de Agricultura que durante la presidencia española de la UE del segundo semestre de 2023 se encargó de liderar el expediente técnico para impulsar esta norma. Como aclaró en el arranque de la jornada, hoy todas las plantas que se obtienen mediante NGT están sujetas a la misma regulación que cualquier Organismo Genéticamente Modificado (OGM), esto es, a una directiva de 2001.

Investigadores del proyecto.

Investigadores de un proyecto de Biovegen. / Levante-EMV

Sin embargo, hay grandes diferencias entre las plantas editadas y los OGM. En comparación con un organismo original, no modificado, las producidas por CRISPR pueden tener pequeños cambios en su código genético que también podrían ocurrir en la naturaleza o mediante la mejora convencional. La diferencia es que esas técnicas para ‘editar’ genes e inducir esos cambios son ahora más precisas, potentes, mejor dirigidas y permiten abaratar y recortar los procesos de mejora, de décadas a años.

Entre las trascendentales cuestiones que quedan aún por dilucidar en esta última fase hay algunas de importancia objetiva, como responder a si las plantas obtenidas por NGT podrán generar o no, patentes como hasta ahora ocurre con tantas otras variedades obtenidas por los métodos de mejora convencionales.

Sucesivos investigadores del IBMCP dieron cuenta ante los empresarios presentes de los avances ya consumados gracias al CRISPR y que en breve podrían cristalizar en nuevas iniciativas y proyectos para la producción de moléculas de alto valor para el sector de las energías renovables (biocombustibles); para la obtención de fitonutrientes y bioestimulantes con propiedades antioxidantes o el control de la floración en cultivos para adaptarse a las exigencias climáticas o productivas o la generación de parentales androestériles (sin polen) que facilitan el proceso de hibridación de las plantas, reduciendo costes y tiempos, entre otras iniciativas.

Iniciativas empresariales

Con todo, Biovegen –la promotora de esta cita, cuya actividad exclusiva es acercar la investigación a la empresa- también quería ofrecer ejemplos de cómo la biotecnología está aplicándose ya en el mundo de la empresa agroalimentaria.

Así las cosas, desde Anecoop –la mayor cooperativa hortofrutícola del país, con 998 millones de euros de facturación y 22.000 agricultores asociados- explicaron su participación en un proyecto europeo para la identificación por marcadores moleculares (secuencias de ADN) de la práctica totalidad de cítricos conocidos. Posteriormente, desde la entidad se apostó también por ésa misma tecnología para seleccionar en su programa de mejora las mandarinas tardías no sensibles al hongo Alternaria (que provoca manchas en la piel del fruto).

Ponentes de la jornada sobre NTG, en València.

Ponentes de la jornada sobre NTG, en València. / Levante-EMV

Desde Importaco –el gigante de los frutos secos, con 2.300 empleados, 17 factorías y 815 millones de volumen de negocio- se informó también de los avances registrados para mejorar la biodisponibilidad de los micronutrientes presentes en sus pistachos, anacardos, nueces de macadamia… Biodisponibilidad que, aclararon, se establece en función de los diferentes estados y tratamientos del fruto .

También se refirieron a los trabajos desarrollados para la obtención de nuevas variedades de cacahuetes con perfiles nutricionales determinados según el momento de la recolección o a los avances logrados en la selección de otras con menor capacidad alergénica, rediseñando también los procesos para evitar la reactividad cruzada en las líneas de producción y considerando los tratamientos físicos, químicos o microbiológicos que permiten también reducir y eliminar este tipo de reacciones.

Valencia celebra un encuentro entre el mundo de la ciencia y de las empresas tras la aprobación por el Parlamento Europeo de la propuesta de NGT

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