Perfil

Pedro Rollán, el hombre al que Feijóo rescató del retiro político

El nuevo presidente del Senado fue el alcalde más votado de España como regidor de Torrejón de Ardoz y el presidente más breve del Gobierno de la Comunidad de Madrid

Pedro Rollán, vicesecretario de Coordinacion Autonómica y Local del PP.

Pedro Rollán, vicesecretario de Coordinacion Autonómica y Local del PP. / EFE

Elena Marín

Quien desde hoy es la cuarta autoridad del Estado, estaba hace año y medio "planteándose la retirada de la polítca". Pedro Rollán (1969) lo había sido ya todo en la política territorial, donde ha crecido políticamente, también había probado el Senado durante un par de años y creía que había llegado el momento de abandonar la vida pública. Le quedaba apenas media legislatura más como senador. Pero la vida es a veces imprevisible y cuando su cabeza volaba ya hacia otros lugares, el PP sufrió la mayor crisis interna de su partido y quien llegaba como nuevo presidente, Alberto Núñez Feijóo, le convocó para que le ayudara a dirigir el partido desde los puestos de mando de Génova. Ese movimiento inesperado le ha llevado ahora a la presidencia del Senado.

Así lo cuenta un compañero de partido de la confianza de Rollán. Feijóo lo nombró en abril de 2022 vicesecretario de Coordinación autonómica y local del PP nacional, en un momento en el que necesitaba representar en la nueva dirección las cuotas de poder territorial de Andalucía y Madrid, las dos regiones que mayor influencia tuvieron en su ascenso al trono de Génova. Pero Rollán no era exactamente alguien cercano a Isabel Díaz Ayuso, solo cumplía con el criterio del origen, ser miembro del PP de Madrid.

En la Comunidad fue primero alcalde, luego consejero por partida doble, vicepresidente y por fin presidente del Gobierno de la Comunidad de Madrid. En Torrejón de Ardoz comenzó con él la leyenda de que este es el municipio con el alcade más votado. En 2007 rompió con la tendencia ganadora del PSOE en este municipio del Corredor del Henares y allí se quedó ganando con mayoría absoluta hasta 2015. Cristina Cifuentes llegó al Ejecutivo autonómico gracias a un acuerdo con Ciudadanos y le reclamó para ser consejero de Transportes primero (etapa en la que se aprobó la tarifa plana de 20 euros para los jóvenes) y después, de Medioambiente.

Quienes han trabajado con él en sus distintas etapas como responsable político apuntan que es "un hombre ordenado y metódico en el desarrollo y ejercicio de las responsabilidades que ha asumido". También que es "campechano" y que su paso por la alcaldía de Torrejón le ha barnizado de una "cercanía" que no necesariamente todos los alcaldes tienen.

Afinidades políticas en Madrid

Rollán también ha sido el presidente más breve de la Comunidad de Madrid. Asumió el cargo en abril de 2019. Entonces era presidente Ángel Garrido, que había sustituído a Cristina Cifuentes cuando tuvo que dimitir por la crisis surgida a raíz de su master y la posterior filtración del vídeo sobre el robo de las cremas. Pero Garrido dimitió justo un año después y Rollán heredó el cargo. Duró apenas cuatro meses, hasta que en agosto de 2019 Isabel Díaz Ayuso fue investida nueva presidenta de la Comunidad de Madrid.

"Él era muy de Cifuentes y de Garrido", relatan distintas personas que lo conocieron en aquella época. Fuere por eso o porque es la salida habitual que se ofrece a los expresidente autonómicos, como ha quedado demostrado en esta nueva legislatura que ha llevado a los socialistas Javier Lambán, Ximo Puig y Guillermo Fernández Vara al Senado, el PP de Pablo Casado lo incluyó en sus listas a la Cámara alta en noviembre de 2019.

Pero antes que de "Cifuentes y de Garrido", lo fue también de Alberto Ruiz Gallardón. Durante los años en los que el entonces alcalde de Madrid se enfrentaba a Esperanza Aguirre, al frente del gobierno autonómico y del PP regional, Rollán fue de los pocos alcaldes y miembros de la ejecutiva regional que se posicionó del lado del también exministro.

Hemeroteca

Pero más que de unos o de otros, en lo que las fuentes consultadas coinciden es en que es "un hombre muy de partido" y, a pesar de que apuntan a su "buena oratoria", quedan para la hemeroteca sus palabras, a finales de julio, acerca de la posibilidad de que el PP pudiera abrir una vía de diálogo con Junts de cara a la constitución de las Cortes tras los resultados del 23J. Tras sus palabras, el PP comenzó un vaivén de declaraciones en las que negó primero tajantemente esta posibilidad y más tarde apuntó que era necesario hablar con todos los grupos parlamentarios, distinguiendo el diálogo de la negociación. Unos meses antes, sorprendió también su dureza, en un hombre al que sus compañeros califican de afable, en el debate que tuvo lugar en el Senado sobre la Ley de Vivienda, aprobada con el apoyo de EH Bildu. "Los cimientos de esta ley se levantan sobre las cenizas del centro comercial Hipercor", dijo entonces en alusión a la bomba que puso ETA en Barcelona y acabó con la vida de 21 personas.

Ahora tendrá que demostrar que la oratoria que le presumen en su partido le permita evitar declaraciones de uso partidista mientras está al frente de una institución que a priori exige una posición institucional.