• Alba Tischler Roig
  • Falla Mariano Benlliure-Acequia Tormos
  • 22 Años

Ser fallero suele transmitirse de generación en generación. Es muy vocacional. Lo mismo suele ocurrir con ser Guardia Civil. Alba lo ha vivido en casa por su padre «que es piloto de helicópteros» y quiere seguir ese mismo camino. «Toda la vida lo he vivido y siempre lo he tenido claro. Quiero ser Guardia Civil. Aunque tenía algún Plan B, era mi prioridad desde que acabé el bachillerato. Me puse a estudiar, trabajé, vino el covid... pero tengo 22 años y todo el tiempo del mundo para conseguirlo». De hecho, las oposiciones de este año son «el fin de semana del 24 y el 25 de septiembre, en plenas pruebas de fallera mayor». Se lo toma con tranquilidad. «Sé que tengo pocas posibilidades en esta primera oportunidad. Me lo estoy tomando como introducción, toma de contacto. Oposiciones hay todos los años. Afrontaré el examen e iremos aprendiendo».

En el caso de que lo superara vendrían las pruebas físicas. «Son relativamente sencillas. Luego ya en la academia te dan más «caña», flexiones, defensa personal... La prueba de 2 kilómetros, por ejemplo hay que hacer algo más de 11 minutos y yo estoy en diez y medio».

Alba y su infantil, Leila, también preseleccionadas, participaron en las Fallas Virtuales de la campaña Salvem la Indumentaria Falla l'Empalmeq

Y su sueño, una vez en el benemérito cuerpo, sería «ser policía judicial. Y si no, piloto de helicóptero, como mi padre». Ese oficio paterno la ha hecho vivir fuera de casa. «Por ejemplo, nacer, lo que se dice nacer, lo hice en las Baleares. Y he vivido en Málaga y en Teruel. Eso sí, cuando llegaban Fallas, siempre nos volvíamos a casa. Mi padre cogía turnos de vacaciones que a los demás les venían perfecto. Pero, afortunadamente, la mayor parte de mi vida ya la he vivido aquí». Y además, en ese curioso enclave, el Empalme, puerta de entrada a Burjassot. «Aquí es donde se conocieron mis padres y yo he sido fallera toda la vida. Mi abuelo es de los primeros que se apuntaron a la comisión, también mis tíos... la falla de toda la vida. De la que fui fallera mayor infantil en 2011 y la que me llevó a la Fonteta el año de la corte de Rocío Pascual».

A Alba ya la conocimos hace once años como preseleccionada.

En su caso no se siguió el ritual de ser fallera mayor diez años después, propio de las falleras mayores tempranas. Aún tardó menos. «Fui muy joven, ¿verdad?». Pero, con el parón epidémico, ahora ya está en edad estándar, 22 años. «Incluso las fallas de 2020 habrían sido totalmente con 19 años. Pero es que los niños que iban a ser infantiles tenia y tengo muy buena relación. Acababa de terminar el bachillerato y fue el momento. Pero ya ves que se ha prolongado bastante».

El Tischler la remite a cuatro generaciones atrás. «Mi bisabuelo era alemán. Se casó con una francesa y ya se vinieron a València».

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Pre Extra Fallas - Lourdes Theureau, una fallera voladora Fotos de Miguel Ángel Montesinos

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Memoria gráfica de la elección de la corte de honor (1997 - 2010) Levante-EMV