El mes frenético de Pere Fuset

El concejal de Cultura Festiva llega a la precampaña tras una abundante toma de decisiones tras recuperar la titularidad de la delegación

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

"Me festeaba encima" ha reconocido cuando se le ha preguntado al respecto. Un mes después de la recuperacion de la concejalía de Cultura Festiva, Pere Fuset ha dado varias vueltas a su particular calcetín y se ha lanzado a una frenética carrera por recuperar su particular tiempo perdido. El que se perfilaba como más que probable sucesor de Joan Ribó vio cortadas las alas cuando su nombre entró en los entresijos judiciales y ahora ha vuelto con el tiempo justo para recuperar visibilidad (en Agenda Digita ha hecho un trabajo encomiable, pero con poca visibilidad), presentarse no como candidato, sino como titular de la delegación y, así, contraponer a Santiago Ballester como antagonista y a Nuria Llopis como aspirante a su puesto en la coalición.

"Salir me ha permitido mirar las cosas con otra perspectiva y he visto que hacía falta acelerar determinadas cosas. Son acciones ágiles, pero que eran necesarias". Las más recientes, los espectáculos pirotécnicos de la Semana Santa Marinera y de San Vicente Ferrer o la ornamentación de las fiestas de la Virgen (el tapiz sí que se sacó a licitación en época de Carlos Galiana). El "plan reformista" llegó también al pasado pleno de la Junta Central Fallera, cuando anunció el envío a las comisiones de unas fichas con las incidencias registradas durante la semana de Fallas "para que el próximo concejal pueda estudiarlo con tiempo. Porque las palabras se las lleva el viento. Ir a la asamblea y expresar una queja también es legítimo, pero es menos operativo. Es más importante recibir las quejas en bloque y evaluar tanto por zonas de la ciudad como en un contexto general. Ese es un trabajo de muestreo que queda ahí para poder tomar decisiones. Aunque espero tomarlas yo". Fuset cuenta con la jefa de servicio y las coordinadoras que había en la actualidad y José Martínez Tormo será su asesor.

Lo mismo ha hecho con el proceso de elección de la fallera mayor de València, para el que pidió una "humanización", especialmente en lo tocante a las infantiles. El primer paso ha sido dejar la idea de incorporar algún nuevo tipo de posible jurado, como delegados de infantiles o profesiones relacionadas con la infancia o la pedagogía, sean o no falleros, y no dejar la prerrogativa exclusivamente a presidentes de falla o de agrupación y miembros de la JCF. La actual concepción está basada en la endogamia absoluta. Sin embargo, también ha pedido a todas las comisiones "ideas. Una tormenta de ellas. Y la verdad es que a las pocas horas de enviar la circular a las comisiones, ya nos llegaban".

El cambio de titularidad en la concejalía se ha hecho en un contexto de guerra fría con Carlos Galiana. Casualidad o no la primera reunión que tuvo Fuset fue con el Gremio de Artistas Falleros, un colectivo con el que Galiana ha ligado muy poco. En términos falleros, con el que menos. Prueba de ello es que ha dejado el cargo sin haber recibido el Ninot d'Or, recompensa que, para recibirla, hace falta una empatía mutua, pero que se daba, en el peor de los casos, de oficio, a todos los concejales. También los artistas falleros fueron uno de los hilos argumentales de su primera reunión con la Interagrupación, un colectivo cuya relación con Galiana ha sido rayando en lo idílico. La Inter, sin embargo, está pendiente de su futuro, especialmente de si Guillermo Serrano, una persona de consenso, continuará o no o si cederá a las presiones que sufre en su propio colectivo. Pero entenderse a la Inter es una de los retos. En la semana del artista fallero, a primeros de marzo, se prevé crear una comisión mixta con la JCF y Gremio para tratar de abordar soluciones a la problemática de los artistas falleros.

También ha vuelto a reunir al comité encargado, durante sus legislaturas, de organizar la "dansà a la Verge". El acto ya ha dejado atrás las polémicas instrumentalizadas y tiene el calendario asumido. Por contra, sí que ha aceptado que las Fallas puedan bailar con parejas no mixtas.

En la Gran Fira se va a recuperar la Nit a la Mar, desaparecida en las últimas ediciones, y no oculta su deseo de retomar el horario de los castillos de Fallas, ahora que con su nueva ubicación entorpecen menos el tránsito de la Ofrenda. Sin ir más lejos, el concurso de Bilbao, en pleno verano, se dispara a las diez y media de la noche.