Patrimonio de la Humanidad por origen y por afición

Salud Úbeda es «Salud» porque «tengo familia en Algemesí». Por lo que rebosa Patrimonio de la Humanidad en orígenes y en afición: Virgen de la Salud y Fallas. «Aunque soy la primera de la familia con ese nombre». Y sin abreviaturas: «Y soy Salud, Salud, no “Salu”. Con las cinco letras». Y para acabar el particular trabalenguas... «nací en la Casa de la Salud». Ahora llega a la Fonteta para llevar a lo más alto a la comisión de San José de la Montaña, que lleva ya algunos años sin aparecer en el cuadro de honor pero que, por ejemplo, está en el Salón de Falleras Mayores con Celia Lopera.

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Mediación, Arbitraje y Gestión de Conflictos

Cuando eso ocurrió, Salud aún no había nacido. Ahora llega con la carrera de Derecho bajo el brazo y ahora está enfrascada en un máster de Mediación, Arbitraje y Gestión de Conflictos. «Es un método alternativo al judicial. Tengo mucha pasión por el Derecho de Familia y sobre todo lo tocante a menores. Durante la carrera vi esta alternativa, que es un método súper pacífico, una ayuda positiva para que ganen las dos partes y que la relación futura de la pareja y la familia se mantenga. La vía más fácil habría sido estudiar abogacía, pero la mediación no está muy desarrollada. Que la gente se sienta bien, conciliar». Tampoco vendría mal para las Fallas, donde a veces las diferencias se resuelven a garrotazos. Figuradamente.

Dos "Trabajos Finales", académico y fallero, a la vez

Está también ahí en la recta final, y coincidiendo con el inicio de las pruebas «en septiembre presento el Trabajo de Fin de Máster» y a partir de ahí, Fonteta incluida, a la espera de lo que le depara el futuro «en lo personal, en lo profesional y en lo fallero». Dos trabajos de fin de carrera a la vez.

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Es de San José de la Montaña porque no puede ser de otra comisión «porque ha sido siempre la de mi familia paterna, han sido directivos... yo también lo he sido. Es mi falla, la de la esquina de mi casa, mi segunda familia. Vivo en la propia calle San José de la Montaña». Fue fallera mayor infantil en 2008, pero no fue preseleccionada. Ahora sí que ha aparecido como ganadora de preselección. «Iba a ser fallera mayor después de la pandemia, pero quería que mi fallera mayor disfrutara como tocaba -la célebre tripitición-. Vino bien porque terminé los estudios y me ha permitido disfrutar aún más de mi año».

Ahora espera que el futuro inmediato le venga exactamente igual que la que es su pasión no oculta: «La que hacemos muchos adultos en Xilxes: patinar». Sobre ruedas. 

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