Tres años de una ceremonia fallera para la historia

Consuelo Llobell y Carla García recibieron la segunda banda de fallera mayor de València, junto con sus cortes de honor, en una imposición que pretendía augurar una recuperación que tardó casi un año en volver

Foto actual de Consuelo Llobell y Carla García mostrando sus dos bandas

Foto actual de Consuelo Llobell y Carla García mostrando sus dos bandas / Levante-EMV

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

El 26 de septiembre es una fecha que pasará a la historia dentro del protocolo fallero. Ese día tuvo lugar, hace tres años, uno de esos actos que, en buena lógica, y vale la pena tocar madera, no volverá a ocurrir nunca más. Pero que como tuvo lugar hace tres años, queda como momento inédito, inesperado y único. Lo que da también un papel especialmente relevante a sus protagonistas. 

Ese día, en el año 2020, se llevó a cabo la imposición de bandas a las faleras mayores de València y sus cortes de honor. Que era una forma de refrendar que continuaban en el cargo para el año 2021 -tal como habían aprobado por prácticamente unanimidad los presidentes de falla en los primeros meses de pandemia-. Fue un acto que nada tuvo que ver con lo que era una exaltación convencional porque tampoco era posible ni por asomo. Fue un acto íntimo, con apenas un número mínimo de presentes (apenas unos poquísimos concejales y directivos de la JCF). Fue en Salón de Cristal y por partes. Primero, las infantiles, después, las mayores. Después de subir una silenciosa escalera custodiada por embozados guardias municipales de gala. Un acto para «reafirmar y formalizar el compromiso de estas mujeres con la fiesta fallera y su ciudad» en palabras de Joan Ribó.

Apenas hacía un mes se había empezado a estrenar, a efectos oficiales, es difícil de digerir combo de mascarillas y trajes de valenciana -en alguna fiesta, como en El Palmar, ya se había visto en procesiones estáticas-. Ahora, con notables restricciones -acabábamos de pasar el verano con parcelas señaladas en las playas- se optó por simbolizar esa continuidad y apelar a que todas ellas se convertían en las "embajadoras de la esperanza". 

Levante-EMV inmortalizó, con la colaboración de la Junta Central Fallera, esa foto para la historia, en la que Consuelo Llobell y Carla García exhibían la imagen de lo imposible: dos bandas de fallera mayor de València, con el 2020 bordado en una y el 2021 en la otra.

No eran las mejores bandas del mundo -como había pasado un mes antes con los "palets" de premios-. De hecho, se utilizaron más bien poco, como elemento de batalla, preservando las impuestas ocho meses antes en el Palacio de Congresos. Pero la imposición tuvo privilegios especiales, como que fuera el propio alcalde, en presencia de Carlos Galiana, quien las impuso todas, incluyendo a las dos cortes de honor. 

"Seréis testigo de la recuperación de la fiesta"

"Con toda la prudencia y responsabilidad, seréis testigo de la recuperación de la fiesta y de la ciudad" aseguró el alcalde. Hubo que esperar, sin embargo, más de lo deseable. Las Fallas de 2021, finalmente, no pudieron plantarse en marzo. Los repuntes lo impidieron y dejaron esa cita en una serie de actos virtuales y una salida a la calle de falleros y falleras, especialmente a oficios religiosos, mientras se rotulaba el "Cor d'Una Falla" y se instalaba el pebetero "Tornarem". Finalmente, y tras numerosas consultas a todas las instancias, y con el visto bueno entusiasta de la asamblea de presidentes, las Fallas volvieron en una versión igual de surrealista: en septiembre. 

Consuelo, con las dos bandas

Consuelo, con las dos bandas / CLF

Dos falleras para dos años

Consuelo Llobell y Carla García se convirtieron, de esta manera, en las dos falleras mayores de la historia que han ostentado el cargo durante dos años. Porque incluso el doblete de María Luisa Aranda en 1940 y 1941 tiene su punto ficticio, puesto que el primero de ellos fue por delegación de Carmencita Franco -y más allá de ese hecho de haber sido elegida por las autoridades directamente, lo que le resta el mérito de no haber superado pruebas con un jurado aunque, evidentemente, eran otros tiempos-. Ahora ha pasado el tiempo. Consuelo está metida en sus quehaceres como médico y ya tiene fecha de boda. Carla ya es toda una preadolescente, a punto de cumplir 14 años estrenando el 3º de la ESO. 

Otros dobletes en la historia, pero diferentes

Por extensión, las 24 falleras de la corte también protagonizaron ese particular doblete, prolongando su mandato durante 24 meses, algo que también las hace únicas.

Ambas son las dos únicas que tienen, por ello, una banda clonada como extensión de esos dos años. Hay otras tres falleras que también las tienen o deben tener: Elisa Lassala, Sagrario Fernández de Córdoba, Carmen Serratosa y Mónica Palmer. Pero en estos casos porque fueron fallera mayor y fallera mayor infantil. Las tres primeras, en la época "a dedo", otro tiempo, otro momento. Mónica, elegida jurados las dos veces en 1982 y 1992. 

¿Es posible superar una situación de este tipo? Pues, asombrosamente sí. Y no anda muy lejos, especialmente de Consuelo. Pero eso merece un capítulo aparte.