Anna Duggan: la fallera del récord "imposible"

La imposición de bandas a las falleras mayores de València y cortes de honor, celebrada el 26 de septiembre de 2020, se convirtió en un hecho absolutamente insólito, único en la historia de la fiesta, por las mil connotaciones que suponía. Una imagen de lo imposible sólo comparable a otras que, a causa de la pandemia, se vivieron en aquellos años en el mundo fallero. Imágenes como las de "desplantar" las Fallas, como la que quemar aquello que no se pudo desmontar, la Meditadora en mitad de una ciudad confinada o los monumentos acumulados en Feria València para que durmieran, finalmente durante año y medio, antes de que la normalidad regresara en septiembre de 2021. 

Para las falleras mayores de València, Consuelo Llobell y Carla García, la entrega por parte del alcalde Joan Ribó de las nuevas bandas, supuso convertirlas en protagonistas de un hito histórico. Aunque otras representantes de la ciudad también había hecho dobletes, el hecho de ser una prolongación de los cargos forzado por las circunstancias -y por el beneplácito de la asamblea de presidentes- les ha permitido que, en ambas casas, haya algo tan inusitado, tan imposible, como dos bandas consecutivas de fallera mayor de València. 

Tres años de una ceremonia fallera para la historia

Las cortes de honor también son protagonistas de esa misma situación porque todas ellas también guardan en sus respectivos domicilios ese distintivo. El número de falleras que, desde que la elección es con jurado, guardan en sus domicilios las bandas (o deberían guardarlas) supera ya el millar. Pero dos, pertenecientes a la misma modalidad (adulta o infantil), nadie lo había protagonizado. 

Ni una, ni dos: tres bandas

Podría pensarse que esa situación tan increíble sería insuperable. Pero lo es. Una fallera, una sola en toda la historia de la fiesta, puede decir, ella sí, que es la única que tiene no una, ni dos, sino tres bandas de corte de honor. Y la tercera se la impusieron esa noche. Y las tres las guarda celosamente en su domicilio. Se trata de Anna Duggan Capuz. Y la explicación es bien sencilla: ella fue una de las protagonistas accidentales del doblete de 2020 y 2021. Pero a esas dos bandas hay que añadirle otra: la de corte infantil de 2008. Desde que, en septiembre de 2021, Anna se quitó ya por última vez la banda, son tres las que pueden contemplarse al primer golpe de vista. La infantil la había guardado durante doce años hasta que, en 2020, recibió la segunda.

Anna forma parte de esa estirpe de falleras que han logrado el doblete corte mayor- corte infantil, que en los últimos años han protagonizado Marina Civera, Rocío Gil, Claudia Mas, Eva Alcahuz, Marta Sobrino, Meritxell Soler o Alicia Andrés. De hecho, en aquel verano de 2019, era la única preseleccionada que, habiendo sido corte infantil, había superado la fase de julio. 

Curiosamente, en el grupo de 2023, la corte de Laura Mengó, no hay ninguna que haya hecho ese doblete, algo que no sucedía desde 2004.

Una fallera... anglo-valenciana

La historia de Anna Duggan tiene también su curiosidad, puesto que nació y se crió en Inglaterra, la tierra de su padre. Para cuando fue nombrada fallera mayor infantil de Malvarrosa-Antonio Ponz-Cavite (la tierra de su madre, hija del barrio) se vino a vivir a València y aquí se quedó. Fue elegida en la corte de Victoria Blázquez en 2008, se hizo íntima de una de las falleras de la corte, Carla Fuster, a través de la cual, al cabo de unos años, acabó recalando en Almirante Cadarso-Conde Altea. Allí fue fallera mayor en 2019 y, con 21 años, pasó a una corte de honor que jamás le dijeron que llegaría a durar dos años. Pero que le trajo la tercera banda.