Dos realidades del barrio del Carmen arderán en Fallas

Las fallas del Carmen son las que, tradicionalmente, más han extendido la crítica de barrio a lo largo de la historia de la fiesta. Las especiales características de estas calles, unido a sus habituales y cambiantes avatares, las han convertido en motivo más que recurrente para ser tratado en forma de arte efímero de forma recurrente. Desde hace algunos años daba la sensación de haber bajado esta tendencia, después de la más que evidente regeneración del barrio -que pasó de ser una zona conflictiva, degradada, a ir mejorando sus condiciones pasando a ser unas calles más de tipo bohemio-. De hecho, algunas de las más persistentes en estos hilos argumentales han ido girando hacia el concepto de falla Experimental, que tantos ejemplos pueden verse (las dos Ripaldas, Corona, Árbol...). Pero aún así las fallas no han dejado de hacer alusiones a las "cosas que pasan" en sus calles, plazas y vericuetos. 

La falla Quarantahuit presenta sus bazas para agrandar la leyenda

Cuando Madrid también tenía "mascletà" y plantaba fallas

Hilos argumentales impensables años atrás

Para la edición de 2024 empiezan a desvelarse los proyectos -falta la presentación conjunta de la Agrupación- y lo que empieza a mostrarse es que aparecen nuevos argumentos que vuelven a trazar la realidad de sus calles. Hilos argumentales que habrían sido impensables no hace tanto tiempo atrás pero que ahora sustituyen a otras viejas reivindicaciones y que acaban por convertir estas fallas en un auténtico medio de comunicación. 

Con dos guiones e ideas totalmente opuestas, al imaginario de Carmen se suman dos nuevos conceptos, plasmados al presentar los proyectos. 

Museu Obert

San Miguel-Vicente Iborra presenta el más amable: Carme, Museu Obert en la falla grande y "Art Faller, art de carrer" en la infantil. Con ellas se visibilizará el Carmen como un contenedor cultural de arte callejero, bajo la mano siempre didáctica de Fet d'Encàrrec. Y así, extenderán sus críticas a través de los muros de sus calles. "Como estamos en Fallas, tenéis la oporunidad de ver el Museu de Carme en el mismo cadafal". En la infantil son los niños los artistas callejeros, para los que se explica las normas básicas para hacer arte urbano y, ya puestos, dejar el espacio limpio posteriormente. 

Turistificación del barrio

A poco más de doscientos metros de distancia, Ripalda-Sogueros presenta otro hilo argumental igual de real e igual de diametralmente opuesto. En este caso, Ignacio Ferrando se estrena en esta demarcación poniendo en escena "El Carme Resort", que no hace falta hurgar mucho para deducir que se trata de una crítica a la turistificación llevada al último extremo que tienen sus calles. El boceto habla por si sólo: un barrio representado por sus abigarradas calles se encuentra ahora decorado por un letrero luminoso similar al de Las Vegas. Los apartamentos turísticos, los establecimientos hosteleros a todas horas y la riada humana formarán parte de la crítica presentada en este proyecto. 

En la falla infantil, Ferrando rescata el setentero Cine Exin para rodearlo de héroes.