Marina cumple el sueño que no había buscado, pero que había soñado

La exaltación de las infantiles cierra el fin de semana del Palau con un acto sencillo en honor a una fallera mayor que, según le dijo a Hortensia Roig, "no lo he buscado, no le he pedido, pero lo he soñado"

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

El ciclo de exaltaciones en las Fallas 2024 ha finalizado con el acto infantil, que ha permitido a Marina García Arribas recibir la banda acreditativa y, de alguna forma, completar la reescritura de la vida, que gira tanto que a veces quiere ser caprichosamente generosa, aunque jamás repare otros acontecimientos vividos en casa en otra época. 

Marina recibió la banda en una tarde-noche tranquila, en el que no hay tanta tensión ni tanto examen minucioso de lo que se hace o lo que se dice. Y precisamente en una tarde que cumplió con las expectativas sin complicarse la vida. 

La actuación musical fue correcta, entretenida. Más que en ningún otro caso, con el público tan sumamente exigente que hay debajo, el objetivo se cumple cuando los niños están pendientes. Y esto se nota, cuando se contempla el acto desde las alturas, por el número de pantallas de dispositivos electrónicos que hay encendidos. Y eran pocos, con lo que las evoluciones artísticas del Grupo Teatral JM revistió el acto al gusto del consumidor. 

Y después, la historia tantas veces escrita ya. La del desfile de niñas. Esas que, a veces, reaparecen convertidas en jovenes de entre las mayores -que se lo digan a María Estela- o en madres de nuevas falleras de la corte infantil. Marina se emocionó y fue feliz. Dispuesta a formar parte, ahora sí que sí, de la historia de la fiesta. 

Curso de formación

Hortensia Roig reflexionó sobre los valores de la fiesta. Lo que le diría una persona mayor a un niño. "Las fallas son formación y sirven para aprender. Ser fallero te enseña a ser generoso, a compartir, a valorar y a aplicar la cultura del esfuerzo. Las fallas son casa y tenemos la cuidarlas, amarlas y promocionarlas. de enseñar a los valencianos que no son tan falleros, a los españoles y turistas internacionales que nos visitan con su belleza infinita". De Marina dijo que "es luz, es pasión y es saber estar". Y recordó de ella una frase desconocida en su argumentario y de haber llegado a donde está: "Yo no lo he buscado, yo no le he pedido, pero lo he soñado". 

Tuvo el detalle de recordar las fallas de cada niña de la corte y le emplazó a que tienen "unos “deberes” que cumplir. Educar a vuestros futuros hijos en el amor por la fiesta, porque dentro de algunos años serán vuestras hijas o hijos los que estarán sentados en el patio de butacas". Quizá. lo veremos en unos años. Mientras, es el año de Marina y de su corte.