Hall of Flame, un homenaje de Ambar para los “pequeños artistas falleros”

El colectivo de los artistas falleros se ha convertido en el gran protagonista de la campaña de Fallas de Ambar “Hall of Flame”. Este homenaje por parte de la marca cervecera, en colaboración con el Gremio Artesano de Artistas Falleros, busca poner en valor el trabajo de este grupo de artesanos y resaltar el monumental trabajo de Regino Mas, Caridad Pinto y José Martínez Mollá como figuras que marcaron un antes y un después en la historia de las Fallas.

Javier Álvarez, Iván Tortajada y Sergio Amar, son los encargados de crear las figuras que homenajearán a estos artistas para “Hall of Flame”. Un reconocimiento a los artistas falleros pioneros en su época por parte de los creadores contemporáneos que luchan por la visibilidad del oficio y su proyección futura.

La primera marca que patrocina al Gremio de Artistas Falleros

A través de esta colaboración, “pretendemos mostrar al mundo el monumental trabajo que lleva a cabo este pequeño grupo de artistas y demostrar que un gran tamaño no es imprescindible para lograr un gran resultado”, comenta Enrique Torguet, director de relaciones institucionales, comunicación y ESG de Cervezas Ambar. A través de esta campaña, Ambar se convierte en la primera marca de la historia que apuesta por los artistas falleros que hacen realidad algo tan grande que actualmente es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

“Pensar el tema, documentarte, diseñar, luego la maqueta, trabajo en el taller, carpintería, pintura…Todo el año estás trabajando y estás haciendo algo diferente”, declara el artista fallero Javier Álvarez-Sala, más conocido como Javito en el mundo fallero. “Es como un bichito que te pica de pequeño y dices: quiero ser artista fallero”, declara el Álvarez-Sala. 

Regino Mas, fundador del gremio y creador de l’Exposició del Ninot

Con la intención de dar a conocer al gremio de los artistas falleros desde sus inicios, Ambar destaca en esta campaña a Regino Mas (Benifaió, 1899 – Valencia, 1968), fundador del gremio de artistas falleros, creador de l’Exposició del Ninot y ganador de 14 primeros premios en Sección Especial. La trascendencia de su nombre en otros campos de las creaciones plásticas más allá de las fallas -decorados para Hollywood, carrozas para República Dominicana, marionetas para Herta Frankel-, hacen de Regino todo un referente. 

Regino Mas debutó en las fallas con El Llibre de les Mil i Una Nits, en la Plaza del Maestro Ripoll -actual Mercado de Russafa-, en 1918. La falla tuvo un coste de 300 pesetas -1’80 euros- y se cayó por causa del viento y la lluvia; pero no se desanimó y, de hecho, es considerado junto a su mentor Carlos Cortina, como artífice de la ruptura con el modelo decimonónico de falla decimonónica en los años 1920. Así, ambos prescindieron de las tarimas altas con pocos ninots -escenificando algo similar a un teatrillo-, para rebajar el catafalco hasta una base que diera sustento a repies, cuerpos o volúmenes centrales y remates, ganado la falla en altura -en verticalidad-, profusión de ninots y escenas. 

Practicó un estilo de falla entre el academicismo y el gusto por la escultura grecorromana con trazos de caricatura formal, propias de las fábulas animadas del cartoon Disney. Los ninots los modelaba siguiendo la autenticidad de la forma natural, aunque, con el tiempo, también derivó hacia la socarronería y la caricatura.

En conjunto, las fallas de Regino Mas son obras maestras del arte fallero e iconos perdurables en el imaginario popular, como su huertano So Quelo, Rei de l’Horta -Pl. Caudillo, 1942-; el Moisés de La Llei del Embut -Mercado Central, 1944-; o la Cibeles de Subvencions -Mercado Central, 1954-.