El ayuntamiento pone límites a la crítica fallera en los monumentos municipales

Las bases para contratar a los artistas de 2025 especifican que se eliminarán «aquellas propuestas que no respeten la objetividad y respeto» que deben reflejar las fallas del consistorio

El Gremi d'Artistes Fallers rechaza el nuevo sistema impuesto por el PP con políticos en el jurado

Un operario pinta una de las palomas de la falla de 2024.

Un operario pinta una de las palomas de la falla de 2024. / Francisco Calabuig

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

Las bases del concurso para adjudicar el diseño y la construcción de las dos fallas municipales de 2025, la grande y la infantil, incluyen una cláusula que habilita a los dos jurados a condicionar, controlar e incluso limitar la crítica fallera, incluso la libertad creativa de los artistas falleros. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de València, liderada por la alcaldesa María José Catalá, ha introducido una serie de cambios en la composición de los dos comités de selección de los bocetos y las fallas que se plantarán en la plaza del Ayuntamiento el próximo año. Pero también en los criterios estéticos incluso temáticos que deberán tener los monumentos municipales que se plantarán en las fallas de 2025 y en los próximos años, con el bipartito PP-Vox en el poder.

Dentro de las bases del concurso, en el apartado 7 donde se explican los criterios de valoración para seleccionar los proyectos ganadores se subraya que se valorará, epígrafe 6, «La adecuación del proyecto a los objetivos marcados en la convocatoria». Y se ha introducido una cláusula en la que se dice textualmente: «Serán eliminadas aquellas propuestas que no respeten la objetividad y respeto que deben reflejar las fallas municipales de la ciudad de València».

Fallas con «críticas y escenas»

En la práctica, este articulado habilita a los miembros del jurado a descartar cualquier propuesta que consideren no adecuada a unos canones más clásicos y tradicionales. Este cambio en las normas no es casual. El popular Santi Ballester, concejal de Fallas y presidente de la Junta Central Fallera, reconoce que su filosofía pasa porque las fallas municipales tengan críticas y escenas, esto es que sean reconocibles y menos experimentales y rompedoras. Incluso en la temática, populares y voxistas se sienten más cómodos con fallas pagadas por el erario público donde se aborden mensajes asépticos, de «marca blanca», y no cuestiones como la Guerra de Gaza, de este año.

Esta decisión de intervenir en los temas que se abordarán en las fallas municipales entronca con la polémica generada por el monumento grande de 2024, que dejó adjudicado el equipo de Compromís y que realizaron Pere Baenas y el diseñador Escif. Las dos palomas y el resto de elementos, con el complemento de los jóvenes africanos subidos en la valla de la «mascletà», no se ha entendido bien, entre buena parte de los valencianos.Incluso, una parte de la prensa la ha denostado. A ellos hay que añadir que las protestas de un colectivo de migrantes obligó a «indultar» a los «ninots» de la valla mientras que los llibrets municipales donde se hablaba de masacre de Gaza también «desaparecieron». 

Tras estas críticas, ahora se ha producido este cambio en el modo en que se elegirán las fallas municipales, que contarán con un presupuesto de 239.000 euros, la falla grande; y 34.000 euros, la infantil. Serán los políticos, y no los propios artistas falleros y los profesionales de las artes plásticas, quienes escogerán qué fallas se plantan en el ágora consistorial. Aquí, las bases del concurso aprobadas el pasado 12 de abril determinan que habrá dos comités de selección, uno por cada uno de los monumentos, formados por el concejal de Fallas Santi Ballester, del PP; la concejala de Fiestas Mónica Gil, de Vox; y por 3 concejales del PP, 2 de Compromís, uno del PSOE y uno de Vox. A ellos se suman el secretario general de Junta Central Fallera que preside Ballester y que es una persona de su máxima confianza. En total, los miembros de estos jurados propuestos por PP y Vox sumarían 7 votos sobre 10, lo que indica que hay muchas posibilidades de que se elijan los bocetos y los artistas que este bloque prefiera. De hecho, el sábado, el Gremi de Artistes Fallers criticó este nuevo sistema para escoger los proyectos ganadores ya que todos los miembros de los jurados son políticos y no «grupos externos al ayuntamiento» como hasta ahora. Los artistas abogan porque sean profesionales de las artes plásticas quienes valoren las propuestas y quienes decidan.

Fuset acusa al PP de «censura»

Ahora bien, para Compromís la lectura de las nuevas bases para adjudicar las fallas municipales es muy distinta. Para Pere Fuset, exresponsable de Cultura Festiva, la cláusula incluida en las bases supone implantar «la censura» directamente. «El PP -enfatiza Fuset- no se conforma con eliminar el jurado independiente artístico y fallero para poner un jurado político donde 7 de 10 son de PP y Vox si no que también establece, explícitamente la censura, sobre un arte que debería de ser crítica y sátira».

 El PP está además «apagando la voz de los artistas falleros», con quienes «no ha consensuado los cambios y que ya no podrán defender sus proyectos ante un jurado independiente si no que tendrán que trabajar gratis presentando esbozos y escenas». «Este control político» hará que los artistas «vuelvan a perder interés en un proceso de selección que los últimos años había batido récords de candidaturas y que ahora desprende un evidente olor a farsa, que recuerda a la época de Rita Barberá», concluye Fuset.