El ayuntamiento limitará la temática de las fallas municipales "para que no ofendan a nadie"

El presidente de la JCF niega que vaya a haber "censura" y que vaya a escoger los monumentos "a dedo"

La alcaldesa justifica que haya algún tipo de control sobre las fallas municipales tras la polémica con los ninots de los migrantes de Escif

La falla municipal de 2024 ha sido objeto de diversas críticas.

La falla municipal de 2024 ha sido objeto de diversas críticas. / Germán Caballero

La polémica por el modo en que se van a elegir y contratar las fallas municipales de 2025 está servida. El concejal de Fallas y presidente de la Junta Central Fallera Santiago Ballester del PP ha confirmado que el Ayuntamiento de València va a poner ciertos límites a las temáticas que aborden los monumentos, mayor e infantil, que se planten en el ágora consistorial y que se pagan a costa del presupuesto municipal. La propia alcaldesa María José Catalá ha justificado ante la prensa que haya algún tipo de control sobre las fallas que se planten en la plaza por parte del consistorio, después de la polémica generada con los "ninots" de los migrantes de Escif, que se instalaron en la valla de la "mascletà" y se tuvieron que retirar por quejas de un colectivo de ciudadanos africanos.

En concreto, la alcaldesa se refirió a la "polémica que suscitó" estas pasadas fiestas la falla municipal, obra de los artistas Escif y Pere Baenas. "Hubo determinadas comunidades que se sintieron ofendidas, hasta el punto de que el artista fallero me solicitó el día de antes de la 'Cremà' que algunos ninots fueran indultados", comentó a la prensa.

Con todo, Catalá insistió en que con los cambios introducidos en los jurados "no se pretende en ningún momento, ni mucho menos, coartar la libertad de expresión y la libertad artística y de creación", puesto que, para Catalá, queda "fuera de toda duda" y es "bueno" que la falla municipal "sea crítica, irónica y aborde cualquier tema y problemática social".

Eso sí, ha argumentado que su equipo busca que una vez plantados los dos monumentos municipales "no pueda sentirse ninguna persona ofendida", como, a su juicio, ocurrió en marzo. "Yo creo que esto no se debería repetir. Por tanto, tiene esa voluntad, ni más ni menos", explicó.

Tal como publicaba Levante-EMV en su edición impresa, dentro de las bases del concurso aprobado en la Junta de Gobierno del pasado 12 de abril, en el apartado 7 donde se explican los criterios de valoración para seleccionar los proyectos ganadores, se subraya que se valorará, en el epígrafe 6, «La adecuación del proyecto a los objetivos marcados en la convocatoria». Y se ha introducido una cláusula en la que se dice textualmente: «Serán eliminadas aquellas propuestas que no respeten la objetividad y respeto que deben reflejar las fallas municipales de la ciudad de València».

Ante esta cláusula incluida por los concejales de PP y Vox, el popular Santi Ballester ha aclarado sobre los monumentos municipales: "No los voy a elegir yo a dedo, no se van a elegir por mi persona, vamos a participar todo el consistorio porque para eso es la falla municipal del ayuntamiento y no existe tampoco ningún tipo de censura". Ahora bien, "sí vamos a ser más objetivos con aquello que pueda causar de alguna manera alguna discrepancia, algún roce con la gente que viene, nos visita mucha gente, con niños pequeños, y creemos que es una cosa que se tiene que mirar con mucho más cariño", ha justificado a la hora de vigilar o controlar ciertas temáticas, que si se presentan al concurso podrían ser descartadas.

"Se ha dicho -ha añadido Ballester- que los políticos van a ser quienes elijan la falla municipal y no va a ser así. Cada uno que delegue su voto en quien considere oportuno en un artista fallero, o bien en diseñadores, que sean ellos los expertos, los que elijan la falla municipal. Estamos abriendo a todos los grupos municipales de la corporación -PP, Compromís, PSOE y Vox- la posibilidad de formar parte de los dos jurados- y si no quieren que manden o deleguen en quien consideren adecuado", ha matizado sobre la composición de estos dos comités de selección de los proyectos para diseñar y construir la falla infantil y la falla mayor.

Para Santiago Ballester, "las fallas son sátira, son crítica, y todo eso está puesto en las bases, tiene que formar parte de las fallas; por tanto, el procedimiento está abierto y las propuestas que nos traigan los artistas falleros, aquellos que se presenten, tienen que tener su crítica, por supuesto, la sátira es parte de la falla, experimentos en cuanto al diseño pues podrá haberlos y eso tendrá que decidirlo el jurado", ha subrayado.

Así son las bases del concurso

Las bases del concurso para adjudicar el diseño y la construcción de las dos fallas municipales de 2025, la grande y la infantil, incluyen esta cláusula que habilita a los dos jurados a condicionar, controlar y limitar la crítica fallera, incluso la libertad creativa de los artistas falleros. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de València, liderada por la alcaldesa María José Catalá, ha introducido una serie de cambios en la composición de los dos comités de selección de los bocetos y las fallas que se plantarán en la plaza del Ayuntamiento el próximo año. Pero también en los criterios estéticos incluso temáticos que deberán tener los monumentos municipales que se plantarán en las fallas de 2025 y en los próximos años, con el bipartito PP-Vox en el poder.

Fallas con «críticas y escenas»

En la práctica, este articulado habilita a los miembros del jurado a descartar cualquier propuesta que consideren no adecuada a unos canones más clásicos y tradicionales. Este cambio en las normas no es casual. El popular Santi Ballester, concejal de Fallas y presidente de la Junta Central Fallera, reconoce en privado que su filosofía pasa "porque las fallas municipales tengan críticas y escenas", esto es que sean reconocibles y menos experimentales y rompedoras. Incluso en la temática, populares y voxistas se sienten más cómodos con fallas pagadas por el erario público donde se aborden mensajes asépticos, de «marca blanca», y no cuestiones como la Guerra de Gaza, de este año.

Se busca huir de polémicas como los migrantes de la valla

Esta decisión de intervenir en los temas que se abordarán en las fallas municipales entronca con la polémica generada por el monumento grande de 2024, que dejó adjudicado el equipo de Compromís y que realizaron Pere Baenas y el diseñador Escif. Las dos palomas y el resto de elementos, con el complemento de los jóvenes africanos subidos en la valla de la «mascletà», no se ha entendido bien, entre buena parte de los valencianos. Incluso, una parte de la prensa la ha denostado. A ellos hay que añadir que las protestas de un colectivo de migrantes obligó a «indultar» a los «ninots» de la valla mientras que los llibrets municipales donde se hablaba de masacre de Gaza también «desaparecieron». 

PP y Vox controlarían 7 de los 10 votos

Tras estas críticas, ahora se ha producido este cambio en el modo en que se elegirán las fallas municipales, que contarán con un presupuesto de 239.000 euros, la falla grande; y 34.000 euros, la infantil. Serán los políticos, y no los propios artistas falleros y los profesionales de las artes plásticas, quienes escogerán qué fallas se plantan en el ágora consistorial. Aquí, las bases del concurso aprobadas el pasado 12 de abril determinan que habrá dos comités de selección, uno por cada uno de los monumentos, formados por el concejal de Fallas Santi Ballester, del PP; la concejala de Fiestas Mónica Gil, de Vox; y por 3 concejales del PP, 2 de Compromís, uno del PSOE y uno de Vox. A ellos se suman el secretario general de Junta Central Fallera que preside Ballester y que es una persona de su máxima confianza. En total, los miembros de estos jurados propuestos por PP y Vox sumarían 7 votos sobre 10, lo que indica que hay muchas posibilidades de que se elijan los bocetos y los artistas que este bloque prefiera. De hecho, el Gremi de Artistes Fallers ha criticado este nuevo sistema para escoger los proyectos ganadores ya que todos los miembros de los jurados son políticos y no «grupos externos al ayuntamiento» como hasta ahora. Los artistas abogan porque sean profesionales de las artes plásticas quienes valoren las propuestas y quienes decidan.

Críticas de PSPV y Compromís

El concejal Pere Fuset de Compromís ha declarado sobre el nuevo concurso para elegir las fallas municipales que supone implantar "la censura del PP y Vox" y ha advertido que la crítica fallera "puede molestar" pero tiene que aceptarse. "Las fallas se deben valorar por criterios artísticos y no políticos" ha remarcado el exresponsable de Cultura Festiva y los jurados creados para elegir las fallas municipales de 2025 "son órganos donde la derecha tiene el 70% de la representación".

Mientras, la regidora Nuria Llopis, del PSPV, defendió que sean jurados "independientes" quienes decidan sobre las fallas municipales. Tanto que propuso "buscar asesoramiento externo" y avanzó que el PSPV delegará su voto "en el Gremio de Artistas Falleros".