El Corpus estrena "capellà de les Roques": "Ha sido una experiencia única. Todos me decían "parla, parla!"

El personaje histórico que invita a la ciudadanía a participar de la Procesión estrena titular después de 40 años

El nuevo "capellà", Juanfran Barberá, saluda tras uno de sus discursos

El nuevo "capellà", Juanfran Barberá, saluda tras uno de sus discursos / Germán Caballero

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

"Padre, somos de Perú. ¿Puede bendecirnos?". "Mire, es que yo soy seglar". Pero da el pego completamente. Un retor en toda regla que se encontró con esa petición al bajarse del caballo "Rayo". Pero no tiene la carrera de Teología. Juanfran Barberá es más de micrófono y de batería y, desde este domingo, el nuevo "Capellà de les Roques", sustituyendo en el cargo a Donís Martín después de 40 años encarnando a aquel personaje -real- que, desde tiempos inmemoriales, residía en la Casa de las Rocas y se encargaba de anunciar la Procesión del Corpus durante la Cabalgata del Convite

Varias veces lanzó el parlamento de invitación, rematando en las dos últimas estaciones: junto al Palacio Arzobispal y en la Puerta Románica de la Catedral. "Me siento muy orgulloso. Una pasada, de verdad. 

"A las seis ya estaba arriba"

"No he tenido miedo con el caballo. Tan solo la precaución del primer momento", que no es fácil montar y andar con una cabalgadura que no está acostumbrada a transitar por moqueta. "Pero ha sido una experiencia única" reconocía posteriormente. Superando los nervios porque, aún acostumbrado a las tablas actorales del teatro popular festivo, "esta noche he dormido muy poco. A las seis de la mañana ya estaba arriba". Con la satisfacción de que todo ha transcurrido bien. 

"La millor festa del mon"

El discurso habla de la invitación en nombre de la ciudad a acompañar a la "millor festa del mon, la más bonita que tenemos", reclamando el engalanamiento de balcones, que los personajes bíblicos "hagan su labor de catequesis en la calle", que las asociaciones civiles, eclesiásticas, militares "y el pueblo en general", acompañen a "Nuestro Señor Jesucristo por las calles de la ciudad". Es decir, un discurso "a pelo", con unas pautas generales "pero Donís me dijo que hay que adaptarlo al sitio en el que hablas. Cuando estás debajo del palco de las autoridades, recordarles que hay que seguir apoyando al Corpus. Debajo del Micalet destacar su grandeza, hablar de la Cultura cuando estás al lado de la sede de la Academia..." todo ello acompañado con un "que el Señor os bendiga" refrendado por el pueblo. El nativo y el turista. "Estoy muy contento porque el "capellà" es un personaje reconocido y reconocible. En seguida oyes: "parla, parla!" porque quieren que hagas el discurso justo donde están ellos y quieren disfrutarlo de cerca". 

El nuevo capellà (el anterior, Donís, fue coreado por la Degolla a su paso por el balcón de la Casa Vestuario) fue la gran novedad de un Convite que cumplió con los parámetros de desfile curioso en la mezcla entre músicas, danzas y mucho colorido. Con las calles del recorrido totalmente abarrotadas para contemplar unos bailes sencillos, pero muy efectivos, cortos y entretenidos. Caen bien los niños que evolucionan con caballitos, arquitos o bastones. La Moma es poco menos que la fallera mayor: todo el mundo quiere hacerse una foto ella (con él).

Cabalgata y parque acuático

Y se acaba con el lado gamberro. La Degolla, unos teóricos soldados de Herodes, es una excusa para darle el tono cabalgatero y, de paso, convertir ya el centro de la ciudad poco menos que en un parque acuático. La gente ya sabe a lo que va y con las temperaturas altas, no faltaron ni los niños que acudían con bañador, dispuestos a remojarse. Puede parecer irreverente, pero no es más que una diversión que, en el peor de los casos, puede llevarse un teléfono móvil por el camino. Una vez finalizado, los cientos de turistas que por allí pululaban seguían preguntándose "what on earth" era lo que habían visto.